miércoles, noviembre 25, 2015

¡Pobre Veracruz!; Bermúdez, la pesadilla

De El Piñero de la Cuenca
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Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz, 22 de noviembre de 2015.-1¡Pobre Veracruz!. ¡Pobre con el general de West Point, condecorado por la Interpol, Arturo Bermúdez Zurita, quien cuando un subalterno le entregara la botella con agua, pero sin abrir, le llamara “güey”!


¡Pobre con un general (así se hace llamar) que se pitorrea del periodismo amarillista a los que “les gusta vender sangre”.
Todo, porque el diputado Francisco Garduza, suplente del desaforado Renato Tronco Gómez, le mostró en su comparecencia en la LXIII Legislatura los periódicos del día donde uno publicaba de noticia principal la ejecución de siete personas en San Juan Evangelista y Rodríguez Clara y otro el policía acribillado en Las Choapas.
Y entonces, y para justificarse dijo que los periódicos escurrían sangre y todavía como Poncio Pilatos advirtió que en ningún momento lo decía él, “sino mis amigos, los directores de los medios”.
¡Pobre Veracruz con un general que para su comparecencia acarrea a cientos de personas a quienes les ofrece tacos en un tronco y refrescos de cola!
¡Pobre Veracruz con un general que llega al Palacio Legislativo con un impresionante aparato de seguridad que por poco le llega a Joaquín “El chapo” Guzmán, a quien en sus mejores tiempos cuidaban 400 hombres!
¡Pobre Veracruz con un general que se lava las manos como Poncio Pilatos y culpa a Fidel Herrera de que con él llegaron los Zetas, tiempo aquel cuando mataron y quemaron y enterraron “a mucha gente!
¡Pobre Veracruz con un secretario de Seguridad Pública que fuera de control llama “¡Pinches medios!” a los reporteros intrusos, incómodos e indeseables!
¡Pobre Veracruz con un secretario de SP que tira la piedra al Fiscal General sobre la inseguridad y dice que le ha reportado la lista de desaparecidos y asesinados para que proceda!
¡Pobre Veracruz con un general que amenaza con la cárcel a un reportero, el fotógrafo Félix Márquez, a quien, de paso, envió al exilio!
¡Pobre Veracruz cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos le envía una declaratoria de desaparición forzada del cantante de “La voz México” de Televisa, Gibrán, todo porque según la fama pública le “bajó” la novia en un antro a uno de sus hijos!
¡Pobre destino social y policiaco para los 8 millones de habitantes de Veracruz, que dado los antecedentes nadie puede declararse exento de un plagio, una desaparición, un crimen!

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¡Pobre Veracruz, pues así como está terminando el llamado sexenio próspero de igual manera comenzó!
Por ejemplo: los 7 policías detenidos por la Marina cuando Alberto Silva Ramos era alcalde de Pánuco, acusados del crimen de un marino cuyo cadáver apareció flotando en el río Tuxpan.
Los siete policías detenidos en Poza Rica por sus ligas con el narcotráfico cuando Alfredo Gándara Andrade era presidente municipal.
Los nueve policías detenidos en Peñuela por el secuestro y desaparición de un maestro y que sitiaran el palacio municipal de Córdoba cuando Francisco Portilla Bonilla era alcalde.
Los 15 policías detenidos en Cosamaloapan por sus malas amistades cuando Homero Arróniz era el presidente municipal.
Los cinco policías detenidos en Fortín por sus ligas con los carteles.
Los policías y el comandante policiaco de Tres Valles detenidos por sus amistades peligrosas.
Los siete, ocho policías detenidos en Tierra Blanca, acusados de cómplices y aliados por una mujer que era comandante de los Zetas en la región.
Ahora, la fama pública del general Bermúdez con sus negocios turísticos y de seguridad al cobijo del poder duartista.
Y, además, el pitorreo a los demás:
En Veracruz, por ejemplo, ni hay mujeres desaparecidas porque huyeron con el amante en turno ni hombres, porque alcohólicos empedernidos se internaron en granjas etílicas.
Nadie, pues, se merece tal Veracruz ni tampoco tal general.
Y menos, con los cadáveres de los colombianos con lo que, ni hablar, el Veracruz de Bermúdez entra a las grandes ligas latinoamericanas.
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Cada quien tiene su mirada sobre la vida, pero el simple hecho de que un medio publique en portada que siete personas fueron ejecutadas en San Juan Evangelista y Rodríguez Clara en ningún momento significa que sea amarillista, pues de entrada, y en todo caso, amarillista es la realidad.
Tal cual, los ejecutados existieron (y también los colombianos) y ni modo de ocultar, manipular, tergiversar la realidad, a menos que así convenga a los intereses de los políticos y los magnates periodísticos.
Es más, nadie cree que “mis amigos, los dueños de los medios” digan que a los medios “les gusta vender sangre”, porque de igual manera, solo están reproduciendo los hechos reales, concretos y específicos.
¡De ser así, caray, vaya directores de los medios que así miran los hechos y miran la realidad y miran el periodismo!
Y si por quedar bien con el general secretario de Seguridad Pública lo dicen y expresan, allá ellos, cínicos y desvergonzados.
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¡Pobre Veracruz, porque si la seguridad en la vida y en los bienes de la población de Veracruz está en las manos de un tipo así…, por eso, entonces, el miedo y el terror, la incertidumbre y la zozobra que todos los días padecemos como un infierno y una pesadilla.
Pero, bueno, en todo caso, “el indio no tiene la culpa, sino quien lo hace compadre”, quizá, acaso, porque más que amigos, son aliados y cómplices.
Lo dijo Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, inminente candidato presidencial para el año 2018, en Coatzintla, el jueves 19 de noviembre:
“En Veracruz hay mucha inseguridad y hay mucha violencia”.
También, mucho cinismo y excesiva indolencia.
Y el colmo, a pesar de tanta faramalla para la comparecencia del general, una diputada local se llevó el plus en las redes sociales con su frasecita bíblica de que vine al Palacio Legislativo “un poco cruda”.

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