lunes, mayo 21, 2012

De AMLO a Josefina: “Te pareces tanto a mí”

De Zócalo Saltillo
Itinerario Político
Ricardo Alemán
 A nadie debiera sorprender que aquellos que ocupan el segundo y/o tercer lugar en una contienda presidencial –como es el caso de la señora Josefina y del señor Andrés, en las presidenciales mexicanas–, decidan sumar fuerzas para tumbar al puntero.

Nadie debiera dar la voz de alarma por el hecho de que el segundo y tercer lugares en la contienda, utilicen los mismos argumentos políticos e idénticos instrumentos discusivos, para tratar de tirar al candidato que les lleva una veintena de puntos de distancia.

En realidad –y en rigor–, tanto la candidata de la derecha, como el aspirante de las izquierdas, hacen todo lo que dice el librito, en tiempos electorales. Es decir, presentar un bloque común de acusaciones, señalamiento, críticas y descalificaciones contra el candidato que lleva la delantera, para abonar en su descrédito. Y es que, en teoría, la eficacia de los obuses es mayor, cuando son apoyados por dos o más candidatos.

Por eso, no fue casual ver a Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, practicando el “uno dos” contra Peña Nieto, en el primer debate; no es casual que hayan coincidido en la denuncia de que el mexiquense “es un cínico”, cuando el candidato del PRI propuso castigar a los responsables del desfalco en el gobierno de Coahuila. Y no es ninguna casualidad que hayan utilizado un argumento idéntico para señalar que el potencial triunfo de Peña Nieto –y el consecuente regreso del PRI–, son “un peligro para México”.

Y tampoco debiera sorprender que, a la par, la señora Josefina y el señor Andrés se hayan convertido en promotores de las movilizaciones callejeras contra Enrique Peña Nieto, como medida desesperada, ante la escasa penetración que muestra las campañas de la derecha y las izquierdas. Y es que, en el fondo, asistimos a los últimos lances, desesperados, de la derecha y las izquierdas por detener a Peña Nieto. Todo ello con el riesgo que significa que pretendan imponer el voto callejero, por sobre el voto en las urnas.

¿Pero qué significa que la señora Josefina y el señor Andrés hayan decidido seguir la ruta de la movilización callejera contra Peña Nieto, antes que exaltar las virtudes de sus propias candidaturas?. ¿Qué debemos entender cuando la derecha y las izquierdas han caminado juntos --contra Peña Nieto--, en el último tramo de la candidatura presidencial, sin importar que representan al “Espurio” y al “Legítimo”?. ¿Qué entender, cuando hoy AMLO y JVM parecen hermanitos, cuando caminan juntos y tomados de la mano, siendo que ayer eran como el agua y el aceite?. Vamos por partes.

Primero, se debe reconocer que al acudir a la estrategia electoral de la movilización callejera contra Peña Nieto, tanto Josefina como Andrés, han aceptado que sus respectivas propuestas resultaron fallidas. Más aún, en comederos políticos, se moteja la alianza entre derecha e izquierdas, con el clásico de Juan Gabriel. Se dice en medio de carcajadas: “¿Sabes que le canta AMLO a Josefina, todas las mañanas?... ¡Te pareces tanto a mi, que no puedes engañarme!”.

Y segundo: que será el sereno, pero precisamente el problema por el que están estancadas las candidaturas de Andrés y Josefina, es porque no le ofrecen al electorado una diferencia sustancial. ¿Cuál es la diferencia, hoy, entre las propuestas presidenciales de la derecha de “chepina” y las izquierdas de AMLO?. No existe.

Peor aún, resulta contradictorio y hasta ofensivo que hoy caminen de la mano la señora Josefina y el señor Andrés, cuando ella representa al “espurio” y él es el “legítimo”. ¿Cómo le explican al electorado que son una alternativa de gobierno seria, si ayer peleaban a muerte y hoy parecen hermanitos?. ¿Quién puede creer en dos presidenciables que, sin ningún rigor ideológico, programático y estratégico –y sin la más elemental memoria–, hoy pacten destruir al adversario, cuando ayer eran los peores enemigos?.

Y es que en el fondo, en sus desesperadas estrategias contra Peña Nieto, tanto las izquierdas, como la derecha, han terminado por desfigurarse y por borrar toda identidad genética; por desaparecer sus respectivos afluentes ideológicos e históricos. Se entiende que por razones estratégicas, los partidos políticos hagan alianzas y acuerdos. Pero lo que pasa entre el PAN y el PRD, cada vez se parece más a una perversión política.

Y a pesar de todo, los electores olfatean los malos olores. Al tiempo.

EN EL CAMINO

Siguen cayendo militares, presuntos implicados con el crimen. Bien por el Gobierno federal. ¿Pero a poco no hay cola electoral?

No hay comentarios:

Publicar un comentario