miércoles, junio 27, 2012

Feliz elección, la campaña terminó

De Zócalo Saltillo
Campos Elíseos
Katia D'Artigues
Los retos del 1-J 

Esta es la última columna antes de que inicie la veda antes de las elecciones —para partidos, medios y ciudadanos. A partir del primer minuto del jueves, todos deberíamos hacer Operación Chitón y guardar algunos días de reflexión hacia la gran elección.

Un buen día para hacer algunas preguntas y reflexiones rumbo al primero de julio.

Aunque Peña Nieto está arriba en toda encuesta seria, los chavos sí pueden ser clave. Me refiero sobre todo al movimiento #Yosoy132 (que se declaró anti-Peña Nieto), aunque sé, reconozco y además me parece bien que haya muchos más, con mayor o menor representación como Somos Libres, GeneraciónMX y tantos más (que son más bien pro-Peña Nieto).

Los menores de 29 años, que nunca han tenido que elegir “sacar al PRI de Los Pinos” y viven el desencanto del PAN en el gobierno, muy probablemente votarían por AMLO. Son la tercera parte del electorado, nada despreciable. Si ve usted a muchos chavos votar, AMLO tiene más posibilidades de dar una sorpresa. Pregunta a contestar: #Yosoy132 sí es un movimiento más chilango. ¿Logrará contagiar a todos los jóvenes de México? Si el porcentaje de votación supera el 60% o si es más, la elección podría cerrarse.

A todo esto, ¿será una buena o mala idea para AMLO que haga cierre mañana en el Zócalo? Esto de generar tráfico entre semana… y sobre Reforma.

Los indecisos también son (somos) clave.

Uno. Al menos una mitad de ellos, el 7 de un 15 por ciento, aunque dicen que no saben por quién votar también dicen un par de cosas reveladoras: que nunca votarían por el PRI y que están en mayor o menos desacuerdo con este gobierno. Haga sus conclusiones. Claro, de nuevo, si salen a votar.

Dos. Que JVM caiga es buena noticia para EPN, mala para AMLO. Dentro de los indecisos también hay un grupo —la otra mitad— de votantes que dicen que no votarían por AMLO; también ciertos votantes del PAN. Si perciben a JVM sin posibilidades ganar, votarían por EPN.

Por eso AMLO defiende mucho más a JVM que el “Miserable” (Javier Lozano Javert dixit) que Fox. No le interesa que se polarice la elección, lo ha dicho. Le conviene un PAN medianamente fuerte.

La capacidad de movilización será clave (es decir, eufemismo para decir acarreo, compra de votos y claro supervisión de casillas) Siempre lo es.

El PRI tiene más estructura y más gobernadores que pueden patrocinarlo. A diferencia del 2006, no habrá virrey… perdón, gobernador priísta que apoye a un partido diferente al suyo. Ahí tiene como ejemplo el caso documentado —sí, vía audios ilegales, qué novedad, violar la ley así al parecer ya no preocupa a nadie— por Noticaribe en una reunión con funcionarios electorales para lograr la cuota que prometió a EPN “el primer priista de Quintana Roo”, es decir Roberto Borge.

Claro también el PAN tiene lo suyo: al gobierno federal que se podría mover. ¿Lo haría Felipe Calderón que pinta para ser el gran perdedor de la elección? Es pregunta a contestar, sobre todo tras el mega oso de El nuevo (presunto) hijo desobediente, es decir, el falso hijo del ‘Chapo’ que se negó a declararse hijo del narco con la promesa de que saldría después de la elección.

Y el PRD tiene lo suyo y además MORENA, el movimiento que construyó durante 6 años AMLO para subsanar el único error que reconoce del 2006 y que sin duda para el 2013 se convertirá en un nuevo partido político.
Y dentro de la veda electoral, hay una ranura cibernética que seguirá libre. ¿Cuál es y qué implica? Se lo digo en la edición on line de esta columna, además de los retos de la Fe-pade, las broncas por MONEX, y notitas electorales nacionales provenientes del extranjero. 

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