jueves, marzo 28, 2013

Controlarán uso de agua Se limitará su extracción


De Pulso Político

marzo 28, 2013
Paulino Cárdenas
Hay quienes dicen que se podrá prescindir del petróleo pero no del agua. Al conmemorarse el pasado día 22 el Día Mundial del Agua, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentó la Política Nacional en Materia de Agua y firmó el acuerdo por el que se suspende la libre extracción de las aguas del subsuelo en nuestro territorio. El mandatario priísta señaló que su gobierno “está determinado a ser un gran promotor de la cultura del ahorro, cuidado y uso responsable del agua”. Explicó que el agua es un tema prioritario para el Estado Mexicano e incluso, “un asunto de Seguridad Nacional”. Indicó que se prohibirá la perforación de pozos sin autorización de la Comisión Nacional del Agua, (Conagua)....


Actualmente más de 30 naciones están en crisis por la falta de agua potable. La ONU estima que para el año 2050, 2,800 millones de personas carecerán de este vital líquido, y puede originar conflictos armados entre naciones por asegurar este recurso. En la actualidad, una de las regiones conflictivas, la de Israel, de sus 37 guerras peleadas, 26 han sido por causa de asegurar el suministro del agua. La provisión de agua dulce está disminuyendo en todo el mundo. Una persona de cada cinco ya no tiene acceso al agua potable. Casi una de cada tres no dispone de medios de saneamiento adecuados.
Hay ejemplos muy preocupantes. El 95 por ciento del agua potable de Estados Unido es subterránea. En ese país las fuentes de agua se están secando, debido a que muchos granjeros extraen con bombas el agua del subsuelo, más rápido de lo que la lluvia lo rellena. En Europa, más de la mitad de las ciudades explotan el agua subterránea en forma insostenible. En China, los tres ríos que alimentan las planicies del norte de esa nación, están altamente contaminadas. La cuenca del río Zambeze, en África del Sur, es uno de los sistemas fluviales más sobreutilizados del mundo.
El Chaco es una vasta región compartida por Argentina, Bolivia y Paraguay, con recursos acuíferos naturales caracterizados por su fragilidad y relativa escasez, además de contar con una población reducida y marginalizada. Esa amplia región sufre además severos problemas de desertización. Independientemente de los múltiples proyectos que buscan detectar la magnitud del problema, asegurar el recurso y su uso de manera sustentable, evitar la contaminación y mantener un control permanente hasta cuando se considere conveniente, el hecho es que el agua se está convirtiendo como el mayor conflicto geopolítico del siglo, ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56 por ciento superior que el suministro.
Hay expertos que advierten que, nación que posea agua, podría ser blanco de un saqueo forzado por otro país o varios. Y no es teoría de la calamidad bíblica. Se calcula que para los 6,250 millones de habitantes a los que hemos llegado, se necesitaría ya un 20 por ciento más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerado un commodity o bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas legales son también parte de este combate.
Durante décadas, la ciudad de México se ha ido hundiendo por la enorme cantidad de líquido que se ha extraído de su subsuelo de manera indiscriminada. Pero no es solo ese el problema. Es la escasez en épocas de estiaje. Pero además, el problema lo es también la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos de extracción, en muchos casos muy rudimentarios, y en la mayoría que su extracción es indiscriminada. De ahí que al presentar el presidente Peña Nieto la Política Nacional en Materia de Agua, firmó el acuerdo por el que se suspende el libre alumbramiento de las aguas del subsuelo.
Señaló que la política en materia del agua tendrá 4 líneas de acción: Servicios de agua adecuados y accesibles; Agua para la Seguridad Alimentaria; Manejo responsable y sustentable del agua; y Seguridad Hídrica. Entre los puntos importantes se pretende tener control de la extracción de agua del subsuelo. De igual forma, se prohibirá la perforación de pozos sin autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Y es cierto que la protección del agua por parte del Estado, como recurso invaluable, tiene un alcance de seguridad nacional. Simplemente hay que ver que la cantidad de agua dulce que se utiliza para la agricultura, mientras que otro gran volumen sustancial se pierde en el proceso de riego.
La mayoría de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente el 60 por ciento del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable se pierden por filtraciones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo. Por todo ello, no exageran quienes advierten que la próxima Gran Guerra puede ser por el agua. Y qué bueno que en México el gobierno de Peña Nieto ha dado el primer paso para que haya un reordenamiento en la extracción del preciado y vital líquido, señalando que el agua es un tema prioritario para el Estado Mexicano e incluso, “un asunto de Seguridad Nacional”.
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