De La Jornada
Astillero
El PRI desalmado
...y el cándido candidato
Élite acarreada
Laveaga, perezoso (y demás)
...y el cándido candidato
Élite acarreada
Laveaga, perezoso (y demás)
Julio Hernández López
EL ACENTO MEXICANO EN WASHINGTON. El presidente de EU, Barack Obama, y
su esposa Michelle presenciaron el desfile inaugural de su segundo
mandato, el cual –en un día frío y soleado– tuvo acento latino.
Participaron el grupo de baile folclórico de la escuela preparatoria de
Palmview, Texas (en la imagen), el Ballet Folklórico de la Raza y la
Hispanic Dance Alliance de Utah, entre otrosFoto Reuters
En el IFE avanza la
pretensión de cerrar algunos expedientes molestos y, finiquitadas ya las
discusiones de fondo sobre la compra de Los Pinos en 2012, dejar el
escenario listo para que los ocupantes del poder adquirido
mercantilmente puedan dedicarse tranquilamente a la confección de
escenarios alegres, optimistas y propositivos como el Pacto por México,
la Cruzada Nacional contra el Hambre y los que habrán de venir.
En una especie de lavado de imagen, se pretende minimizar, mediante
la recalificación de infracciones, algunas de las graves y muy
trascendentes violaciones a la equidad electoral sucedidas en los
comicios recientes (Monex no fue delictivo en sí; nomás rebasó topes de
campaña y, en función de esta irregularidad menor, todo podría quedar
blanqueado con el pago de alguna multa; igual puede suceder con el tema
de la cascada ofensiva de anuncios llamados
espectaculares). La culpa, en todo caso, sería del desalmado abuelo PRI, lleno de mañas, y no del cándido candidato mexiquense al que ahora le tocaría ver
de lejoscómo castigan a quien le llevó al poder de manera absolutamente irregular (cuán suave expresión ha salido de las teclas de este astillador, que parece no saber cómo se designa en los códigos penales ese tipo de
irregularidades).
Intento de conjura exprés contra el fantasma histórico de la compra
de Los Pinos el año pasado. Imposible como es el ocultamiento de las
maniobras mercantiles que desembocaron en el triunfo aritmético formal
de Enrique Peña Nieto, el Instituto Federal Electoral (IFE) ha
desempolvado algunos de los expedientes oscuros y prepara propuestas de
resoluciones que, de ser aprobadas en su consejo general, podrían
significar castigos económicos para el Partido Revolucionario
Institucional, específicamente en los ya mencionados rubros de los
anuncios
espectacularesy del uso de las tarjetas Monex para pagar a operadores de la pasada campaña presidencial (no por el uso de éstas, pero sí por el rebase de los límites de gastos, que se verían incrementados al considerar el manejo de las citadas tarjetas en el rubro de la campaña y no en el gasto corriente, como ha pretendido el PRI).
Lo que el IFE está proponiendo podría quedar en mero desahogo
procesal e incluso en sublime elogio del cinismo si se extingue con la
relatoría de los abusos cometidos por el partido de tres colores en sus
campañas del año pasado y si, además, se reduce a un mero asunto
pecuniario, a un burocrático pago de multas (parte de la sabiduría
priísta acumulada señala que siempre será barato en política todo
aquello que se pueda comprar con dinero).
Infrinja ahora, pague después, sería la lección cívica del momento.
Gaste lo que quiera y como quiera en hacerse de una Presidencia de la
República y después pague unos millones de pesos para acallar a algunos
inconformes, ya con el beneficiario de esas truculencias redituablemente
instalado en el poder comprado, podría ser la moraleja. Habrá de verse,
en todo caso, lo que sucederá este miércoles en el consejo general del
IFE y durante la comparecencia, te- ñida de morbo político, del nuevo
presidente de la Condusef, Mario di Costanzo, ante la comisión de San
Lázaro que estudia el asunto de las tarjetas Monex.
Pero, como es sabido, el show debe continuar. Así que
en Las Margaritas fue presentado el programa PeSaR (Peña, Salinas y
Robles) contra el hambre. No ayuda a las presuntas intenciones
modernizadoras del adquirente de Los Pinos la restauración de viejos
modelos escenográficos como el que ayer hizo viajar a todos los
gobernadores y a todos los miembros del gabinete a la cabecera de un
municipio chiapaneco para escuchar discursos bastante prescindibles y
presenciar el arranque de un programa contra la pobreza.
No hubo en la retoma de Las Margaritas nada que justificara ese
despliegue faraónico. Un gobernador Manuel Velasco mostrándose inmaduro,
más que joven, con un discurso de elogios fáciles al jefe en turno,
envejecidamente insustancial su retórica a la que el tono de la voz no
ayuda mucho. Una Rosario Robles rápidamente instalada en su nueva faceta
de tecnocracia institucional, en busca de complacer al jefe formal
inmediato, pero con dedicatoria para el máximo jefe solidarista. RR: ni
sombra de lo que fue, ominoso anuncio de lo que es y será. Luego, el
gobernador de Chihuahua, Javier Duarte, candil de la Conago y oscuridad
de su entidad, donde madres de desaparecidas marchan entre el frío y el
abandono mientras el mandatario jocundo pronuncia sentidas piezas
oratorias frente a Peña Nieto, quien cerró la tanda asegurando que la
famosa cruzada contra el hambre no es asistencialismo.
En otros ámbitos institucionales, lo infausto continúa. El consejero
del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos
(Ifai) Ángel Trinidad Zaldívar (hijo del periodista Ángel Trinidad
Ferreira) hizo saber las razones por las cuales le fue imposible votar a
favor de Gerardo Felipe Laveaga Rendón para presidente de ese
instituto. Según la descripción hecha por alguien que ha conocido
directamente los entretelones del asunto, Laveaga es un intelectual
perezoso, distante de la
talacharelacionada con la rendición de cuentas, deseoso de fórmulas fáciles y de comodidades con cargo al erario, displicente y cínico, con la vista puesta más en acercarse al ideal de un
aristócrata inglésque al de un funcionario mexicano encargado de dar transparencia a asuntos de poder que son del interés de ciudadanos de a pie.
Más allá de las razones profundas de esos pleitos internos ahora
hechos públicos, y del contexto específico en que han sido develados, es
decir, en la lucha por la sucesión en la presidencia de ese organismo,
la personalidad y el desempeño profesional de Laveaga han generado
críticas profundas que ahora se potencian. Estando en el centro del
interés del priísmo nuevamente gobernante el
Twitter: @julioastillerobajarel perfil de la transparencia informativa, el arribo de un personaje ampliamente cuestionado ayuda a restar fuerza y a entretener en conflictos
colaterales. ¡Hasta mañana!
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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