De Hugo Sadh
“El gobierno de Enrique Peña Nieto no
duró un sexenio. Fue una administración de medio tiempo. La cuerda le
duró 30 meses. Y hasta ahí. No dio para más. Si mañana el ‘TELE’
presidente priista tomara la determinación de abandonar Los Pinos, nada
pasaría. Absolutamente nada. Millones, y gran parte del país, inclusive,
se lo agradecerían”. Escribieron en el portal Sin Embargo. Ayotzinapa,
la casa blanca, la farsa con Virgilio Andrade, la casota de Videgaray
en Malinalco, la corrupción del grupo gobernante, el escándalo OHL, el
enriquecimiento de “La Gaviota”, las nueve propiedades del propio Peña
Nieto, la simulación, el encubrimiento, y el propio estilo de gobernar
– de alguna manera hay que llamarlo-, de Peña Nieto, han llevado a
anticipar, prácticamente tres años, el final del penoso gobierno del
golden boy mexiquense. Un fiasco.
“HAY QUE MATAR AL TÍTERE”: Los que traicionaron a EPN | #ElReportajedeHugoSadh
¿Creían que nada iba a pasar ante tanto escándalo?… Más que gobierno, una administración que –no es por asustar-, pero que podría llevar a un escenario aún más negro: una crisis económica similar a la de 1994-95 (detonada
por la irresponsabilidad financiera de Carlos Salinas), ante los magros
resultados de la política económica operada por el brazo derecho de
Peña: Luis Vice-garay. Así que a toda la cascada de calamidades que le
han caído al país en el actual gobierno, habrá que agregar las luces
rojas encendidas ante la cada vez más pobre economía mexicana, con crecimiento raquítico, desempleo, devaluación
y mejor le paramos de contar. Se acabó, prácticamente, el sexenio. Y
MÁS QUE UNA CRISIS ECONÓMICA LO QUE VIENE PARA MÉXICO ES PEOR, CON LOS
ACUERDOS DEL TPP Y TISA, EL GOBIERNO DE PEÑA NIETO LO ENTREGÓ TODO A
EXTRANJEROS, NO SÓLO EL PETRÓLEO, TODOS LOS SERVICIOS PÚBLICOS SERÁN
PRIVATIZADOS…
Ver + en La Editorial de @HugoSadh
Peña Nieto es el presidente con menor respaldo ciudadano en la historia: sólo 3 de cada 10 mexicanos lo respaldan,
de acuerdo a la última encuesta del diario Reforma divulgada a
principios de agosto. Un nivel de caída alarmante, sí, aunque
entendible. Y por ello, a la espalda del Presidente, y no operada por el
Presidente, los grupos priistas comienzan a irse por la libre rumbo al
2018. Luis Videgaray, el favorito de Peña, tiene a su grupo apuntalado por los recientes cambios en el gabinete: Meade en Sedesol y Nuño en la SEP. Manlio Fabio Beltrones operando, desde ahora, con el control y las riendas de la nomenclatura priista. Osorio Chong aliándose con gobernadores para ver si le alcanza el gas para tres años.
Todos, sin consultarle a Peña Nieto sobre sus movimientos sucesorios
aunque, como buenos priistas, guardando las formas y reglas no escritas
del priato: la disciplina partidista. En eso no cambian. Y NO SÓLO ES LA
TRAICIÓN AL INTERIOR DE SU PARTIDO, SON LOS QUE DAN LAS ÓRDENES, LOS DE
ARRIBA, QUIENES LE HARÁN PAGAR AL TELEPRESIDENTE LAS CONSECUENCIAS DE
HABERLO ENTREGADO TODO, ALGUIEN TIENE CARGAR CON LOS PLATOS ROTOS, LA
CAMPAÑA PARA ‘MATAR AL TÍTERE’ EMPEZO ANTES DE LA MITAD DE SU SEXENIO,
LA PRENSA EXTRANJERA, ORGANISMOS EN DERECHO HUMANOS Y HASTA LA PROPIA
TELEVISA, LO SEÑALAN HOY COMO EL GRAN RESPONSABLE DE LA TRÁGEDIA QUE
EMBARGA AL PAÍS.
Ver también El Expediente de @HugoSadh
Sin embargo, ante la innegable debilidad del Presidente de la República,
los alfiles priistas se han comenzado a acomodar bajo los aires de la
sucesión presidencial del 2018, tomando su propio camino, enfilándose
con su propia fuerza política. Llegará así un momento en que más les afectará que ayudará el tan cacareado “efecto Peña Nieto”. Tendrán que sacudirse el lastre del peñismo. Hay que matar al Jefe, concluye la columna de Sin Embargo…
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