Audiencias y Redes, las Batallas Perdidas por Peña Nieto | Homozapping:
Escrito por Jenaro Villamil el 20 mayo 2012 a las 4:28 pm en Destacadas, Internet y redes sociales, Sociedad
Enrique Peña Nieto durante su "viernes negro" en la Ibero. Foto: Cecilia Villaverde
El “viernes negro” de la Universidad Iberoamericana no sólo “marcó” la campaña de Enrique Peña Nieto, como él mismo admitió en el programa Punto de Partida, de Televisa. Fracturó a su equipo de coordinadores y operadores políticos que lo acompañan desde el inicio de la contienda. Marcó el inicio del alejamiento con la dictadura analógica, de la cual él fue rey de pantalla, presidente de facto, relleno de encuestas, como antes de urnas.
Las fracturas al interior del equipo peñista afloraron en los días siguientes al episodio del 11 de mayo. En especial, entre los dos polos más importantes de su equipo: el del coordinador general de la campaña, Luis Videgaray, identificado como el máximo responsable de la organización, la logística, la seguridad y la difusión de cada acto de Peña Nieto; y el de Miguel Angel Osorio Chong, el ex gobernador de Hidalgo, quien desde la Secretaría de Organización del PRI se ha convertido en el principal operador con los gobernadores y las corrientes más “duras” al interior del PRI.
La crisis en la Universidad Iberoamericana marcó un antes y un después en ese equipo. De la batalla en las redes sociales, en especial ante la irrupción de videos de Youtube y en Twitter, se pasó a una soterrada disputa política al interior del equipo peñista.
Antes del episodio de la Iberoamericana, bajo la batuta de Videgaray y de Osorio Chong, el peñismo pudo enfrentar los momentos más álgidos: la definición de las “listas” de candidatos a diputados federales y senadores del PRI; el presunto espionaje contra la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota; el escándalo por el excesivo gasto en el despliegue mediático y propagandístico de Peña Nieto en las primeras dos semanas de la campaña; la disputa por los “compromisos incumplidos” del ex gobernador mexiquense; y los efectos del posdebate, en especial, el escándalo de los convenios de publicidad secretos, firmados con Televisa desde 2005.
Las secuelas de la protesta estudiantil, el primer evento donde Peña Nieto salió en medio de abucheos y gritos de “¡asesino, asesino!”, generó una disputa en el “cuarto de guerra” del mexiquense para saber quiénes eran los responsables de los errores de logística, de seguridad y de comunicación cometidos durante este episodio.
“Estamos perdiendo la batalla en las redes sociales”, admitió uno de los integrantes de ese equipo, al conocerse que tan sólo en Youtube, los videos grabados por los estudiantes habían desplazado a la versión maquillada que el peñismo intentó generar en los dos días posteriores.
En Twitter los Trending Topic en contra de Peña Nieto le ganaron a los hashtags de los @ectivistas y otros grupos de apoyo, coordinados por Alejandra Lagunes, ex vicepresidenta de Google, quien asesora al peñismo en este terreno.
El video “131 Alumnos de la Ibero Responden”, grabado por estudiantes de la propia universidad para desmentir que fueran “acarreados, porros o infiltrados”, acaparó la atención pública al inicio de esta semana. Hasta el 18 de mayo, este video registró en Youtube 853,992 entradas, más del doble del spot producido y patrocinado por el equipo de Peña Nieto.
En este spot Peña Nieto presume que gobernará para todos, “también entendiendo a quienes no comparten mis ideas”. Se ven algunas imágenes de la protesta en la Universidad Iberoamericana. Hasta el 18 de mayo, tenía 348,313 entradas en Youtube, a pesar de ser una inserción pagada. Los costos de cada uno de estos videos insertados y pagados rebasan los 50 mil dólares, según los precios de Youtube.
En Facebook inició la convocatoria de la #MarchaAntiEPN. Al principio, muchos tenían desconfianza. ¿Quién pretendía capitalizar la animadversión de los jóvenes estudiantes en contra del candidato presidencial del PRI? En la Ciudad de México se demostró que la convocatoria en redes sociales rebasó también a los propios partidos políticos y a cualquier grosero intento de capitalizar la marcha de más de 40 mil personas en contra del aspirante priista.
