De HugoSadh
EPN envió 2 candidatos para consolidar agenda privatizadora y atacar autonomía de la UNAM: académicos
De cara a la renovación de rectoría en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un grupo de 100
académicos de distintas áreas de la máxima casa de estudios llamó este
lunes a la comunidad universitaria (estudiantes, docentes, trabajadores,
investigadores) a sumarse a lo que llamaron la “defensa” por la
autonomía y el carácter crítico y público de esta institución de
educación superior.
Además pidieron que el proceso para
elegir al nuevo rector o rectora sea transparente y “verdaderamente
democrático”, pues dijeron, “el proceso de auscultación” sólo ha
representado a lo largo de la historia una exclusión de la comunidad en
la toma de este tipo de decisiones. Al respecto se posicionaron sobre la
necesidad de iniciar un debate entre la comunidad y los candidatos a
relevar la rectoría.
Los académicos consideraron que en medio
de la crisis que hoy en día atraviesa el país en diversos ámbitos-entre
ellos el económico- y debido a las políticas del régimen peñista y la
insistencia de profundizar la reforma educativa-que consideraron es
laboral y privatizadora- el futuro de la UNAM está en riesgo. A esto,
apuntaron, se debe añadir la intención del recorte presupuestal a la
educación, el cual se encuentra “escondido” en el diseño del presupuesto
base cero.
Ante este contexto, los profesores e
investigadores que hacen el llamado, reiteraron la necesidad que la
comunidad universitaria se sume a la defensa de la Universidad
participando activamente, sobre todo ahora que existe la posibilidad que
se designe como rector o rectora a un personaje alineado a las
directrices de la administración federal, y lleve a consolidar los
planes de dejar en manos de privados la educación superior, con todo lo
negativo que esto implica.
Sobre el tema, el Dr. John Ackerman,
investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ-UNAM) habló
sobre el plan privatizador que ha echado andar este régimen. Dijo que
el propósito es claro y es acabar con todo lo público, entre esto la
educación superior.
“Es muy claro el propósito de este
régimen de acabar con absolutamente todo lo público. Desde años ha
iniciado un proceso de privatización de absolutamente todo: la luz, las
aerolíneas, el petróleo, el agua, la educación, la salud, todo lo
público le es ajeno a este régimen.
“La UNAM es una gran institución mundial y
nacional. Aquí estamos muchos investigadores, académicos, estudiantes,
trabajadores que no estamos de acuerdo con que esta gran institución
pública se ponga al servicio de los intereses privados y de
privatización”, dijo.
Al académico sostuvo que en el actual
proceso de renovación de rectoría, Enrique Peña Nieto ha enviado a por
lo menos dos candidatos con la intención de afianzar en la UNAM la
política privatizadora del régimen priista.
“Es muy transparente lo que está
ocurriendo aquí: el presidente Enrique Peña Nieto ha enviado a por lo
menos dos candidatos, que hemos logrado identificar, seguro hay otros
escondidos por ahí, pero por lo menos dos vemos claramente que son
enviados por el presidente de la República para consolidar una agenda
privatizadora y atacar la autonomía de la UNAM.
“Aquí estamos muchos para decir que no lo
vamos a permitir, que nosotros amamos y queremos a nuestra universidad
pública y estamos dispuestos a defender su autonomía, fortalecer su
institucionalidad, por eso llamamos a la inclusión, a la transparencia, a
la rendición de cuentas para defender la autonomía de la UNAM, que es
nuestro sustento como investigadores, también es la conciencia de
nuestra nación y es un gran vehículo de movilidad social en este país”,
sentenció.
Por su parte, el Dr. Luis Lemus del
Instituto de Fisiología Celular, subrayó la importancia de que la UNAM
se mantenga pública y además que no se le recorte el presupuesto. Dijo
que atentar contra estos aspectos pondría en riesgo las investigaciones
desarrolladas en la institución. Además reiteró que desde hace un par de
años el gobierno ha emprendido su política privatizadora.
“El gasto público a la UNAM es algo
necesario dado lo que se hace en ella. La inserción de la UNAM en el
ámbito público es fundamental para el desarrollo nacional; no se puede
hacer si se hace a través de inversión privada.
“Como lo hemos visto en los últimos años
el gobierno está en esta lucha de privatizar todos los sectores
públicos. Por eso hacemos el llamado a defender la Universidad pública
porque no se puede hacer investigación científica sino es a través del
concurso de recursos nacionales. Se tiene que reunir el esfuerzo de la
nación, no podemos permitir que eso sea rebatado”, dijo.
