De Hugo Sadh
El Departamento de Defensa de EE.UU. ha
emitido una nueva instrucción del procedimiento de las operaciones
militares que señala que el enemigo puede operar simulando ser un
periodista. En este caso se le considera un “participante no
privilegiado del conflicto”. Según expertos, la nueva instrucción mete a
los representantes de los medios de comunicación en el mismo saco con
los militantes y permite a los militares de EE.UU. matar a periodistas.
Los periodistas en las zonas de conflicto
pueden considerarse equivalentes a los participantes no privilegiados
del conflicto”, reza la nueva ‘Instrucción del Departamento de Defensa
de EE.UU. sobre las reglas de hacer una guerra‘, que sirve de manual
para los militares norteamericanos.
El texto destaca que “en general, los
periodistas son personas civiles. No obstante, los periodistas también
pueden ser miembros de las fuerzas armadas, personas que acompañan las
fuerzas armadas o los participantes no privilegiados del conflicto”. Al
mismo tiempo, el Pentágono no detalla los criterios para determinar a
qué grupo pertenece un periodista. El término “participantes no
privilegiados del conflicto” ha sustituido en el documento la expresión
“combatientes enemigos ilegales”, contra la cual se han opuesto los
activistas de derechos humanos norteamericanos por considerarla
provocativa y poco apropiada.
Chris Chambers, profesor de la
Universidad de Georgetown, en una entrevista concedida a RT ha admitido
que no conoce el significado del nuevo término, ya que ni la Convención
de Ginebra, ni otras normas del derecho internacional y hasta las leyes
estadounidenses tienen alguna información de “los participantes no
privilegiados del conflicto”. Asimismo, el profesor ha sugerido que la
instrucción autoriza a los militares de EE.UU. “atacar o incluso matar a
los periodistas que no les gustan por alguna razón, aunque no estén en
el bando opuesto”.
A su vez, el representante del Pentágono,
el teniente coronel Joseph Sowers, en una entrevista concedida a ‘The
Washington Times‘, ha afirmado que la instrucción no debe considerarse
como una nueva ley y el fragmento dedicado a los representantes de los
medios de comunicación se refiere solo a unos casos determinados. Sin
embargo, Sowers ha especificado que “el hecho de que una persona sea
periodista no le impide convertirse en un participante no privilegiado
del conflicto”. (periodismoalternativo)
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