De la Jornada
Astillero
Iluminar la noche
Llamado insurgente
CNTE: cúpula y bases
Excesos policiacos en el DF
Llamado insurgente
CNTE: cúpula y bases
Excesos policiacos en el DF
Julio Hernández López
¿Tramo final o inicial?
Las negociaciones cupulares sostenidas por enviados del gobierno
federal con algunos líderes seccionales del sindicalismo magisterial
independiente culminaron ayer con ciertas emiendas al texto
originalmente presentado por Enrique Peña Nieto y con una aparente
instrucción cupular para que el movimiento de resistencia cumpliera de
aquí al jueves con una especie de despedida militante, remitiendo los
conflictos a las esferas estatales, particularmente en los casos de los
dialogantes mandos correspondientes a las secciones 9 y 18 del SNTE (con
sede en el Distrito Federal y Michoacán, respectivamente) y la de
Oaxaca, la 22, que ha aportado las mayores dosis de experiencia y dureza
en la confrontación política y la movilización (Gabino Cué y Miguel
Ángel Osorio dialogaron ayer un par de ocasiones en la capital del
país).
Pero las bases remontaron los acuerdos de élite y, desde el domingo
en que decidieron a última hora zafarse del recorrido de entrega rumbo a
Los Pinos y asumir riesgos de provocaciones, pero enfilarse hacia San
Lázaro, se ha vivido una radicalización evidente que, sin embargo, hace
grandes esfuerzos por no permitir que se instale una imagen de división
interna entre las alas moderada y rebelde.
Ese rechazo a las ‘‘conquistas’’ casi clandestinas negociadas por sus
dirigentes formales, llevó anoche a los profesores en mención a
promover desde abajo una invitación a las afueras del Palacio de Bellas
Artes para iluminar la noche de martes y luego, al pasar al siguiente
día, declarar una insurgencia nacional que pretende instalar un paro de
labores educativas en varias entidades y un abanico de acciones de
resistencia civil enérgica.
El mayor filo guerrero es consecuencia natural del descarado engaño
en que fueron mantenidos los representantes de los profesores de la CNTE
durante las sesiones de presunto diálogo con directivos de las cámaras
del Congreso de la Unión, y de la reveladora premura de diputados
federales y senadores para aprobar bajo consigna las fases necesarias
para sacar adelante la ley del servicio docente. En San Lázaro era tal
la urgencia que la dominical sesión solemne de instalación del Congreso,
que usualmente es la única de ese día, sirvió para citar a otra, casi
inmediata, en la que con atropello se aprobó la citada ley,
expeditamente enviada a su vez el lunes al Senado, donde arrebatadamente
se expidió el dictamen positivo que ayer en la tarde habrían de conocer
los senadores para emitir su voto conforme a la línea trazada por Los
Pinos y su secretaría de acción legislativa: el Pacto por México.
De haberse cumplido los pasos conforme al itinerario programado –esta
columna se escribió mientras el Senado sesionaba, y antes de que se
realizara la marcha esclarecedora de los profesores y su posterior
declaratoria insurgente–, Peña Nieto tendría cierto margen de
benevolencia consigo mismo para suponer que podría viajar en paz rumbo a
Rusia, donde se reuniría con los miembros del G-20, entre ellos el
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuya agencia de seguridad
nacional ha sido denunciada en Brasil por espiar a la presidenta de ese
país y a quien en esas fechas era candidato presidencial en México.
DE NUEVO EN ACTIVO. El general Tomás Ángeles Dauahare (izquierda),
quien fue liberado recientemente al no hallarse elementos sobre
presuntos vínculos con el crimen organizado, asistió ayer a la ceremonia
de graduación de cadetes del Heroico Colegio MilitarFoto Juan Pablo Zamora /Cuartoscuro
El viajero frecuente volaría hacia San Petersburgo a pesar de
la violencia criminal ya instalada sin duda en niveles deplorables, la
economía renqueante (la paridad cambiaria mostraba al dólar en
significativa alza) y una parte de la sociedad mexicana en proceso de
abierta insubordinación desde flancos sindicales (la CNTE) y otros
segmentos sociales listos para participar en un mitin el próximo domingo
que, mediante la convocatoria de AMLO y Morena, expresará repudio
activo a otra de las tareas, la energética, del supuesto
supertransformador de México en 120 días, el etéreo ejecutor del poder
presidencial mexicano que no había podido hasta ayer sentar al embajador
de Estados Unidos en México a escuchar el reproche burocrático por el
espionaje antes mencionado; tan desdeñoso el diplomático imperial que en
lugar de acudir físicamente al llamado de la cancillería prefirió
emitir un cómodo comunicado de prensa en el que aseguró que todo marcha
bien.
Energía, en todo caso, la que con cuantía abrumadora mostró el
gobierno de la capital del país a la hora de contener la marcha
dominical en la que grupos genéricamente denominados ‘‘anarquistas’’
mezclaron protesta genuina, incluso en términos violentos, con
provocaciones montadas por grupos de poder económico y político.
Volcando miles y miles de policías a las calles, para encajonar y casi
inmovilizar las manifestaciones juvenil y magisterial, Miguel Ángel
Mancera podría intentar la elaboración de un pragmático saldo optimista:
no se repitieron en su gravedad los incidentes del primero de diciembre
del año pasado.
Sin embargo, la restricción de libertades ciudadanas mediante el
encimamiento policial tuvo también resultados carcelarios, pues 16
personas, la mayoría jóvenes –entre ellas cuatro periodistas–, fueron
aprehendidas con exceso de fuerza, sin suficientes bases inculpatorias
en la mayoría de los casos y, en uno de esos episodios, atrapando a los
presuntos delincuentes dentro de vagones del Metro. Nueve de los
detenidos fueron puestos en libertad bajo fianza ayer mismo y siete
pasaron al Reclusorio Sur en espera de que fuesen pagadas sus
respectivas cauciones o, cuando menos uno de ellos, sujeto a un proceso
que no le permitirá la libertad inmediata.
Ese domingo se cometieron violaciones de diversos derechos y
libertades en contra de ciudadanos en ejercicio legítimo de la
disidencia política. En ese contexto, y con profesores tratando de
llevar su protesta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y
con otros calderos sociales en pleno hervor, el lic. Peña Nieto deja el
país para enterarse de los graves conflictos que vive Siria y de los
arreglos bélicos de los principales de esos 20 coaligados mayores.
¿Tramo inicial o final? ¿Termina la revuelta magisterial o prende una
etapa más combativa? ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastilleroFacebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario