De La Jornada
Astillero
Zambrano bosqueja Pacto 2018
Pide a EPN ir al Congreso
México y corrupción: Guatepeor
Porfirio Díaz en Orizaba
Pide a EPN ir al Congreso
México y corrupción: Guatepeor
Porfirio Díaz en Orizaba
Julio Hernández López
SESIÓN DE CONGRESO GENERAL. Durante las intervenciones de los partidos
representados en el Congreso sobre el tercer Informe de gobierno del
presidente Enrique Peña Nieto, diputados de Morena se manifestaron con
pancartas a lo que legisladores del PRI respondieron tapando las
consignas con el cuerpoFoto Cristina Rodríguez
Los Chuchos rehabilitaron ayer su
espíritu de colaboracionismo entusiasta con Los Pinos al proponer el
diputado Jesús Zambrano, con aires de pretendida solemnidad
patriótica, que el señorpresidentismo regrese al Congreso federal en forma de
diálogodirecto de Enrique Peña Nieto con las cámaras, a fin de llegar a
acuerdoscomo los habidos en la legislatura recién pasada a título del Pacto por México.
El boceto del Pacto por el 2018 fue presentado por el sonorense
Zambrano en su condición de presidente de la mesa directiva de la Cámara
de Diputados, luego de recibir en San Lázaro la documentación
correspondiente al tercer Informe de labores realizadas por Peña Nieto y
su equipo al frente del gobierno de la República. La entrega la realizó
el vicepresidente B (el A es Luis Videgaray, según se vio en la
reciente batería de reacomodos en el gabinete federal), Miguel Ángel
Osorio Chong, a quien Zambrano pidió que llevara a Peña el
mensajede que debe volver la época en la que era personalmente el titular del Poder Ejecutivo quien entregaba su informe y dialogaba y discutía con los legisladores. El perredista le puso a su ofrenda alguna pizca de presunta crítica circunstancial al decir que
no hay conformidad con el rumbo del país(¡oh, cuánta osadía chucha!) y adelantó que si en las
semanas siguientesse pueden escuchar de él mismo (EPN) las
consideracionesen los salones legislativos, sería
una señal positiva y poderosa para el fortalecimiento de la democracia.
Para demostrar públicamente cuán aceitados están ya los mecanismos de
entendimiento entre el peñismo y la nueva legislatura federal, Osorio
Chong hizo saber que el ocupante de Los Pinos no hará uso de la facultad
de enviar una iniciativa con carácter preferente (a la que el Congreso
debería dar atención y respuesta expeditas) y que dejará a los diputados
y senadores que ellos solitos determinen el ritmo y los temas de su
actuar. La nueva versión del Pacto por México tuvo ayer hasta
visualmente casi los mismos personajes sustanciales: Osorio (subsistente
a pesar de la ingobernabilidad nacional, el disparo de las acciones
criminales contra la sociedad y la significativa salida de prisión de El Chapo),
César Camacho (ahora diputado y coordinador de su bancada, quien antes
fue presidente del PRI), Jesús Zambrano (que no pudo ser coordinador de
los diputados del sol azteca pero se encaramó en la presidencia de las
sesiones de San Lázaro para demostrar que el chuchismo no se jubila) y
ya no Gustavo Madero (relegado por su hechura, Ricardo Anaya) sino
Roberto Gil, el ex secretario particular de Felipe Calderón. El Pacto
por México II, va.
A diferencia de las mieles compartidas en México entre líderes
partidistas, oradores legislativos (ayer en San Lázaro se reanudaron las
sesiones de críticas y defensas previsibles, en rondas que no van más
allá de lo escenográfico, del ritual concertado) y gobierno en turno, en
Guatemala se combinaron la presión popular y el interés de Estados
Unidos para propiciar el retiro de la inmunidad del presidente Otto
Pérez Molina (general largamente acusado de genocidio) y hacer que
responda a las acusaciones de corrupción en operaciones aduaneras.
Con la embajada gringa apoyando abiertamente las protestas
populares, la fiscalía estatal y la Comisión Internacional contra la
Impunidad en Guatemala han documentado las maniobras de ratería desde el
poder ejecutivo, lo que ha llevado al encarcelamiento de la ex
vicepresidenta Roxana Baldetti, y ahora al retiro de la inmunidad
judicial del presidente Pérez Molina. Allá no hubo Virgilio Andrade que
diluyera el tema de la Casa Blanca ni bastaron las disculpas de
Peña con sabor a burla ni las explicaciones burdas de Videgaray
respecto de imprecisas obras de arte y cheques por cobrar que le
permitieron hacerse de una residencia campestre. En México, viendo lo
sucedido en Guatemala, estamos en Guatepeor (no hay ni remotamente una
valoración negativa respecto del respetado país vecino, sino el uso de
un popular juego de palabras: salir de Guatemala para entrar a
Guatepeor).
El presidente municipal priísta Juan Manuel Diez Francos (tiene
pequeñas efigies en su domicilio particular de Augusto Pinochet y de
Francisco Franco, de quienes es admirador, como el gobernador
veracruzano Javier Duarte lo es abiertamente del español) instaló una
estatua del dictador Porfirio Díaz en la plaza pública Bicentenario de
Orizaba, a unos cinco kilómetros de Río Blanco, donde a principios del
siglo pasado se produjo una expresión cruda del estilo de gobierno de
mano dura del ahora homenajeado, quien castigó a trabajadores textiles
en demanda de mejores condiciones laborales con un saldo de centenares
de obreros muertos.
El empresario Diez Francos pagó la estatua con su propio dinero (la
realizó el poblano Bernardo Luis López Artasánchez, quien asegura que
Donald Trump le pidió que le hiciera un retrato) y consiguió la votación
del cabildo de Orizaba para instalar por primera vez una representación
de Díaz en una plaza pública después de 1910 (en Tampico hay también
una estatua, pero en el balcón de una propiedad privada, hacia la
calle). Invitó a la inauguración a Peña Nieto y a las principales
autoridades federales, a sabiendas de que la fecha no era propicia. Al
gobernador Duarte le había informado e incluso iba a estar en una comida
con notables de la región (canceló su asistencia a causa de un acto con
la Marina) para informar de la reivindicación escultórica porfirista.
Con algunas protestas y con el antecedente de la estatua de Fox que
priístas derribaron en octubre de 2007 en Boca del Río, Veracruz, la
reaparición en metal del dictador Díaz coincide con el primer día de
actividades de diputados federales y senadores que, conforme a las
reformas constitucionales peñistas de febrero de 2014, podrán relegirse
en periodos inmediatos, igual que podrá suceder con diputados locales y
presidentes municipales. ¡Hasta mañana, con un México al que ya no
estremece el descubrimiento de unos treinta mil restos óseos en un
municipio de Nuevo León!
Twitter: @julioastilleroFacebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario