De Sin EmbargoMx
septiembre 26, 2015
- 21:32h
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Hace 12 meses 43 jóvenes con un futuro como educadores todavía estaban vivos. Hoy no se sabe dónde están.
Ciudad de México, 26 de septiembre (SinEmbargo).– De acuerdo con la
descripción de los hechos ocurridos en Iguala hace un año y contenida en
el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes
(GIEI), unos 100 estudiantes salieron de la Normal Rural de Ayotzinapa,
Raúl Isidro Burgos, alrededor de las 17:30 horas de ese viernes con el
fin de hacer actividades de boteo y “toma” de camiones para llegar,
junto con otros normalistas del país, a la marcha del 2 de Octubre en la
ciudad de México.
De acuerdo con la información, tomaron dos camiones que ya tenían en
la escuela, los Estrella de Oro 1531 y 1568, que fue de los que
terminaron desapareciendo 43 de ellos.
“Ya estaba planeada la actividad, Bernardo era el encargado. Yo, A y F fuimos de voluntarios, le dijimos te acompañamos, te echamos la mano. No hay gente, dice, hay puro de primero y me agüita porque no saben los compas. Los de segundo ya sabemos. A la vez yo también tenía ganas de ir, pero me ponía a pensar, sentía que algo iba a pasar. Se me venía de que iba a haber seguramente una represión antimotines, eso me imaginé, fue donde me dieron ganas de decir no, pero dije sí, voy porque iba mi cuate paisano, el Kínder, el más chaparrito, por eso me les pego y voy con ellos. En el transcurso del camino nunca pensábamos que eso fuera a pasar, todos íbamos alegres, echando desmadre, relajo, alegres con los choferes, jugando, cruzando de un chofer a otro”, dice uno de los estudiantes, identificado sólo como “G” y citado en el reporte de los expertos extranjeros.
Por el tránsito, agrega el documento, tardaron más de lo normal y,
entre 19:30 y 20 horas, llegaron a la caseta de Iguala. Fue ahí, dice el
informe, donde uno de los choferes vio una patrulla de las fuerzas
estatales y los normalistas vieron que pasó una patrulla de la Policía
Federales a la que después se sumaron otras.
Fue ahí también donde, “de acuerdo con las declaraciones obrantes en
el expediente”, los vio también un agente de Inteligencia militar.
“Dicha información ha sido contrastada con la declaración del
teniente JG, al parecer su responsable directo, quien afirma que a las
19:30 horas aproximadamente se encontraban dos autobuses con normalistas
de Ayotzinapa en las inmediaciones de Iguala, uno en Rancho del Cura y
otro en la caseta de cobros Iguala/Tixtla, refiriendo que informó de
dichos hechos al comandante jefe del Batallón 27, así como a la Zona
Militar 35. También el teniente coronel C, segundo mando del Batallón
27, señala que a esa hora tenía información de que los estudiantes se
encontraban boteando. El agente de inteligencia refirió que fue solo, en
moto y vestido de civil. Esta información coincide con la versión dada
por los normalistas sobre la existencia de una moto conducida por una
persona de civil que pasó varias veces por donde ellos se encontraban,
confirmando que se trataba de acciones de vigilancia”, dice el
documento.
Luego, alrededor de las 20:15, a su paso por un rancho llamado Del
Cura, los estudiantes toman un tercer camión, un Costa Line 2513, que se
dirigía con pasajeros a Iguala.
“Los normalistas entrevistados refirieron que el conductor les dijo
que tenía que dejar el pasaje en la Central de Autobuses de Iguala, tras
lo cual podrían completar su acción. Se subieron en ese autobús entre
cinco y seis normalistas, con el objetivo de llegar a Iguala y, una vez
que los pasajeros bajaran del autobús, llevarlo a Ayotzinapa. Dicha
versión es confirmada por el chofer, quien afirmó que un grupo de
encapuchados detuvo el autobús y el acuerdo que hicieron de que el
vehículo regresaría al mismo lugar posteriormente”, agrega.
Alrededor de las 20:30, el Costa Line llega a la Central de Iguala, y
es ahí donde, una vez que se bajan los pasajeros, el chofer encierra a
los estudiantes mientras va a hablar con miembros del servicio de la
Central. Los estudiantes que están en los otros autobuses, al ver que
los que están en la Central no regresan, deciden ir por ellos a Iguala.
“Los autobuses Estrella de Oro 1531 y 1568 llegaron a la Central a
las 21:16 horas y se quedaron a ambos lados de la entrada. Mientras,
personal de seguridad avisó a la policía de la presencia de un grupo
numeroso de estudiantes de Ayotzinapa. Los normalistas iban en busca de
sus compañeros encerrados en el Costa Line 2513, pero el autobús se
encontraba ya abierto cuando llegaron. Cuenta G que “entonces vemos que
llegan nuestros compañeros, nos bajamos, ya no estábamos encerrados, fue
cuando el chofer se sienta en una silla afuera”, dice el informe.
