De La Política On Line
LPO
Las
calificadoras volvieron a meter en una encrucijada a Andrés Manuel
López Obrador, quien a su vez las confronta: les dice que no son
profesionales ni objetivas y que tiene otros datos que demuestran una
mejoría en Pemex y en el combate a la corrupción.
La primera
semana de junio cierra con un tipo de cambio en los 19.70 pesos por
dólar, casi un peso por encima de cómo inició. Es consecuencia de la
amenaza arancelaria de Donald Trump que agitó la turbulencia en los
mercados y a cuya presión se sumó el efecto dominó en las agencias
calificadoras. Aun así, el presidente López Obrador insiste: "Sentimos
que la economía va bien", como siempre, tiene otros datos.
Más
allá de los aranceles que podrían poner en jaque a la economía
mexicana, las calificadoras siguen sin entender el proyecto de la 4T,
cómo se implementará, cuáles son los objetivos y cómo resolverán la
agonizante situación financiera y operativa de Pemex sin golpear los
recursos federales. Por eso Moody's bajó su perspectiva de la
calificación del soberano de Estable a Negativo. Una posición que puede
durar hasta 18 meses sin significar un pronto cambio en la
calificación.
Como
efecto dominó y sin esperar conocer el Plan de Negocios que se se
presentará este mes, tuvo la misma acción para Pemex y CFE. Y a la par,
Fitch también respondió con una baja en la perspectiva y en la
calificación de estas empresas productivas del Estado. Para la petrolera
mexicana significó la pérdida de grado de inversión por parte de esta
agencia.
"No estamos de acuerdo con los dictámenes
de las calificadoras, están utilizando una metodología caduca, es la
metodología del periodo neoliberal que no incluye la variable de
corrupción, entre otras cosas. No han sido profesionales, objetivos",
reprochó este viernes desde su conferencia matutina el mandatario
federal.
Respondió a dos críticas puntuales que
hicieron las calificadoras: Pemex y corrupción. En cuanto a la empresa
que dirige Octavio Romero, se quejó que en los tres años pasados "no
hubo inversión para explotación y calificaban bien a Pemex, ahora que hay inversión califican mal. Sentimos
que no son profesionales, que no fueron objetivos y que tan es así que
Pemex no tiene ningún problema para reestructurar su deuda. Sobran
ofertas con mejores garantías, el el informe que tengo", presumió.
Sin embargo, las calificadoras tienen otra lectura. Precisamente ayer, Jaime
Reusche, analista soberano para México de Moody's, afirmaba que la
pérdida de confianza entre los inversionistas obligaba a Petróleos
Mexicanos a buscar apoyo del Gobierno Federal.
"Dejar de lado esa posibilidad de involucrar al
sector privado como un aliado estratégico ha hecho que se pierda la
confianza del mercado y por eso Pemex no ha podido salir a financiarse,
porque los costos son bastante prohibitivos". En opinión de Reusche,
también hay un desacuerdo con el plan financiero que hasta ahora se ha
ido tejiendo, como el enfoque de la refinería, que ven como poco
rentable.
"Si no se corrige esa percepción de los
mensajes y ganar confianza del mercado, ese apoyo
del soberano
va a ser recurrente y ahí no vemos claridad de cómo van a revertir esa
situación", aclaró el analista de Moody's. Por el contrario, López
Obrador afirma que para 2022, la petrolera se volverá "palanca de
desarrollo" y no requerirá más de los recursos públicos.
Las
calificadoras tampoco confían mucho en el plan de producción. Aunque
Reusche afirma que es posible que la estrategia estabilice a finales de
este año la plataforma petrolera, le preocupa el uso de las reservas
petroleras que se tienen comprobadas para cinco años. Y lo otro es qué
se hará con el dinero. La sospecha es que se destinará a Dos Bocas.
Y
aunque Pemex recién celebró ganancias por hasta 29,000 millones de
pesos en abril, el mercado lo ve como un indicador de corto plazo. "No
tenemos toda la seguridad de que esto va a ser sostenible en el tiempo",
dicen las calificadoras.
"Están equivocados respecto a la corrupción"
El
otro tema de choque fue la corrupción. El presidente suele decir que
las calificadoras no toman en cuenta esta variable. De acuerdo con el
analista de Moody's, sí, pero es muy difícil calcular los efectos y
considera que no es un problema que se pueda resolver en el corto
plazo.
"El que diga que lo puede resolver con medidas en el corto
plazo en realidad tal vez no está entendiendo el problema de fondo",
dijo ayer en una conferencia Reusche. Explica que se trata de una lucha
continua que no solo tiene que ver con el gasto público, sino con
mejorar el poder judicial, mejorar el sistema de justicia, transparencia
en muchos sectores de la economía.
Las calificadoras creen que AMLO no logrará un crecimiento mayor al 1% con los aranceles de Trump "Para nosotros,
ganarle terreno a la corrupción va a demorar años y más de un solo
Gobierno", agregó el analista. Semejante declaración caló hondo en el
corazón de la propuesta de este Gobierno. López Obrador afirmó que se
enteró de esta declaración y lo contradijo.
"Dijeron
que tomaban en cuenta lo de la corrupción pero que la corrupción iba a
ser prácticamente eterna en México, que no se iba a poder en el corto
plazo. Está muy equivocado. Yo puedo asegurar que ya no hay corrupción
tolerada en México. Tenemos esas discrepancias", alegó.
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