Es necesario impulsar la democratización de la UNAM
Sobre el relevo en rectoría, los
académicos hicieron énfasis en cambiar la manera en que se toman este
tipo de decisiones en la UNAM. Reprocharon que en la máxima casa de
estudios se conserven métodos horizontales para este tipo de acciones,
en donde la opacidad es un elemento presente. Demandaron la necesidad de
democratizar a la Universidad y no excluir a la comunidad
universitaria.
En este sentido, llamaron a que los
candidatos y candidatas a la rectoría se habrán al diálogo y debate con
la comunidad. Subrayarón la necesidad de la participación activa de la
familia universitaria ante este cambio en rectoría.
En lo referente el Dr. Jaime Cárdenas
Gracia, investigador del IIJ-UNAM, manifestó que hoy en día las
estructuras del poder en la UNAM están conformadas de manera autoritaria
por lo que es necesario reformar la Ley Orgánica de la UNAM.
“Esa ley estructura todas las instancias
de poder en la UNAM y lo que observamos los académicos, los trabajadores
de la UNAM es como todas esas estructuras de poder están conformadas de
manera autoritaria. Las principales decisiones, nombramientos de
directores, de rector, las toman la junta de gobierno, que es una
instancia integrada por 15 personas que no delibera en público, donde no
se justifican sus decisiones, nunca sabemos cuáles son las razones, los
argumentos para designar a un director o rector o rectora de la UNAM
“Es imprescindible modificar radicalmente
esa ley para que las estructura institucionales en la UNAM sean mucho
más democráticas, mucho más abiertas, impliquen mayor nivel de
transparencia y de deliberación pública”, dijo.
Aunado a lo anterior, Gerardo de la
Fuente profesor de Facultad de Filosofía y Letras dijo que este tipo de
procesos para seleccionar a directivos o el rector van en contra del
espíritu mismo de la Universidad. Dijo que esta clase de elecciones, en
donde los integrantes de la junta de gobierno eligen sin dar explicación
alguna, bajo una total opacidad y sin contemplar la opinión de la
comunidad debe eliminarse.
“El que el nombramiento de las
principales autoridades de la UNAM sea realizado por una junta de
notables contraviene una parte esencial de la Universidad que tiene que
ver con su idea misma, sus valores (…) Necesitamos que las decisiones
sean publica, y que en esta ocasión, aun antes de modificar la ley,
asuma (la junta de gobierno) la responsabilidad de hacer públicas sus
deliberaciones y debates”, señaló.
Por su parte, Massimo Modonesi, académico
de la Facultad de ciencias Políticas y Sociales manifestó que la
Universidad debe salir de la edad media. Añadió que las instancias de
gobierno de la UNAM son “medievales”.
“La universidad se defiende sacándola de
la edad media. Tiene unas instancias de gobierno medievales. Necesitamos
una revolución democrática al interior de la Universidad (…) Pedimos
transparencia (pero) no es suficiente la transparencia cuando tenemos un
sistema de gobierno opaco porque como lo comentaron la propia ley
orgánica lo hacen opaco. Tan opaco que hoy tenemos unos candidatos que
no son los únicos candidatos que estarían interesado. Hoy en día hay que
cubrir ciertos requisitos formales e informales, los candidatos hoy a
la rectoría son candidatos que han participado de esa lógica oligárquica
y aristocrática por eso son potencialmente candidatos a la sucesión del
rector”, dijo.
Los académicos dieron a conocer que el
próximo lunes 5 de octubre realizaran un acto en la explanada de
rectoría en donde entregaran un cuestionario para los candidatos en aras
de impulsar el debate sobre su plan de trabajo.
Se han profundizado las tendencias crónicas de autoritarismo
“La ratificación de las políticas
neoliberales en medio de la crisis de régimen que se ha hecho expresa
desde el 26 de septiembre de 2014, con la desaparición forzada de los 43
estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, ha profundizado las
tendencias crónicas de autoritarismo, corrupción, represión, bajo
crecimiento, misoginia de Estado y desigualdad social que nos arrastran
hoy hacia una crisis nacional de enormes proporciones”, así lo
argumentaron los cien académicos que llamaron a defender a la UNAM.