Es ahí que deciden tomar tres camiones (dos Costa Line, diferentes al
que tomaron en la carretera, y un Estrella Roja) para llevárselos a
Ayotzinapa: “En ese momento, los normalistas tomaron la decisión de
llevarse más autobuses, lo que no estaba previamente acordado. Las
imágenes obtenidas por el GIEI de las cámaras de la Central muestran a
un grupo numeroso de jóvenes que se baja de los dos autobuses y deambula
por la zona de andenes. Algunas personas observan la escena sin mayor
sobresalto. Los videos de las cámaras de la Central, obtenidos a
petición del GIEI y que no habían sido investigados hasta entonces,
muestran cómo los jóvenes se mueven en grupos y se llevan tres
autobuses”, dice el documento.
A las 21:23, salió de la Central uno de los autobuses Costa Line y a
las 21:26 salió el segundo, los dos por la puerta de la terminal,
uniéndose al Estrella de Oro 1568 que se encontraba fuera, ya que el
Estrella de Oro 1531 ya se había adelantando para salir de Iguala.
Los cinco camiones se dividieron en tres recorridos: el 1531 salió
hacia el Periférico Sur, hacia donde salió también, pero por la parte de
atrás de la Central de autobuses, por la calle Altamirano, salió el
autobús Estrella Roja. Los otros tres –dos Costa Line y el Estrella de
Oro 1568–, tomaron la calle Galeana, pasando por la plaza del Zócalo,
donde la calle, en dirección a Periférico Norte, se transforma en la
calle Juan N. Álvarez.
Fue entonces, en cuanto salieron los camiones de la Central, que
empezaron los ataques. “Las imágenes de las cámaras muestran que a las
21:17 horas, nada más salir los autobuses, algunos policías llegaron con
el arma en la mano, a pie y reportando por radio en la misma calle
Galeana, en la puerta de salida de los autobuses”, dice el informe.
“Según el testimonio del chofer del autobús Estrella de Oro 1568, CH2, que iba al final de la caravana de tres autobuses, observó varias patrullas que iban disparando. Tras un primer episodio en que algunos normalistas se bajaron de los autobuses para destrabar el camino y de un forcejeo con la policía, siguieron su camino pero se dieron cuenta de que ya no iba delante el autobús 1531. Al autobús Estrella de Oro 1531 se subieron, según su conductor, unos 15-20 normalistas”, agrega.
Al pasar por el Zócalo, testigos observaron pasar la caravana de autobuses Estrella de Oro 1568 y dos Costa Line seguida por entre cuatro y cinco patrullas de la policía municipal de Cocula. Ahí, algunos estudiantes bajaron de los autobuses.
“Nosotros que íbamos en el segundo autobús decidimos bajar para poder
ver en qué apoyarnos, en eso al ver que la situación del chavo, yo
forcejeo el arma con un policía de ellos, llegándole por la parte de
atrás, abrazándole, agarrando lo que es la culata y lo que es el cañón,
en lo cual nosotros, el policía me decía: suéltame o te voy a matar, le
digo: no, no te voy a soltar, lo que le hice era bajar lo que era el
arma, apuntar hacia abajo, en lo cual en el forcejeo, el policía empezó a
accionar el arma, dimos vueltas y lo que fue en ese transcurso, los
autobuses empezaron a avanzar”, relató un normalista identificado como
TC en el informe.
“Llegamos con las luces de la torreta encendidas, sin la sirena
activada, observando un autobús a una distancia aproximada de unos
veinte metros, el cual estaba parado sobre la calle (…) el supervisor
Tenescalco, armado con la arma larga dirigiéndose hasta donde yo estaba y
antes de que él llegara hasta mí, dos individuos me sujetaron por el
cuello por atrás de mi espalda y en ese momento forcejeé tratando de
quitármelos, y en ese momento el supervisor Tenescalco realizó unos
disparos, al parecer con su arma corta, sin poder precisar cuántos y en
ese acto corte cartucho con mi arma larga y realicé dos disparos al aire
por lo que en ese momento los sujetos me soltaron (…)”, declaración de
Raúl Cisneros.
Al lugar llegaron otros policías. Posteriormente, el normalista salió
corriendo mientras el policía realizaba un disparo, hiriendo levemente
al estudiante que, junto con el resto, trataba de escapar.
