De La Jornada
Astillero
Duarte, insostenible en Veracruz
Cálculos electorales priístas
Nuño, precandidato fusible
Cálculos electorales priístas
Nuño, precandidato fusible
Prohíbealianzas Morena-CNTE
Julio Hernández López
RETOQUE EN EL SENADO. La senadora del PRD Luz María Berinstáin, ayer,
en la sesión plenaria del Senado donde se votó una iniciativa que
permite la participación de las fuerzas armadas de México en el
ejercicio multinacional Tradewings 2016Foto José Antonio López
El gobernador de
Veracruz, Javier Duarte de Ochoa (JDO), es un lastre para el sistema
político y, en particular, para los intereses priístas en la sucesión de
esa entidad estratégica para la recolecta periódica de votos. El ex
ayudante de Fidel Herrera Beltrán ha acumulado tal cantidad de yerros
que por más artificios de mapachería que se realicen parece demasiado
cuesta arriba para el tricolor aspirar al triunfo en la
contienda por un periodo de mando de dos años, sobre todo tomando en
cuenta que contra el PRI se ha levantado en tono retador y
grandilocuente un ex priísta convertido al PAN, igualmente malévolo y
manipulador, Miguel Ángel Yunes Linares.
Inequívocamente dañino para los intereses priístas, Duarte de Ochoa no es removido (por la vía legal o la de facto,
alcanzable ésta mediante los mecanismos de coerción que históricamente
se depositan en manos de quien vive en Los Pinos) debido a que no se
desea colocar la cabeza del torpe mandatario en la bandeja electoral del
PAN. Para evitar esa derivación hacia el adversario electoral, el PRI
nacional ha buscado exacerbar la previa animadversión explícita de
Héctor Yunes Landa, candidato a la gubernatura, contra JDO, con la
esperanzade que la eventual caída de JDO pueda ser capitalizada por el
priísta.
Manlio Fabio Beltrones tampoco tiene mayor aprecio por JDO. En
septiembre de 2011, 35 cadáveres fueron depositados en la Glorieta de
los Voladores de Papantla, en Boca del Río, y el gobernador de Veracruz
esbozó lo que luego sería su tesis de que tales cosas suceden a quienes
se portan mal, al minimizar los hechos y apresurarse a adjudicar antecedentes criminales a los muertos. Beltrones, entonces senador, dijo que
no es fácil que más de una treintena de cadáveres sean depositados en una vía pública, a la luz del día, y con el conocimiento de todos, y que la justificación pueda ser que no es tan difícil ni tan malo porque se trataba de delincuentes.
En ese contexto, Los Pinos debe levantar o bajar el dedo pulgar en
estos días para impulsar u obstruir la realización de un juicio político
en el Congreso federal contra Duarte de Ochoa, acusado, como si no
tuviera tantos otros expedientes oscuros en su contra, de no dar cuen-
tas precisas por 15 mil 700 millones de pesos, según la Auditoría
Superior de la Federación. La situación en Veracruz es ya insostenible.
Los bandos criminales (los no oficiales y los oficiales) han sembrado
muerte, terror e impunidad en la entidad y el saqueo de las arcas
públicas es implacable. ¿Los cálculos electorales, priístas y sobre todo
pinoleros, impulsarán a mantener o a deponer al gobernador
indefendible?
Más que un candidato posible, pareciera que Aurelio Nuño Mayer fuera
un precandidato fusible. Es decir, una pieza del tendido peñista
colocada para soportar descargas excesivas e incluso fundirse, con tal
de proteger el buen funcionamiento del sistema en general y, en
particular, de algunas piezas o pieza que serían las verdaderamente
consideradas por el mando central para sostener brillo y viabilidad
futura.
Con esa predisposición tecnológica, AureNuMa le entra a todo, como
fajador sin mañana, dispuesto a batirse obsesivamente para dar
apariencia de que hay orden, mano dura, proyecto. Lo mismo se complace
en anunciar despidos de profesores rebeldes ante la reforma
administrativa de lo educativo que se asoma por rutina semanal a
escuelas bajo control en las que posa tiernamente con educandos, en una
presunta campaña de promoción personal que no ha prendido.
También se alista para uno de los grandes negocios del
sexenio, los certificados de infraestructura educativa nacional (Cien),
que le permitirán gastar miles de millones de pesos en la mejoría de
planteles escolares, mediante una operación financiera que consigue
fondos de la Bolsa Mexicana de Valores para privatizar el sistema
educativo del país, deuda que técnicamente no es deuda pero que
finalmente deberá ser pagada a los particulares que ahora están
aportando tales fondos.
En esa caracterización del villano gozoso, el precandidato fusible
montó ayer otra escena descriptiva del autoritarismo cerril que se
enseñorea en las alturas del poder político mexicano. Según el
secretario censor, es absolutamente reprobable que el partido Morena y
su jefe máximo, Andrés Manuel López Obrador, realicen alianzas con
profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE), núcleo muy importante de la CNTE, y hagan el
compromiso político de que si ganan el control del Congreso de Oaxaca
habrán de dar reversa a ciertas decisiones gubernamentales (una alianza,
por lo demás, con reticencias, pues los profesores no apoyan plenamente
al candidato de Morena a gobernador, pero decidieron participar en
busca de curules, reservándose el derecho de diversificar su voto en
cuanto a la gubernatura). En particular le parece sumamente irritante al
secretario Nuño que se ofrezca la posibilidad de que el Instituto
Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo) regrese a la situación
anterior a las andanzas
reformistasdel peñismo.
Es significativo que el nuevo ensayo de intolerancia haya sido
dirigido contra un partido y un virtual candidato presidencial en
específico, pero marcas o apellidos son secundarios ante lo central, que
es la pretensión de Nuño Mayer de condicionar y prohibir cierto tipo de
posturas, ofertas o decisiones de partidos políticos. Si éstos no
tienen la oportunidad de cambiar el orden de las cosas mediante
resultados electorales, entonces no tendría sentido esa competencia en
urnas, pues solamente cabría para los participantes contender para
sostener ese orden de las cosas tal como está, definido por poderes que
entonces serían dictatoriales. Un miembro del gabinete presidencial,
secretario de educación pública, no debería, por ningún motivo, mezclar
la noble tarea a su cargo con la metralla partidista o electoral,
ejerciendo una retórica de granadero que, en este caso, solamente
confirma que dicho político cumple el papel de fusible provocador.
¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastilleroFacebook: Julio Astillero
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