Seremos pesadillas de sus sueños en días de tormenta
Un día anterior, habíamos ido a Río Blanco, Ciudad Mendoza, Orizaba y
Nogales. Platicamos con la gente sobre cómo organizar mejor a Morena y
las tareas que vienen. Incluso salimos a la calle en esta campaña
permanente de afiliación. Ahora partíamos hacia la ciudad de México a
dar cumplimiento del llamado legal para tomar protesta constitucional
como diputados de la LXIII (sexagésima tercera) Legislatura.
Días lluviosos; sobre el paso por Huamantla, ya que habíamos evadido
Puebla porque tienen tremendo relajo de obras en la autopista que hacen
eterno el viaje por ahí, noté un extraño torbellino que quería descender
de nubes grisáceas que presagiaban tormenta. No quise imaginar qué me
esperaba en esta primera sesión de diputados
tormenta, torbellinos, o todo quedaría en amenazas.
tormenta, torbellinos, o todo quedaría en amenazas.
Puerta 6. Acceso por calle Emiliano Zapata. Nada más de ver las
camionetotas de lujo, sabías que por ahí era la entrada de los dipu al
Congreso de la Unión, y sabías desde luego de qué partidos eran los
pasajeros. Gloriosos aquellos zapatistas y villistas que llegaron a
caballo ensombrerados a la ciudad en 1914, precursores del congreso
constituyente de 1917; de pena ajena los que se perfilaban ahora frente a
mi corcel negro 2005, raza pura (de esa tal llamada Ford Escape, jeje),
enlodado y eso sí, con puro valiente adentro
o quizá solo soñadores. De cualquier forma los tipos de traje de la entrada ni nos pelaron, no hacía falta, traía la tarjeta para levantar la pluma y ya me había puesto el fistol de diputado al pecho. Así que vas pa’ dentro, al estacionamiento debajo de la cámara respectiva. ¡Uf, no sé mi número de lugar! enfrente unos bajan de sus camionetas y el chofer parece saber dónde hay que estacionarlos, así que lo sigo. Pronto me doy cuenta de que no sólo cualquier lugar está bien para dejar el auto, sino que ahí están algunos carros de los diputados de morena, son compactos y austeros como recién sacados de la campaña porque todavía traen pegada la propaganda “AMLO es Morena”. Pronto estábamos al interior y empezó como a chispear.
o quizá solo soñadores. De cualquier forma los tipos de traje de la entrada ni nos pelaron, no hacía falta, traía la tarjeta para levantar la pluma y ya me había puesto el fistol de diputado al pecho. Así que vas pa’ dentro, al estacionamiento debajo de la cámara respectiva. ¡Uf, no sé mi número de lugar! enfrente unos bajan de sus camionetas y el chofer parece saber dónde hay que estacionarlos, así que lo sigo. Pronto me doy cuenta de que no sólo cualquier lugar está bien para dejar el auto, sino que ahí están algunos carros de los diputados de morena, son compactos y austeros como recién sacados de la campaña porque todavía traen pegada la propaganda “AMLO es Morena”. Pronto estábamos al interior y empezó como a chispear.
Mi dedito nomás no funcionaba, la puerta de acceso de rehilete a la
sala de sesiones impide el paso a “cualquiera” y sólo con un
identificador de huella digital y un número como clave personal, se
puede traspasar. Hubo que dar la vuelta y hacerlo por el vestíbulo
principal, encarpetado, con auxiliares por doquier y desde luego con
zona de prensa llena de cámaras de todo tipo, video y fotográficas. ¿Y
dónde quedaron las curules de Morena? rápidamente un trajeado y con
gafete me señaló “a la izquierda como de costumbre”. El nubarrón obvio
es que nos habían puesto junto al PRD y Movimiento Ciudadano, les
cumplieron a ellos sí, la petición de quedar entre los de Morena quienes
estábamos separados en dos bloques. Nuestra coordinadora, Rocío Nahle
diputada federal por Coatzacoalcos, nos explicaba: “me citaron en la
noche”, ya tenían su acuerdo entre PRI, PAN y PRD (¡qué raro!) para que
el PRD presida la mesa directiva de la cámara de diputados, Jesús
Zambrano (de los llamados Chuchos del PRD) sería pues el presidente en
este primer periodo, iban desde luego a imponerlo; no sólo eso, también
violan el artículo referente a la conformación de la cámara, crean una
vicecoordinación para darle cabida al Verde; y el coordinador priísta,
mueve sus piezas (las amarillas) para empoderarlos frente a Morena al
que no le conceden nada, ni el elegir cómo sentarnos, ni el acceso a las
oficinas donde habremos de laborar, nada (mucho menos cualquier otra
iniciativa propia). No hay de otra, nuestra postura en la primera
votación dentro de la cámara era no avalar esas marrullerías. La
votación para elegir quién presidía la cámara fue obvia: 444 votos a
favor (PRI-Verde-Panal, PAN y PRD juntos otra vez), 12 en contra y 32
abstenciones. Aquel presagio era tormenta.
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