Por: Edgar Rosas /
13 mayo, 2015
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Por: Edgar Rosas
(13 de mayo, 2015. Revolución
TRESPUNTOCERO).- El caso Ayotzinapa ha sido visualizado por muchos como
aquel que permitió poner en el centro de atención la terrible realidad
que México ha experimentado, con respecto al fenómeno de la
desaparición. Asimismo, el ataque a los 43 normalistas ha sido ubicado
como aquel que abrió los ojos de la sociedad para dar cuenta de la
difícil situación de violencia e inseguridad que padece la nación.
En tal sentido Carmen Aristegui, una de
las periodistas que le dio seguimiento a este caso desde sus inicios,
señaló que la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa
tocó fibras muy hondas de la sociedad mexicana. De igual manera aseguró
que la agresión cometida contra estos jóvenes, logró, a nivel
internacional, provocar indignación, cosa que “no se había presentado
con otros hechos desgarradores sucedidos en el país”.
La periodista comentó que la sociedad
mexicana ha vivido un proceso prolongado y consistente de violencia en
los últimos años, mismo que ha provocado “inacción frente al horror
desmedido que México ha tenido”. Apuntó, que resulta obligado mencionar
que desde el sexenio de Calderón, la población del país ha tenido
momentos de terror derivados de la violencia.
“Hay que reconocer como sociedad que
entramos en una especie de pasmo frente al horror. Hay que reconocer que
26 mil desaparecidos, tantos miles de muertos y tanta impunidad
acompañada de estos procesos, ha dejado a la sociedad mexicana rebasada,
ante tanta situación que no se procesa, que no se conduce ni judicial
ni siquiera informativamente de manera correcta”, puntualizó.
En lo referente, apuntó que el caso
Ayotzinapa representó una “sacudida” al pueblo de México, la cual derivó
en un conjunto de marchas y expresiones de gran envergadura, que
permitió “volver a sentir la vida de la sociedad”.
“El hecho que miles de personas
salieran a decir algo por los 43 jóvenes de Ayotzinapa, por todo lo que
ocurrió en esta localidad de Guerrero, es algo que hay que subrayar,
entre otras cosas porque daba la idea que era una reacción de efecto
acumulado del horror de los últimos años”, comentó.
Añadió que, para desgracia de México,
la cobertura de algunos medios sobre el caso no ha ayudado, ya que, ha
salido de los temas referentes. Enfatizó que el tema Ayotzinapa debe
estar permanentemente en la atención pública, “dentro del radar
informativo”.
Por otro lado expresó la importancia
que ha tenido el hecho de que “la mirada internacional” esté presente en
esta clase de situaciones. Mencionó que la falta de eficacia, por parte
de las autoridades mexicanas para dar respuesta sobre el caso, obliga a
pedir que organismos de carácter internacional intervengan para tratar
de esclarecer los hechos.
“Ante la incapacidad del Estado
mexicano y las instancias de justicia mexicanas para procesar y resolver
los casos, es que se ha tenido que recurrir, en hechos como los de
Ayotzinapa, a la presencia internacional como expresión clara de la
incapacidad de las instituciones mexicanas de dar una respuesta adecuada
a un desafío de este tamaño”, sentenció.
De igual manera habló sobre la gran
solidaridad que a nivel internacional se ha presentado en torno al caso
de los 43 normalistas. En tal sentido dijo que no sólo resulta
importante la cobertura y difusión que medios internacionales han hecho
sobre el tema, sino también, dijo, son relevantes las expresiones de
organizaciones sociales y ciudadanas sobre los hechos, demandando que
crímenes como el de Iguala no se pueden dar en ninguna parte del mundo.
Igualmente, la periodista hizo
referencia al informe que el Grupo Interdisciplinarios de Expertos
Independientes (GIEI), designado por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), dio a conocer sobre su última visita de
trabajo.
Resaltó que lo especialistas
encontraran una fragmentación de la investigación a lo cual dijo: “¿Por
qué demonios hay varias causas abiertas en diferentes estados de la
república cuando el asunto ocurrió en un espacio delimitado? Hay más de
13 causas en lugares de lo más extraño, lejanos de donde ocurrieron los
hechos. Y cuestionan los expertos por qué las autoridades dispersan al
investigación, por qué no conjuntan algo que naturalmente tiene que
concatenar, por qué investigan el asesinato del joven Julio César
Mondragón, a quien desollaron, como un hecho aparte de lo que ocurrió
con los jóvenes desaparecidos”, expresó.
Al respecto reiteró la importancia que tiene la actuación de organismos internacionales
en asuntos como los de Ayotzinapa. Dijo que sin la participación de
actores como estos sería difícil poder confrontar lo dicho por las
autoridades.
“El caso Ayotzinapa es un ejemplo de
cómo, si no estuvieran estos especialistas internacionales, seguramente
sería muy complicado que se pudiera retar a la versión oficial, en el
sentido de que dan elementos y decir ‘cómo puedes tú (autoridad) decir
que es la verdad histórica si tu proceso de investigación tiene fallas e
inconsistencias’”, apuntó.
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