A través de un comunicado también pidieron atender los grandes retos que hoy tiene la Universidad en su conjunto, entre ellos:
“La urgente necesidad de fortalecer la
investigación y la docencia universitaria, generar soluciones públicas
para los miles de jóvenes rechazados, mejorar las condiciones laborales
de los trabajadores universitarios, investigar las denuncias de
violencia sexual a la comunidad femenina de la universidad y sancionar a
los responsables, ampliar la participación democrática, transparente y
colegiada de la comunidad (estudiantes, maestros, investigadores y
administrativos) en la elaboración de programas de trabajo y en los
mecanismos de evaluación académica, defender el presupuesto público para
la educación y la investigación, así como ampliar la participación de
la comunidad universitaria en la determinación de la distribución,
asignación y utilización transparente y responsable de los recursos
públicos”.
Además llamaron para que la Universidad
juegue un rol más robusto en el actual contexto que vive el país.
“Habría que multiplicar la presencia de nuestra universidad en el debate
nacional hacia el cambio de las políticas públicas actuales que tanto
han dañado al país. La UNAM, ampliamente reconocida por su excelencia
académica, la dimensión de sus quehaceres y su larga trayectoria a favor
del país, hoy debe asumir como institución múltiples tareas
relacionadas con los grandes problemas nacionales y globales”. (Revolución3.0)
Desaparecer las normales, objetivo de la reforma educativa
La gran labor de la Secretaría de
Educación Pública (SEP) en la era neoliberal ha sido desmantelar el
proyecto nacional de educación y abrirlo a la consolidación de un
proyecto mundial estandarizado y de producción a gran escala de
comportamientos y actitudes para la unificación de una sola cultura, en
donde el consumo hedonista y desmedido define la esencia de todas las
relaciones sociales.
Los últimos sucesores de José Vasconcelos no han ocultado su aversión por la escuela pública, ni su falta de formación patriótica, académica y de amplio conocimiento del sector educativo, así lo demuestra el bajo perfil, de corte administrativo y no pedagógico, académico o cultural del recién nombrado secretario de Educación Pública, lo cual es también un indicio preocupante de la indiferencia del actual gobierno de Enrique Peña Nieto para fomentar un proyecto educativo humanista y sensible a las necesidades sociales.
En este contexto se inscribe una nueva
reforma para la formación inicial de los docentes que no había tenido
mayores implicaciones luego de las modificaciones constitucionales de
2013, pero que hoy enrola a los trabajadores de las escuelas formadoras
de maestros en la misma dinámica de evaluaciones para regular la
permanencia, al igual que los que se desempeñan en los niveles de
educación básica y media superior.
Como ya ha sido costumbre en la política
vertical del gobierno de la República, no fue consultada y muchos menos
consensuada entre los estudiantes y académicos de las instituciones
formadoras de docentes, en donde no han faltado propuestas producto de
investigaciones participativas y experienciales de colectivos de
investigadores de ese mismo sector, que por supuesto no han sido
consideradas por ningún sector público de educación, dado que hace años
que estas decisiones se toman en el seno de los organismos de la
globalización económica.
Las líneas generales de esta reforma aparecen tanto en el Plan integral: diseño y rediseño y fortalecimiento de las escuelas normales, que presentó la SEP en agosto pasado, así como en las Directrices para mejorar la formación inicial de los docentes de educación básica,
que fue publicado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE) en septiembre pasado; sin embargo, no se aplicarían
hasta agosto de 2016.
Es realmente sorprendente la racionalidad
que orienta la propuesta en ambos documentos: “Garantizar la idoneidad
de los conocimientos y capacidad de quienes ingresan al Servicio
Profesional Docente (SPD)”, dice el INEE; pero no ha sido siquiera
diseñado un nuevo plan curricular cuyos contenidos definan el perfil del
docente, el tipo de hombre y mujer que necesita nuestro país, la
sociedad que está proyectando edificar, ni están pensando en las
demandas sociales o los contextos culturales. Tal vez en los modos de
aprendizaje de los alumnos se están formulando directrices de formación
para que los aspirantes a docentes resuelvan el examen nacional del
ingreso al servicio, porque si el objetivo es preparar mentores idóneos,
ése es el único instrumento que hasta hoy el gobierno ha utilizado para
seleccionar a los nuevos maestros.
