Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz, 22 de noviembre de 2015.-1¡Pobre
Veracruz!. ¡Pobre con el general de West Point, condecorado por la
Interpol, Arturo Bermúdez Zurita, quien cuando un subalterno le
entregara la botella con agua, pero sin abrir, le llamara “güey”!
¡Pobre con un general (así se hace llamar) que se pitorrea del periodismo amarillista a los que “les gusta vender sangre”. Todo,
porque el diputado Francisco Garduza, suplente del desaforado Renato
Tronco Gómez, le mostró en su comparecencia en la LXIII Legislatura los
periódicos del día donde uno publicaba de noticia principal la ejecución
de siete personas en San Juan Evangelista y Rodríguez Clara y otro el
policía acribillado en Las Choapas. Y entonces, y para justificarse
dijo que los periódicos escurrían sangre y todavía como Poncio Pilatos
advirtió que en ningún momento lo decía él, “sino mis amigos, los
directores de los medios”. ¡Pobre Veracruz con un general que para su
comparecencia acarrea a cientos de personas a quienes les ofrece tacos
en un tronco y refrescos de cola! ¡Pobre Veracruz con un general que
llega al Palacio Legislativo con un impresionante aparato de seguridad
que por poco le llega a Joaquín “El chapo” Guzmán, a quien en sus
mejores tiempos cuidaban 400 hombres! ¡Pobre Veracruz con un general
que se lava las manos como Poncio Pilatos y culpa a Fidel Herrera de que
con él llegaron los Zetas, tiempo aquel cuando mataron y quemaron y
enterraron “a mucha gente! ¡Pobre Veracruz con un secretario de
Seguridad Pública que fuera de control llama “¡Pinches medios!” a los
reporteros intrusos, incómodos e indeseables! ¡Pobre Veracruz con un
secretario de SP que tira la piedra al Fiscal General sobre la
inseguridad y dice que le ha reportado la lista de desaparecidos y
asesinados para que proceda! ¡Pobre Veracruz con un general que
amenaza con la cárcel a un reportero, el fotógrafo Félix Márquez, a
quien, de paso, envió al exilio! ¡Pobre Veracruz cuando la Comisión
Nacional de Derechos Humanos le envía una declaratoria de desaparición
forzada del cantante de “La voz México” de Televisa, Gibrán, todo porque
según la fama pública le “bajó” la novia en un antro a uno de sus
hijos! ¡Pobre destino social y policiaco para los 8 millones de
habitantes de Veracruz, que dado los antecedentes nadie puede declararse
exento de un plagio, una desaparición, un crimen!
2 ¡Pobre Veracruz, pues así como está terminando el llamado sexenio próspero de igual manera comenzó! Por
ejemplo: los 7 policías detenidos por la Marina cuando Alberto Silva
Ramos era alcalde de Pánuco, acusados del crimen de un marino cuyo
cadáver apareció flotando en el río Tuxpan. Los siete policías
detenidos en Poza Rica por sus ligas con el narcotráfico cuando Alfredo
Gándara Andrade era presidente municipal. Los nueve policías
detenidos en Peñuela por el secuestro y desaparición de un maestro y que
sitiaran el palacio municipal de Córdoba cuando Francisco Portilla
Bonilla era alcalde. Los 15 policías detenidos en Cosamaloapan por sus malas amistades cuando Homero Arróniz era el presidente municipal. Los cinco policías detenidos en Fortín por sus ligas con los carteles. Los policías y el comandante policiaco de Tres Valles detenidos por sus amistades peligrosas. Los
siete, ocho policías detenidos en Tierra Blanca, acusados de cómplices y
aliados por una mujer que era comandante de los Zetas en la región. Ahora, la fama pública del general Bermúdez con sus negocios turísticos y de seguridad al cobijo del poder duartista. Y, además, el pitorreo a los demás: En
Veracruz, por ejemplo, ni hay mujeres desaparecidas porque huyeron con
el amante en turno ni hombres, porque alcohólicos empedernidos se
internaron en granjas etílicas. Nadie, pues, se merece tal Veracruz ni tampoco tal general. Y
menos, con los cadáveres de los colombianos con lo que, ni hablar, el
Veracruz de Bermúdez entra a las grandes ligas latinoamericanas.
3 Cada quien tiene su mirada sobre
la vida, pero el simple hecho de que un medio publique en portada que
siete personas fueron ejecutadas en San Juan Evangelista y Rodríguez
Clara en ningún momento significa que sea amarillista, pues de entrada, y
en todo caso, amarillista es la realidad. Tal cual, los ejecutados
existieron (y también los colombianos) y ni modo de ocultar, manipular,
tergiversar la realidad, a menos que así convenga a los intereses de los
políticos y los magnates periodísticos. Es más, nadie cree que “mis
amigos, los dueños de los medios” digan que a los medios “les gusta
vender sangre”, porque de igual manera, solo están reproduciendo los
hechos reales, concretos y específicos. ¡De ser así, caray, vaya directores de los medios que así miran los hechos y miran la realidad y miran el periodismo! Y si por quedar bien con el general secretario de Seguridad Pública lo dicen y expresan, allá ellos, cínicos y desvergonzados.
4 ¡Pobre Veracruz, porque si la
seguridad en la vida y en los bienes de la población de Veracruz está en
las manos de un tipo así…, por eso, entonces, el miedo y el terror, la
incertidumbre y la zozobra que todos los días padecemos como un infierno
y una pesadilla. Pero, bueno, en todo caso, “el indio no tiene la
culpa, sino quien lo hace compadre”, quizá, acaso, porque más que
amigos, son aliados y cómplices. Lo dijo Andrés Manuel López Obrador,
líder nacional de Morena, inminente candidato presidencial para el año
2018, en Coatzintla, el jueves 19 de noviembre: “En Veracruz hay mucha inseguridad y hay mucha violencia”. También, mucho cinismo y excesiva indolencia. Y
el colmo, a pesar de tanta faramalla para la comparecencia del general,
una diputada local se llevó el plus en las redes sociales con su
frasecita bíblica de que vine al Palacio Legislativo “un poco cruda”.
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