jueves, octubre 15, 2015

PRIVATIZAR LA UNAM, objetivo de Peña; DESAPARECER NORMALES, objetivo de la reforma educativa

De HugoSadh

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EPN envió 2 candidatos para consolidar agenda privatizadora y atacar autonomía de la UNAM: académicos
De cara a la renovación de rectoría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un grupo de 100 académicos de distintas áreas de la máxima casa de estudios llamó este lunes a la comunidad universitaria (estudiantes, docentes, trabajadores, investigadores) a sumarse a lo que llamaron la “defensa” por la autonomía y el carácter crítico y público de esta institución de educación superior.

Además pidieron que el proceso para elegir al nuevo rector o rectora sea transparente y “verdaderamente democrático”, pues dijeron, “el proceso de auscultación” sólo ha representado a lo largo de la historia una exclusión de la comunidad en la toma de este tipo de decisiones. Al respecto se posicionaron sobre la necesidad de iniciar un debate entre la comunidad y los candidatos a relevar la rectoría.
Los académicos consideraron que en medio de la crisis que hoy en día atraviesa el país en diversos ámbitos-entre ellos el económico- y debido a las políticas del régimen peñista y la insistencia de profundizar la reforma educativa-que consideraron es laboral y privatizadora- el futuro de la UNAM está en riesgo. A esto, apuntaron, se debe añadir la intención del recorte presupuestal a la educación, el cual se encuentra “escondido” en el diseño del presupuesto base cero.
Ante este contexto, los profesores e investigadores que hacen el llamado, reiteraron la necesidad que la comunidad universitaria se sume a la defensa de la Universidad participando activamente, sobre todo ahora que existe la posibilidad que se designe como rector o rectora a un personaje alineado a las directrices de la administración federal, y lleve a consolidar los planes de dejar en manos de privados la educación superior, con todo lo negativo que esto implica.
Sobre el tema, el Dr. John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ-UNAM) habló sobre el plan privatizador que ha echado andar este régimen. Dijo que el propósito es claro y es acabar con todo lo público, entre esto la educación superior.
“Es muy claro el propósito de este régimen de acabar con absolutamente todo lo público. Desde años ha iniciado un proceso de privatización de absolutamente todo: la luz, las aerolíneas, el petróleo, el agua, la educación, la salud, todo lo público le es ajeno a este régimen.
“La UNAM es una gran institución mundial y nacional. Aquí estamos muchos investigadores, académicos, estudiantes, trabajadores que no estamos de acuerdo con que esta gran institución pública se ponga al servicio de los intereses privados y de privatización”, dijo.
Al académico sostuvo que en el actual proceso de renovación de rectoría, Enrique Peña Nieto ha enviado a por lo menos dos candidatos con la intención de afianzar en la UNAM la política privatizadora del régimen priista.
“Es muy transparente lo que está ocurriendo aquí: el presidente Enrique Peña Nieto ha enviado a por lo menos dos candidatos, que hemos logrado identificar, seguro hay otros escondidos por ahí, pero por lo menos dos vemos claramente que son enviados por el presidente de la República para consolidar una agenda privatizadora y atacar la autonomía de la UNAM.
“Aquí estamos muchos para decir que no lo vamos a permitir, que nosotros amamos y queremos a nuestra universidad pública y estamos dispuestos a defender su autonomía, fortalecer su institucionalidad, por eso llamamos a la inclusión, a la transparencia, a la rendición de cuentas para defender la autonomía de la UNAM, que es nuestro sustento como investigadores, también es la conciencia de nuestra nación y es un gran vehículo de movilidad social en este país”, sentenció.
Por su parte, el Dr. Luis Lemus del Instituto de Fisiología Celular, subrayó la importancia de que la UNAM se mantenga pública y además que no se le recorte el presupuesto. Dijo que atentar contra estos aspectos pondría en riesgo las investigaciones desarrolladas en la institución. Además reiteró que desde hace un par de años el gobierno ha emprendido su política privatizadora.
“El gasto público a la UNAM es algo necesario dado lo que se hace en ella. La inserción de la UNAM en el ámbito público es fundamental para el desarrollo nacional;  no se puede hacer si se hace a través de inversión privada.
“Como lo hemos visto en los últimos años el gobierno está en esta lucha de privatizar todos los sectores públicos. Por eso hacemos el llamado a defender la Universidad pública porque no se puede hacer investigación científica sino es a través del concurso de recursos nacionales. Se tiene que reunir el esfuerzo de la nación, no podemos permitir que eso sea rebatado”, dijo.




