De La Jornada
Napoleón Gómez Urrutia
Durante los últimos
años, el gobierno de México se ha dedicado a perseguir a quienes ha
considerado sus enemigos, por oponerse a sus intereses y porque con sus
ideas, estrategias y principios han luchado por defender la democracia y
dar paso a un sistema de bienestar de la población más equitativo y
justo para los sectores más desprotegidos, entre ellos la clase
trabajadora....
Para lograr este objetivo, los gobernantes han utilizado las
amenazas, la represión, la corrupción e incluso los arrestos y
asesinatos más crueles y siniestros que una sociedad moderna podría
imaginar. Particularmente en el periodo comprendido entre 2000 y 2012,
los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón se dedicaron a
deformar el estado de derecho y pervertir la aplicación de la justicia.
Todo ello acompañado de una gran ineficiencia de la administración
pública y de una creciente corrupción que terminó de hundir a nuestro
país en el incremento acelerado de la marginación y la pobreza, la falta
de honestidad y transparencia, la inseguridad, la pérdida de empleos y
oportunidades, el entreguismo de los recursos naturales del país a manos
privadas, el sometimiento vergonzoso a los grupos empresariales más
conservadores e hipócritas del país y una represión xenofóbica y
demencial contra las organizaciones sindicales democráticas e
independientes.
Con esa mentalidad decadente persiguieron políticamente a sus
adversarios utilizando toda clase de arbitrariedades, recursos ilegales y
abusos del poder. Uno de estos, que ha sido su favorito por la
perversidad y cobardía que lleva intrínseca, ha sido la manipulación de
Interpol para amenazar y encerrar a sus oponentes en un solo lugar, en
el cual se han visto obligados a permanecer, para no correr el riesgo de
ser detenidos sin justificación o fundamento, eludiendo así el odio de
los perseguidores, quienes se han dedicado a manipular y escandalizar
mediáticamente con la amenaza de utilizar la
ficha rojade Interpol, para fines de detención y eventual extradición.
En mi caso particular, durante los últimos siete años intentaron de manera absurda mantener una
ficha rojabasada solamente en la manipulación y el engaño, sin ningún fundamento, montándola sobre mentiras y calumnias y por medio de linchamientos públicos de medios o periodistas corruptos que, para su desgracia, en el mundo son totalmente ignorados. Fox, Calderón, Marta Sahagún, así como sus socios, empleados y empresarios cómplices se han autoengañado pensando que el resto del mundo comparte su mentalidad sucia y perversa.
Corrompieron a jueces y medios de comunicación, a abogados
mercenarios, sinvergüenzas y abyectos, sin ninguna calidad ética,
constituyéndose en la basura de la noble profesión del derecho, y desde
luego a sujetos sin escrúpulos reclutados en la escoria del movimiento
sindical. Para su humillación y frustración, nada de eso sirvió para que
lograran sus vergonzosos designios.
El gobierno de Canadá no sólo rechazó desde el principio toda
esa basura carente de sustento y apoyada en falsedades, sino, al
contrario, me otorgó mejor protección y me dio la residencia en este
gran país, que cuenta con uno de los más elevados y correctos sistemas
de justicia, mayor nivel de educación, de seguridad y bienestar social,
de solidaridad y respeto que existen en el mundo. Al gobierno de México,
su teatro calumnioso y difamador se le cayó y con ello fue arrastrado
al ridículo y a la ignominia, ante la indiferencia de los gobernantes.
Al mismo tiempo, destacados, valientes y honestos jueces y
magistrados que rescatan con sus decisiones la poca honestidad y
confianza que queda en el sistema de justicia mexicano, resolvieron por
unanimidad en el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, que Interpol de México y la Procuraduría General de la
República (PGR) violaron la Constitución al imponer esa
ficha rojasin fundamento, sólo movidos por la persecución política enfermiza. Esta digna decisión en mi favor deja claro una vez más que así como existen jueces, magistrados y ministros de la Corte de consigna, también los hay honestos y valientes que no se dejan presionar, corromper o intimidar y con ello salvan la imagen del Poder Judicial de México.
La excelente decisión del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal,
basada en la justicia y el respeto a la democracia y a los derechos
humanos, así como la atinada estrategia de la defensa legal de Los
Mineros, vino a exhibir lo más grave de esta situación, que debe ser
analizada a fondo por juristas y politólogos, además por el propio
gobierno actual. Interpol México no tiene ninguna representación ni
validez jurídica puesto que desde que fue creada como dirección
dependiente de la PGR y se afilió a Interpol Internacional, lo hizo sin
la aprobación ni ratificación del Senado de la República, como legal y
obligadamente debía haberse hecho.
Además, Interpol México mantuvo esa
ficha rojade manera absolutamente ilegal, es decir, violando la Constitución durante los últimos tres años sabiendo que las ilegítimas órdenes de aprehensión ya se habían caído, precisamente por inconstitucionales.
El gobierno de Enrique Peña Nieto tiene ante sí, ahora, el enorme
reto de aplicar la justicia correctamente para tener una actuación digna
y elevar la imagen de México en el exterior, porque de una cosa sí
pueden estar seguros los lectores: si eso hubiera sucedido en Canadá o
en cualquier país desarrollado, los funcionarios que hubieran actuado
así contra el derecho, como los panistas Fox y Calderón y su caterva de
colaboradores y empresarios cómplices, no sólo hubieran caído de sus
posiciones, sino que ellos, los verdaderos criminales, hubieran
terminado y continuarían hoy en la cárcel.
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