La versión amable y tolerante de lo ocurrido en la Iberoamericana contrastó con las primeras declaraciones surgidas del entorno peñista. El mismo candidato presidencial, antes de subirse a su camioneta tras su accidentada salida, afirmó ante el canal CNNExpansión que esas manifestaciones “no son genuinas”.
El propio Aurelio Nuño, coordinador de Difusión de Peña Nieto, y ex alumno de la Ibero, en su primera reacción en Twitter escribió:
“Ibero invitó a candidatos bajo título ‘buen ciudadano’, después de intolerancia de hoy, maestros y autoridades creo que tienen mucho que meditar”.
El líder nacional de la CNOP, Emilio Gamboa Patrón, ex estudiante también de la Ibero, se fue con todo contra los estudiantes. En una entrevista radiofónica afirmó que lo sucedido “fue una actitud porril, provocadora”, y que las autoridades de la universidad debían investigar.
La misma línea siguieron en los primeros días el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y el vocero del partido, Eduardo Sánchez, así como el dirigente nacional del Partido Verde, Arturo Escobar, quienes acusaron a los estudiantes de “cobardes”, “intolerantes” y “agresivos”.
La pauta del cambio la provocó Luis Videgaray, el coordinador general de la campaña, cuando contrapunteó a las otras voces del PRI:
“Lo más peligroso que puede tener México es una juventud indiferente…No nos sentimos agredidos, para nada, ésta es la democracia”.
Ya no les dio tiempo para maquillar su tolerancia exprés. Doble discurso, doble cara, doble estrategia (golpear a manifestantes en plazas controladas, como Toluca, Colima o Córdoba) y realizar declaraciones retóricas sobre el “respeto” y la “tolerancia” a las manifestaciones de los adversarios.
Un video de apenas 15 segundos, extraído del programa Punto de Partida, de Televisa, muestra a Peña Nieto observando “expedientes” de algunos de los estudiantes que convocaron a las protestas en su contra en la Universidad Iberoamericana.
En lugar de generar miedo o intimidación, este video tuvo el efecto contrario: alentó la protesta y la solidaridad en los miles de jóvenes, usuarios de las redes sociales, que ya no se dejan apantallar.
El “viernes negro” de la Universidad Iberoamericana no sólo “marcó” la campaña de Enrique Peña Nieto, como él mismo admitió en el programa Punto de Partida, de Televisa. Fracturó a su equipo de coordinadores y operadores políticos que lo acompañan desde el inicio de la contienda. Marcó el inicio del alejamiento con la dictadura analógica, de la cual él fue rey de pantalla, presidente de facto, relleno de encuestas, como antes de urnas.
Las fracturas al interior del equipo peñista afloraron en los días siguientes al episodio del 11 de mayo. En especial, entre los dos polos más importantes de su equipo: el del coordinador general de la campaña, Luis Videgaray, identificado como el máximo responsable de la organización, la logística, la seguridad y la difusión de cada acto de Peña Nieto; y el de Miguel Angel Osorio Chong, el ex gobernador de Hidalgo, quien desde la Secretaría de Organización del PRI se ha convertido en el principal operador con los gobernadores y las corrientes más “duras” al interior del PRI.
La crisis en la Universidad Iberoamericana marcó un antes y un después en ese equipo. De la batalla en las redes sociales, en especial ante la irrupción de videos de Youtube y en Twitter, se pasó a una soterrada disputa política al interior del equipo peñista.
Antes del episodio de la Iberoamericana, bajo la batuta de Videgaray y de Osorio Chong, el peñismo pudo enfrentar los momentos más álgidos: la definición de las “listas” de candidatos a diputados federales y senadores del PRI; el presunto espionaje contra la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota; el escándalo por el excesivo gasto en el despliegue mediático y propagandístico de Peña Nieto en las primeras dos semanas de la campaña; la disputa por los “compromisos incumplidos” del ex gobernador mexiquense; y los efectos del posdebate, en especial, el escándalo de los convenios de publicidad secretos, firmados con Televisa desde 2005.