Es necesario impulsar la democratización de la UNAM
Sobre el relevo en rectoría, los académicos hicieron énfasis en cambiar la manera en que se toman este tipo de decisiones en la UNAM. Reprocharon que en la máxima casa de estudios se conserven métodos horizontales para este tipo de acciones, en donde la opacidad es un elemento presente. Demandaron la necesidad de democratizar a la Universidad y no excluir a la comunidad universitaria.
En este sentido, llamaron a que los candidatos y candidatas a la rectoría se habrán al diálogo y debate con la comunidad. Subrayarón la necesidad de la participación activa de la familia universitaria ante este cambio en rectoría.
En lo referente el Dr. Jaime Cárdenas Gracia, investigador del IIJ-UNAM, manifestó que hoy en día las estructuras del poder en la UNAM están conformadas de manera autoritaria por lo que es necesario reformar la Ley Orgánica de la UNAM.
“Esa ley estructura todas las instancias de poder en la UNAM y lo que observamos los académicos, los trabajadores de la UNAM es como todas esas estructuras de poder están conformadas de manera autoritaria. Las principales decisiones, nombramientos de directores, de rector, las toman la junta de gobierno, que es una instancia integrada por 15 personas que no delibera en público, donde no se justifican sus decisiones, nunca sabemos cuáles son las razones, los argumentos para designar a un director o rector o rectora de la UNAM
“Es imprescindible modificar radicalmente esa ley para que las estructura institucionales en la UNAM sean mucho más democráticas, mucho más abiertas, impliquen mayor nivel de transparencia y de deliberación pública”, dijo.
Aunado a lo anterior, Gerardo de la Fuente profesor de Facultad de Filosofía y Letras dijo que este tipo de procesos para seleccionar a directivos o el rector van en contra del espíritu mismo de la Universidad. Dijo que esta clase de elecciones, en donde los integrantes de la junta de gobierno eligen sin dar explicación alguna, bajo una total opacidad y sin contemplar la opinión de la comunidad debe eliminarse.
“El que el nombramiento de las principales autoridades de la UNAM sea realizado por una junta de notables contraviene una parte esencial de la Universidad que tiene que ver con su idea misma, sus valores (…) Necesitamos que las decisiones sean publica, y que en esta ocasión, aun antes de modificar la ley, asuma (la junta de gobierno) la responsabilidad de hacer públicas sus deliberaciones y debates”, señaló.
Por su parte, Massimo Modonesi, académico de la Facultad de ciencias Políticas y Sociales manifestó que la Universidad debe salir de la edad media. Añadió que las instancias de gobierno de la UNAM son “medievales”.
“La universidad se defiende sacándola de la edad media. Tiene unas instancias de gobierno medievales. Necesitamos una revolución democrática al interior de la Universidad (…) Pedimos transparencia (pero) no es suficiente la transparencia cuando tenemos un sistema de gobierno opaco porque como lo comentaron la propia ley orgánica lo hacen opaco. Tan opaco que hoy tenemos unos candidatos que no son los únicos candidatos que estarían interesado. Hoy en día hay que cubrir ciertos requisitos formales e informales, los candidatos hoy a la rectoría son candidatos que han participado de esa lógica oligárquica y aristocrática por eso son potencialmente candidatos a la sucesión del rector”, dijo.
Los académicos dieron a conocer que el próximo lunes 5 de octubre realizaran un acto en la explanada de rectoría en donde entregaran un cuestionario para los candidatos en aras de  impulsar el debate sobre su plan de trabajo.
Se han profundizado las tendencias crónicas de autoritarismo
“La ratificación de las políticas neoliberales en medio de la crisis de régimen que se ha hecho expresa desde el 26 de septiembre de 2014, con la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, ha profundizado las tendencias crónicas de autoritarismo, corrupción, represión, bajo crecimiento, misoginia de Estado y desigualdad social que nos arrastran hoy hacia una crisis nacional de enormes proporciones”, así lo argumentaron los cien académicos que llamaron a defender a la UNAM.
A través de un comunicado también pidieron atender los grandes retos que hoy tiene la Universidad en su conjunto, entre ellos:
“La urgente necesidad de fortalecer la investigación y la docencia universitaria, generar soluciones públicas para los miles de jóvenes rechazados, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores universitarios,  investigar  las denuncias de violencia sexual a la comunidad femenina de la universidad y sancionar a los responsables, ampliar la participación democrática, transparente y colegiada de la comunidad (estudiantes, maestros, investigadores y administrativos) en la elaboración de programas de trabajo y en los mecanismos de evaluación académica, defender el presupuesto público para la educación y la investigación, así como ampliar la participación de la comunidad universitaria en la determinación de la distribución, asignación y utilización transparente y responsable de los recursos públicos”.
Además llamaron para que la Universidad juegue un rol más robusto en el actual contexto que vive el país. “Habría que multiplicar la presencia de nuestra universidad en el debate nacional hacia el cambio de las políticas públicas actuales que tanto han dañado al país.  La UNAM, ampliamente reconocida por su excelencia académica, la dimensión de sus quehaceres y su larga trayectoria a favor del país, hoy debe asumir como institución múltiples tareas relacionadas con los grandes problemas nacionales y globales”. (Revolución3.0)




