jueves, mayo 03, 2012

El golpismo de Televisa y TV azteca

De Zócalo Saltillo
Tren Parlamentario
Vicente Bello
Televisa con su amago en sólo transmitir el debate del domingo 6 por el canal 5, y TV Azteca con su pronunciamiento golpista de no hacerlo y, en cambio, sí un partido de futbol, insufló ayer, en los territorios del Congreso mexicano, ánimos de exigencia al gobierno federal, para que someta a la democracia a las televisoras, aupado sobre el artículo 62 de la Ley Federal de Radio y Televisión, que bajo el pretexto de su libertad de expresión han comenzado a mover fichas desesperadamente en favor de su candidato presidencial: Enrique Peña Nieto, a quien opositores del PRD, PT y Convergencia juzgan reiteradamente como un analfabeta funcional que, en caso de ganar, se convertiría en títere de poderes fácticos nacionales y trasnacionales, incluso en grados superlativamente peores que Felipe Calderón Hinojosa.

En el Senado y en San Lázaro, ecos del artículo 62 de la ley de marras causaba estruendo: “Todas las estaciones de radio y televisión en el país, estarán obligadas a encadenarse cuando se trate de transmitir informaciones de trascendencia para la nación, a juicio de la Secretaría de Gobernación.

Si la Secretaría de Gobernación decide no intervenir, a pesar de lo que le mandata el 62, estaría entonces el régimen de Calderón evidenciando que ha formado equipo con quienes apoyan a Enrique Peña Nieto. Y de que ha decidido sumarse el golpismo de las televisoras.

Súbitamente, esta semana, el candidato más atacado ha sido Andrés Manuel López Obrador, que se ha defendido diciendo que “están nerviosos; que se les está desinflando el globo, el merengue”, en alusión a Enrique Peña Nieto, y que por eso “ya se ocupan” de él, porque saben que mucha gente está apoyando a la candidatura del PRD, PT y Convergencia, y porque saben que es la alternativa para el país. Incluso, por la mañana, el candidato presidencial perredista había vuelto a decir que las televisoras pretenden socavar el debate del domingo porque saben que Peña Nieto no es capaz de hilvanar ni una frase completa, sin apoyo del telepromter y de los guiones que le elaboran gente de Televisa.

Tv azteca ha anunciado que no transmitirá el debate del domingo próximo; televisa dijo que sólo transmitiría por el canal 5, y no por el 2. Y el Instituto Federal Electoral, árbitro de la contienda por la presidencia, a través de su presidente, ha proyectado la imagen de un buey contra las tablas, amorcillado ante el embate feroz de las dos televisoras más grandes del país que, por lo que se ve, decididas están a imponer por primera vez en la historia de México a un presidente de la República.

La elección presidencial cruza lo inédito. Es la primera vez que las televisoras desafían abiertamente a las instituciones del Estado mexicano, al negarse a transmitir en cadena nacional el debate del domingo próximo, de los candidatos presidenciales.

“Si quieren debate, véanlo por televisa; si no, vean el futbol por TV Azteca”, dijo así el domingo reciente en Twitter el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, quien, además, remachaba: “Yo les paso los ratings al día siguiente”.

Televisa, por el canal 2, transmitirá justo en el momento del debate un programa de baile.

EN COMISIONES

Las Cámaras federales, dos días después de terminado el último periodo ordinario de la LXI Legislatura, lucían semidesiertas. Vacías. En silencio. Son el contrapeso constitucional del Ejecutivo Federal, pero la imagen que proyectaban ayer era el de un poder adormecido.

Diputados federales prácticamente no hay; tampoco senadores. Sólo estarán presentándose en las instalaciones del Senado, los que han sido elegidos miembros de la Comisión Permanente, cuyo primer sesionar ocurrirá el miércoles de la semana próxima.

La mayoría de los 628 legisladores se han incorporado a las campañas presidenciales de sus respectivos candidatos. 

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