miércoles, mayo 09, 2012

El 2 de julio que viene

De Zócalo Saltillo
Campos Elíseos
Katia D'Artigues
¿Pemexgate 2012? 

Son los primeros minutos del lunes 2 de julio. Usted y yo vamos amaneciendo o apenas yéndonos a dormir con una resaca electorera que ya conocemos. El déjà vu de 2006 nos ataca.

Los cuatro candidatos presidenciales se declararon ganadores. Carajo, pensamos. Todo esto se veía venir debido a la decisión, controvertida, de que a principios de mayo, el Tribunal Federal Electoral echó para atrás la decisión del IFE de que no realizara un conteo rápido que nos diera más o menos certeza a los ciudadanos.

En la Fuente de la Cibeles, ahí en la colonia Condesa, Elba Esther Gordillo —quien reapareció después de ausentarse durante toda la campaña— levanta el brazo a Gabriel Quadri. Afirmó que ella estará sentada junto a él en alguno de los despachos de Los Pinos.

En el Zócalo capitalino ondean banderas amarillas, rojas y naranjas. En el templete, y de espaldas a Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador rodeado de Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas, Carlos Navarrete y todo su gabinete propuesto, se tomaron de la mano y las alzaron en señal de victoria. Dicen que sus números los dan como ganadores de esta contienda y que cualquier cosa que no sea así será otro fraude más.

En el CEN del PAN, la plana mayor de ese partido arropa a Josefina Vázquez Mota, su presidenta electa, dicen ellos. En medio de papel picado azul pan y blanco, están Gustavo Madero, Ernesto Cordero y Santiago Creel, Margarita Zavala, muy atrás, casi escondido Juan Molinar. Después de eso se irán al Ángel de la Independencia. Se espera que a Josefina le griten: “No nos falles, otra vez; no nos falles, otra vez”.

El auditorio Plutarco Elías Calles, del CEN priísta, luce a todo lo que da la marea roja: el viejo y “nuevo” PRI, coreando “Enrique, Enrique”. Según sus números, ganaron las elecciones y con ello, regresan después de 12 años a la casa que los vio crecer políticamente.

Mientras, Leonardo Valdés Zurita y los consejeros electorales que lo acompañan siguen acuartelados en la sede central del IFE, sin saber cómo darán credibilidad a los resultados presidenciales.

Me gusta la franqueza con la que se ha dado a conocer Gabriel Quadri. Sin lugar a dudas, la revelación del pasado debate.

Pero ayer dio muestra que es bueno para las matemáticas.

Se dio a conocer información en el sentido que diariamente, el SNTE se lleva a la bolsa de… bueno, a sus cuentas, para no crear “sospechosismos”, cerca de 6 millones de pesos, por concepto de aportaciones de sus agremiados.

Pufff. 


Él rápidamente salió en defensa de los maestros del país. Sí, y al parecer hasta de la maestra Elba Esther Gordillo, poderosa líder magisterial y dueñ… perdón, co-fundadora del Partido Nueva Alianza, para que esto no se malinterprete.

Según los cálculos hechos por Quadri, no son 6 millones, sino… ¡3 millones 400 mil pesos al día!

Ah, bueno. Como sea de ninguna cantidad de dinero dan cuentas.

De las cosas que uno se va enterando en tiempos pre y post–electorales. Seguramente recordará el escandalazo del Pemexgate que afectó al PRI en la campaña presidencial del 2000. Cuando nos enteramos de los recursos que de esa paraestatal, unos mil 500 millones de pesos, salieron rumbo a la campaña presidencial en ese entonces de Francisco Labastida. Hasta la madre de todas las multas le aplicó el IFE en ese momento: mil millones de pesos.

Doce años más tarde, ahora, una nueva historia parece comenzar a escribirse.

Gracias a las cuentas detectadas por la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, los números no les cuadraron, y en la paraestatal aparece, en 2009, un faltante de 400 mil millones de pesos.

Uy. Con decirle que para Estela Damián, diputada presidenta de esa comisión, ya calificó a este hoyote monetario como “el desvío más grande de recursos” en la historia de Petróleos Mexicanos.
Obviamente no estoy diciendo que exista una versión 2012 del Pemexgate; pero sí resulta muy curioso que esto se dé en tiempos electorales.

Cuando los hermanos se encuentran… en las urnas. En ese dilema andan Roberto y Elmar Pinto Kánter. Ambos quieren ser presidente municipal de Altamirano, Tabasco y pelean por dicha candidatura por un mismo partido: el PRI. Cómo estarán las cosas, que el pasado fin de semana, sus respectivos simpatizantes ya llegaron a los golpes. Al parecer el tricolor va con Elmar. ¿Apostamos que Roberto se va a la oposición?

Luego del debate, cada equipo de campaña lanza su estrategia para destacar la participación de su candidato, incluso atacando a su adversario. ¿Qué están haciendo? Se lo digo en la edición online de esta columna, además de las crisis que siguen afectando a los reyes de España y #porestosnostocovotar. 

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