Desaparecer las normales, objetivo de la reforma educativa
La gran labor de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la era neoliberal ha sido desmantelar el proyecto nacional de educación y abrirlo a la consolidación de un proyecto mundial estandarizado y de producción a gran escala de comportamientos y actitudes para la unificación de una sola cultura, en donde el consumo hedonista y desmedido define la esencia de todas las relaciones sociales.
Los últimos sucesores de José Vasconcelos no han ocultado su aversión por la escuela pública, ni su falta de formación patriótica, académica y de amplio conocimiento del sector educativo, así lo demuestra el bajo perfil, de corte administrativo y no pedagógico, académico o cultural del recién nombrado secretario de Educación Pública, lo cual es también un indicio preocupante de la indiferencia del actual gobierno de Enrique Peña Nieto para fomentar un proyecto educativo humanista y sensible a las necesidades sociales.
En este contexto se inscribe una nueva reforma para la formación inicial de los docentes que no había tenido mayores implicaciones luego de las modificaciones constitucionales de 2013, pero que hoy enrola a los trabajadores de las escuelas formadoras de maestros en la misma dinámica de evaluaciones para regular la permanencia, al igual que los que se desempeñan en los niveles de educación básica y media superior.

Como ya ha sido costumbre en la política vertical del gobierno de la República, no fue consultada y muchos menos consensuada entre los estudiantes y académicos de las instituciones formadoras de docentes, en donde no han faltado propuestas producto de investigaciones participativas y experienciales de colectivos de investigadores de ese mismo sector, que por supuesto no han sido consideradas por ningún sector público de educación, dado que hace años que estas decisiones se toman en el seno de los organismos de la globalización económica.

Las líneas generales de esta reforma aparecen tanto en el Plan integral: diseño y rediseño y fortalecimiento de las escuelas normales, que presentó la SEP en agosto pasado, así como en las Directrices para mejorar la formación inicial de los docentes de educación básica, que fue publicado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en septiembre pasado; sin embargo, no se aplicarían hasta agosto de 2016.

Es realmente sorprendente la racionalidad que orienta la propuesta en ambos documentos: “Garantizar la idoneidad de los conocimientos y capacidad de quienes ingresan al Servicio Profesional Docente (SPD)”, dice el INEE; pero no ha sido siquiera diseñado un nuevo plan curricular cuyos contenidos definan el perfil del docente, el tipo de hombre y mujer que necesita nuestro país, la sociedad que está proyectando edificar, ni están pensando en las demandas sociales o los contextos culturales. Tal vez en los modos de aprendizaje de los alumnos se están formulando directrices de formación para que los aspirantes a docentes resuelvan el examen nacional del ingreso al servicio, porque si el objetivo es preparar mentores idóneos, ése es el único instrumento que hasta hoy el gobierno ha utilizado para seleccionar a los nuevos maestros.

