martes, junio 12, 2012

Tres preguntas posdebate

De Zócalo Saltillo
Campos Elíseos
Katia D'Artigues 
Interesante coyuntura para hacer un segundo y último —al menos con todos los candidatos— debate presidencial. Con la televisión transmitiendo el encuentro como nunca, quizá habíamos 20 millones de mexicanos de auditorio. En medio de protestas estudiantiles contra el puntero, Enrique Peña Nieto y en el día de una efeméride que a nadie deja sin opinión, la del Halconazo de 1971.

Pero qué fue algo de lo que vimos y no vimos en este encuentro. Aquí un breve resumen:
El que le quiso bajar la chamba a Javier Solórzano fue Gabriel Quadri. Su estrategia consistía en preguntar a sus “colegas”, aunque él insista en que no es político, sobre temas que sólo él ha definido bien en su agenda, sin dudas.
Como el caso de matrimonios entre personas del mismo sexo, la creación de un instituto Octavio Paz o la necesidad de ampliar negocios con China.

Salvo Josefina Vázquez Mota despertó. ¿Dónde estaba la candidata que vimos el domingo y que muchos coincidimos con que se llevó el debate? Ahora sí se vio diferente, aunque nerviosa a ratos–vía el close up a sus manos que temblaron. Se preparó para cuestionar duramente y con razones a sus contrincantes. A AMLO, recordándole entre otras cosas, su pasado e historia por el PRI, que se unió a ese partido después del 68. A Peña Nieto, con foto en foro, sus nexos con ex gobernadores que estarían siendo investigados por funcionarios estadounidenses, como Tomás Yarrington. A ambos, EPN y AMLO, les dijo que son diferentes caras de un PRI.

Y Quadri, bueno, bastó con que dijera que si fuera mujer sería de esas que tienen que consultar todo con su mamá, es decir, Elba Esther Gordillo.

Por cierto, su puntada de comparar a los candidatos con mujeres y ridiculizarlos así seguro serán de las cosas que más se recordarán. Para bien y para mal.

Enrique Peña Nieto, también dio muestras de su nerviosismo. Lo delataron sus errores gramaticales, que se le trababa la lengua. Insistió en la reinstauración de la paz en el país y se fue solito en su estrategia de hacer propuestas porque no se enfrentó a críticas como muchos esperamos de parte de AMLO. Lo suyo, dice es ver para adelante y no “por el retrovisor, para atrás” (sic) como le contestó a Vázquez Mota. E interesante fue ver su molestia, él que es tan moderado, cuando Josefina le recordó la protesta en la Ibero y que se escondió en el baño…
El que me sorprendió fue Andrés Manuel López Obrador: Tan moderado y conciliatorio (pero ya no con el discurso del amor, que además pocos le creen) que parecía otro hombre al que días antes vimos en Tercer Grado. Hasta respetuoso al momento de responder-atacar. Y simpático, como cuando provocó carcajadas entre el equipo de producción que no se contuvo al decir que no era tan viejo y que lo habían “corrido en terracería”, al responderle a Vázquez Mota que él también era muy joven en el 68. Quedó claro que ante la mayor audiencia que quizá tendrán todos los candidatos en esta campaña intentó llegarle a los indecisos que sí podrían inclinar la elección y que quizá se habían comprado el discurso de peligroso, radical…
Interesante, además que no mencionó a Adolfo Hellmund cuando hizo un recorrido por su gabinete. Él, que fue uno de los asistentes a la famosa cena del charolazo de 6 millones de dólares en casa de Luis Creel, del que se ha deslindado pero que tampoco ningún candidato le recordó.

También ausentes el tema de la lucha contra el narco. O el reciente reportaje de “The Guardian” y sus posibles consecuencias y revelaciones. Ni los feminicidios en el Estado de México.

Algunas preguntas: ¿con su moderación AMLO logrará atraer a más votantes, hacer una elección de dos? ¿Al ganar el debate, Josefina detendrá su caída y podrá ser competitiva, a un escenario de tercios? ¿Con su desempeño y las marchas en su contra de estudiantes, aunque ahora con un nuevo movimiento estudiantil llamado #GeneraciónMX Peña seguirá de incuestionable puntero?
¿Usted qué piensa?
Ayer, nuevamente “The Guardian” redirigió sus informes hacia la candidatura de Enrique Peña Nieto. ¿Qué hizo ahora? Se lo digo en la edición online de esta columna, además de la aparición de Calderón y Ebrard, los consejos de Slim, los olvidos del primer ministro y #porestosnostocovotar.  

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