La integralidad que se pregona en el Plan integral
de la SEP es una de las muchas palabras sin contenido que usan para
convencer de que tienen sólidos fundamentos pedagógicos, pero la
capacitación para ser idóneos, es decir, para ser diestros en contestar
plantillas que se reproducen por decenas de miles, repletas de preguntas
legaloides, administrativas, memorísticas y simuladoras de posibles
escenarios, está muy lejos de la formación docente para enfrentar la
diversidad, para educar en el desarrollo del ser humano en sus múltiples
dimensiones, para articular un tejido social que se resquebraja por la
violencia y la marginación, para sensibilizarse ante la realidad de
escuelas llenas de carencias y múltiples factores que merman el
aprendizaje.
Una propuesta integral que debiera contener ejes desde la complejidad del proceso educativo, lamultidimensionalidad
del sujeto y su realidad, la diversidad regional y cultural de cada
centro de formación, originalidad y autenticidad del currículo, la
multiplicidad de formas de aprendizaje, así como el desarrollo holístico
de los alumnos y profesores, plantea más bien lo opuesto: la creación
de un único programa que incluye escuelas normales, universidades
pedagógicas nacionales y demás escuelas públicas y privadas formadoras
de docentes, cuyos egresados que quieran entrar al servicio finalmente
deberán cumplir con los estándares de idoneidad para los cuales es
necesariamente absurdo reorganizar todo el sistema de formación inicial
para profesores.
Incentivar la formación de un número
mayor de docentes “idóneos” suena a una verdadera falacia, cuando menos
de 14 mil, es decir, ni siquiera 25 por ciento de las 60 mil personas
que resultaron idóneas en el examen de ingreso al Servicio Profesional
Docente convocado por la propia SEP en 2015 obtuvieron una plaza de
maestro. En este sentido, ambos documentos que trazan planes y
directrices de una misma propuesta federal auguran un rotundo fracaso
que expulsaría miles de docentes a las gruesas filas del desempleo, si
no se reconoce la necesidad y la responsabilidad del Estado en más de 60
mil escuelas que no cuentan con suficientes maestros.
Resulta contradictorio que la propuesta
del INEE no tenga que ver con recuperar el modelo educativo de las
normales, ni con la apertura de más de estas escuelas, cuando los
resultados de sus mismos exámenes de ingreso en 2014 y 2015 demuestran
que los más aptos para la docencia son precisamente los normalistas, ahí
existe una tradición ética y pedagógica que ha sido parte fundamental
del aporte nacional a la educación mundial que no puede ser simplemente
soslayada; eso pone en evidencia la ignorancia de un gobierno como el de
Enrique Peña Nieto que prefiere firmar convenios de cooperación con el
gobierno francés y no rescatar nuestras escuelas que han sido ejemplo en
la formación de docentes con alto compromiso social.
El INEE parece más preocupado por satisfacer la demanda de trabajo generada por los egresados de escuelas particulares y afirma lo siguiente: “En los últimos años ha crecido la participación de otras instituciones de educación superior (IES) en la formación de estos profesionales. La oferta educativa de las normales coexiste ya desde hace tiempo con una que proviene de universidades públicas y privadas”, por eso se explica que en las “Directrices” se proponga un plan de acompañamiento para que aquellas instituciones de educación superior que oferten carreras relacionadas con la formación de maestros se vinculen con los estándares de idoneidad de los exámenes nacionales de otorgamiento de plazas.El Plan integral de la SEP eliminaría las licenciaturas en educación preescolar, educación primaria, educación especial, telesecundaria, educación física y las específicas de cada asignatura en secundaria; toda esa diversidad de necesarias especialidades para cada modalidad en educación básica quedaría sepultada por sólo dos carreras: licenciatura en docencia y licenciatura en inclusión. Esto guarda una cierta lógica que fomenta la desprofesionalización del maestro, en la que cualquier universidad entra en igualdad de condiciones para que carreras afines o similares a la formación docente compitan en el mercado laboral por un contrato precarizado, pero esto también atenta contra el derecho de los niños que requieren cuidados especiales, porque la inclusión significa trasladarlos a las escuelas regulares que no están acondicionadas para darles una educación apropiada y acorde a sus necesidades.
Se está preparando al normalismo para que
pierda su trayectoria en la formación inicial de los maestros. Se
fragua su desaparición en la medida en que cualquier otra institución de
educación superior, principalmente privada, podrá preparar docentes,
porque el examen de ingreso al servicio en 2016 será totalmente abierto.
Las escuelas normales perderán sentido si sólo fungen como medio para
la capacitación y actualización del magisterio y no para la formación
profundamente ética, pedagógica, didáctica, patriótica y nacionalista. (Contralínea)
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