La integralidad que se pregona en el Plan integral de la SEP es una de las muchas palabras sin contenido que usan para convencer de que tienen sólidos fundamentos pedagógicos, pero la capacitación para ser idóneos, es decir, para ser diestros en contestar plantillas que se reproducen por decenas de miles, repletas de preguntas legaloides, administrativas, memorísticas y simuladoras de posibles escenarios, está muy lejos de la formación docente para enfrentar la diversidad, para educar en el desarrollo del ser humano en sus múltiples dimensiones, para articular un tejido social que se resquebraja por la violencia y la marginación, para sensibilizarse ante la realidad de escuelas llenas de carencias y múltiples factores que merman el aprendizaje.

Una propuesta integral que debiera contener ejes desde la complejidad del proceso educativo, lamultidimensionalidad del sujeto y su realidad, la diversidad regional y cultural de cada centro de formación, originalidad y autenticidad del currículo, la multiplicidad de formas de aprendizaje, así como el desarrollo holístico de los alumnos y profesores, plantea más bien lo opuesto: la creación de un único programa que incluye escuelas normales, universidades pedagógicas nacionales y demás escuelas públicas y privadas formadoras de docentes, cuyos egresados que quieran entrar al servicio finalmente deberán cumplir con los estándares de idoneidad para los cuales es necesariamente absurdo reorganizar todo el sistema de formación inicial para profesores.

Incentivar la formación de un número mayor de docentes “idóneos” suena a una verdadera falacia, cuando menos de 14 mil, es decir, ni siquiera 25 por ciento de las 60 mil personas que resultaron idóneas en el examen de ingreso al Servicio Profesional Docente convocado por la propia SEP en 2015 obtuvieron una plaza de maestro. En este sentido, ambos documentos que trazan planes y directrices de una misma propuesta federal auguran un rotundo fracaso que expulsaría miles de docentes a las gruesas filas del desempleo, si no se reconoce la necesidad y la responsabilidad del Estado en más de 60 mil escuelas que no cuentan con suficientes maestros.

Resulta contradictorio que la propuesta del INEE no tenga que ver con recuperar el modelo educativo de las normales, ni con la apertura de más de estas escuelas, cuando los resultados de sus mismos exámenes de ingreso en 2014 y 2015 demuestran que los más aptos para la docencia son precisamente los normalistas, ahí existe una tradición ética y pedagógica que ha sido parte fundamental del aporte nacional a la educación mundial que no puede ser simplemente soslayada; eso pone en evidencia la ignorancia de un gobierno como el de Enrique Peña Nieto que prefiere firmar convenios de cooperación con el gobierno francés y no rescatar nuestras escuelas que han sido ejemplo en la formación de docentes con alto compromiso social.
El INEE parece más preocupado por satisfacer la demanda de trabajo generada por los egresados de escuelas particulares y afirma lo siguiente: “En los últimos años ha crecido la participación de otras instituciones de educación superior (IES) en la formación de estos profesionales. La oferta educativa de las normales coexiste ya desde hace tiempo con una que proviene de universidades públicas y privadas”, por eso se explica que en las “Directrices” se proponga un plan de acompañamiento para que aquellas instituciones de educación superior que oferten carreras relacionadas con la formación de maestros se vinculen con los estándares de idoneidad de los exámenes nacionales de otorgamiento de plazas.
El Plan integral de la SEP eliminaría las licenciaturas en educación preescolar, educación primaria, educación especial, telesecundaria, educación física y las específicas de cada asignatura en secundaria; toda esa diversidad de necesarias especialidades para cada modalidad en educación básica quedaría sepultada por sólo dos carreras: licenciatura en docencia y licenciatura en inclusión. Esto guarda una cierta lógica que fomenta la desprofesionalización del maestro, en la que cualquier universidad entra en igualdad de condiciones para que carreras afines o similares a la formación docente compitan en el mercado laboral por un contrato precarizado, pero esto también atenta contra el derecho de los niños que requieren cuidados especiales, porque la inclusión significa trasladarlos a las escuelas regulares que no están acondicionadas para darles una educación apropiada y acorde a sus necesidades.
Se está preparando al normalismo para que pierda su trayectoria en la formación inicial de los maestros. Se fragua su desaparición en la medida en que cualquier otra institución de educación superior, principalmente privada, podrá preparar docentes, porque el examen de ingreso al servicio en 2016 será totalmente abierto. Las escuelas normales perderán sentido si sólo fungen como medio para la capacitación y actualización del magisterio y no para la formación profundamente ética, pedagógica, didáctica, patriótica y nacionalista. (Contralínea)

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