Las secuelas de la protesta estudiantil, el primer evento donde Peña Nieto salió en medio de abucheos y gritos de “¡asesino, asesino!”, generó una disputa en el “cuarto de guerra” del mexiquense para saber quiénes eran los responsables de los errores de logística, de seguridad y de comunicación cometidos durante este episodio.
“Estamos perdiendo la batalla en las redes sociales”, admitió uno de los integrantes de ese equipo, al conocerse que tan sólo en Youtube, los videos grabados por los estudiantes habían desplazado a la versión maquillada que el peñismo intentó generar en los dos días posteriores.
En Twitter los Trending Topic en contra de Peña Nieto le ganaron a los hashtags de los @ectivistas y otros grupos de apoyo, coordinados por Alejandra Lagunes, ex vicepresidenta de Google, quien asesora al peñismo en este terreno.
El video “131 Alumnos de la Ibero Responden”, grabado por estudiantes de la propia universidad para desmentir que fueran “acarreados, porros o infiltrados”, acaparó la atención pública al inicio de esta semana. Hasta el 18 de mayo, este video registró en Youtube 853,992 entradas, más del doble del spot producido y patrocinado por el equipo de Peña Nieto.
En este spot Peña Nieto presume que gobernará para todos, “también entendiendo a quienes no comparten mis ideas”. Se ven algunas imágenes de la protesta en la Universidad Iberoamericana. Hasta el 18 de mayo, tenía 348,313 entradas en Youtube, a pesar de ser una inserción pagada. Los costos de cada uno de estos videos insertados y pagados rebasan los 50 mil dólares, según los precios de Youtube.
En Facebook inició la convocatoria de la #MarchaAntiEPN. Al principio, muchos tenían desconfianza. ¿Quién pretendía capitalizar la animadversión de los jóvenes estudiantes en contra del candidato presidencial del PRI? En la Ciudad de México se demostró que la convocatoria en redes sociales rebasó también a los propios partidos políticos y a cualquier grosero intento de capitalizar la marcha de más de 40 mil personas en contra del aspirante priista.
La versión amable y tolerante de lo ocurrido en la Iberoamericana contrastó con las primeras declaraciones surgidas del entorno peñista. El mismo candidato presidencial, antes de subirse a su camioneta tras su accidentada salida, afirmó ante el canal CNNExpansión que esas manifestaciones “no son genuinas”.
El propio Aurelio Nuño, coordinador de Difusión de Peña Nieto, y ex alumno de la Ibero, en su primera reacción en Twitter escribió:
“Ibero invitó a candidatos bajo título ‘buen ciudadano’, después de intolerancia de hoy, maestros y autoridades creo que tienen mucho que meditar”.
El líder nacional de la CNOP, Emilio Gamboa Patrón, ex estudiante también de la Ibero, se fue con todo contra los estudiantes. En una entrevista radiofónica afirmó que lo sucedido “fue una actitud porril, provocadora”, y que las autoridades de la universidad debían investigar.
La misma línea siguieron en los primeros días el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y el vocero del partido, Eduardo Sánchez, así como el dirigente nacional del Partido Verde, Arturo Escobar, quienes acusaron a los estudiantes de “cobardes”, “intolerantes” y “agresivos”.
La pauta del cambio la provocó Luis Videgaray, el coordinador general de la campaña, cuando contrapunteó a las otras voces del PRI:
“Lo más peligroso que puede tener México es una juventud indiferente…No nos sentimos agredidos, para nada, ésta es la democracia”.
Ya no les dio tiempo para maquillar su tolerancia exprés. Doble discurso, doble cara, doble estrategia (golpear a manifestantes en plazas controladas, como Toluca, Colima o Córdoba) y realizar declaraciones retóricas sobre el “respeto” y la “tolerancia” a las manifestaciones de los adversarios.
Un video de apenas 15 segundos, extraído del programa Punto de Partida, de Televisa, muestra a Peña Nieto observando “expedientes” de algunos de los estudiantes que convocaron a las protestas en su contra en la Universidad Iberoamericana.
En lugar de generar miedo o intimidación, este video tuvo el efecto contrario: alentó la protesta y la solidaridad en los miles de jóvenes, usuarios de las redes sociales, que ya no se dejan apantallar.
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