“Yo incluso hasta le pregunté al señor, al chofer, llévale la puerta abierta y acelera. Los chavos gritaban ¡acelera! Le pregunté a un señor, oiga, ¿cómo le hacemos para salir a Chilpo? Dijo agarre unos 100, 200 metros van a ver el Periférico Norte, está el Bodega Aurrera, a mano derecha, todo derecho es Chilpancingo. ‘ah, órale gracias’, nosotros seguimos avanzando, íbamos despacio porque había autos estacionados, estaba angosto, las ramas golpeaban el autobús”, cuenta otro estudiante citado también en el documento.
Los autobuses fueron perseguidos por la policía todo el trayecto
sobre la calle Juan N. Álvarez. Luego de los primeros disparos, que
según testigos se realizaban al aire, los agentes comenzaron a disparar
directamente contra los camiones, alcanzando una llanta del último
camión, el Estrella de Oro 1568, que apenas podía seguir. Los
normalistas, mientras, se protegieron tirándose en el suelo en los
diferentes autobuses.
“En la parte de atrás había como unas siete patrullas. Cuando pasa
todo esto, ya en el Zócalo había más patrullas. Ahí nos están disparando
a matarnos. Algunos chavos están sentados en los asientos y otros
tirados en el pasillo para protegerse de los disparos. Se para el
autobús porque ya no podía pasar. Se paran los 3 autobuses, siguen
disparando, le disparan y pincharon todas las llantas, empezaron a
disparar a matarnos”, relata otro testimonio.
Los camiones siguieron su camino, pasando frente al Hospital Cristina
mientras los seguían varias patrullas con las luces encendidas. Luego
se oyó una balacera a unas cuadras del sanatorio.
Todo, insiste el reporte, bajo el conocimiento de autoridades de los
tres niveles de Gobierno. “A través del C-4 la Policía Estatal, Federal y
el Ejército tuvieron conocimiento de los hechos. El coronel Rodríguez
señala en su declaración ante la PGR que el (agente de Inteligencia) OBI
enviado a la plaza donde se había desarrollado la presentación del
informe del DIF les transmitió información directa, así como a través
del C-4, del ‘traslado de estudiantes a la Central de Iguala, el
destrozo de un autobús y se apoderan de dos autobuses’. El C-4 informó
que había tres patrullas delante y tres detrás de los autobuses de
normalistas y el OBI informó al comandante del Batallón 27 de los hechos
y de los disparos”, dice el texto.
En este punto, los tres autobuses fueron tiroteados, especialmente en
el caso del último autobús, Estrella de Oro 1568, que resultó con
treinta disparos que impactaron el interior.
Ahí también resultó herido en la cabeza uno de los normalistas que
trataba de mover una patrulla, motivando que de los camiones bajaran
otra vez varios estudiantes, para tratar de ayudarlo.
“Cuando los autobuses ya se encontraban totalmente detenidos y se produjo la balacera contra los jóvenes, unos 15 normalistas que se habían bajado de los primeros dos autobuses se protegieron entre el primer y segundo autobús, mientras los agentes de policía disparaban contra ellos desde atrás. El joven apodado Chilango se encontraba entre esos dos autobuses junto a los demás y, según testigos, fue uno de los que grabó en video con un celular todo lo que iba sucediendo. En medio del terror, él y el resto de sus compañeros estaban muy afectados por lo que estaba sucediendo”, dice el informe.
“Mientras eran bajados, el normalista que se encontraba herido de
gravedad en el brazo fue tumbado en el suelo con el resto de sus
compañeros. Posteriormente, cuando llegó la ambulancia, fue llevado al
hospital mientras los demás seguían tendidos en el piso, antes de ser
subidos en unas seis o siete patrullas de la policía municipal de Iguala
que se encontraban atrás de los tres autobuses”, dice el informe.
“El herido llevado al hospital es el único sobreviviente conocido del autobús Estrella de Oro 1568”, agrega.
Mientras esto ocurría entre Juan N. Álvarez y Periférico norte, el
autobús Estrella de Oro 1531 se había adelantado a la comitiva y había
salido por otro camino hacia el sur, en dirección a Chilpancingo.
“La única indicación que el chofer señala que le dieron los
normalistas fue que saliera lo más rápido posible para llegar a
Ayotzinapa. Sin embargo, el conductor refiere que el autobús fue
interceptado por al menos dos patrullas de policía que lo persiguieron
por la salida de Iguala hacia Chilpancingo, disparando sus armas de
fuego, por lo que quedó bloqueado en la misma carretera justo debajo del
puente de Chipote que cruza por encima, frente al Palacio de Justicia
de Iguala”, dice el informe.
“Todos los normalistas que iban en ese autobús fueron detenidos y están desaparecidos, por lo que no hay testimonios directos de lo sucedido, más que lo declarado por el chofer del autobús y los agentes de la policía y un miembro del Ejército que llegaron a la escena. Según el chófer, CH1, los policías detuvieron el autobús y lo amenazaron de muerte”, agrega.
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