De Expansion
La nueva administración está inconforme con los términos de
algunos contratos firmados por CFE para traer gas natural de Estados
Unidos. Las empresas responden que es la práctica internacional normal.
mar 12 febrero 2019 10:35 AM
Primero fue el freno a las licitaciones de bloques petroleros
a empresas privadas. Ahora, la nueva administración de Andrés Manuel
López Obrador abre un nuevo frente para poner fin a algunos pagos que la
CFE realiza a las empresas que durante los últimos años han construido
una extensa red de ductos para traer gas natural desde las prolíferas
cuencas de shale gas en Estados Unidos.
Cuando estas firmas presentan atrasos en el desarrollo de los
ductos por causas de "fuerza mayor" ajenas a ellas, como bloqueos o
protestas de la población, que a menudo se opone al paso de estas
construcciones por su región, la CFE debe pagar una compensación. Es una
práctica internacional común, destinada a proteger e incentivar las
inversiones de las compañías. Pero a la nueva dirección de la CFE le
disgustan los costos que supone para la empresa.
La red de gasoductos de México aceleró su crecimiento a
partir a inicios de esta década, derivado de un esquema que permitía a
las firmas privadas desplegar infraestructura de transporte para
suministrar gas natural anclada a las necesidades de la eléctrica
nacional, que quería producir más energía con combustibles menos caros.
Estos acuerdos detonaron inversiones como la construcción del
mega gasoducto de Los Ramones o el ducto marino que conectará Texas y
Tuxpan, desarrollado por el consorcio formado por IEnova y TransCanada.
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Gracias a esto, se han añadido cerca de 4,600 kilómetros de
gasoductos desde 2012, a una red que comprendía 11,347 kilómetros
heredados de Pemex. Quedan pendientes otros 2,600 km por desplegarse de
los contratos promovidos por la CFE, según datos de la Secretaría de
Energía (Sener).
Pero el actual gobierno quiere renegociar los términos de los
contratos. La CFE afirma que existen siete proyectos de construcción de
ductos detenidos, y que esto va a generar costos por 16,000 millones de
pesos (mdp) a la eléctrica nacional este año.
“Exhortamos a las empresas que tienen acuerdos con la CFE
para que conjuntamente celebremos un convenio, se revisen contratos y se
lleguen a acuerdos de que no van a aumentar los precios de la energía
eléctrica”, dijo López Obrador este lunes.
El director general de la eléctrica nacional, Manuel
Bartlett, comentó que las empresas IEnova, TransCanada y Carso —de
Carlos Slim— son las que tienen estos acuerdos que calificó de
“leoninos”, y que buscará renegociar, si hace falta, llegando a la vía
judicial.
Las empresas defendieron los términos de los contratos,
destacando que los proyectos sufren retrasos por problemas ajenos a
ellas, y cuya resolución es responsabilidad del gobierno.
Las penalidades por fuerza mayor o caso fortuito
en este tipo de contratos estipulan que la CFE deberá pagar a los
transportistas que se hayan visto afectados por situaciones como huelgas
o la imposibilidad de conseguir los permisos de gobiernos locales,
cuando hayan agotado todas las posibilidades para su resolución.
Las compañías son las responsables de conseguir los permisos
locales y emprender las consultas para lograr el despliegue de su
infraestructura, dice Emily Medina, asociada del centro de estudios
EPRINC. “Es un poco contradictorio que el gobierno se queje de los paros
de estas construcciones, cuando son los propios gobiernos locales los
que no permiten a veces el despliegue de esta infraestructura”.
Ante esta situación, este tipo de cláusulas existen para
proteger las inversiones de los particulares. Junto a la promesa de
tener un comprador para el gas natural, como CFE, estas condiciones son
las que permitieron detonar los proyectos de construcción en los últimos
años, añade Medina.
La especialista considera que este tipo de mensajes se ven en
Estados Unidos, el principal exportador de gas natural a México, como
una señal negativa para futuras inversiones.
Sin gas natural, las tarifas son más caras
La Sener tenía identificados cinco gasoductos con
“problemáticas sociales” en el tramo Guaymas-El Oro, Villa de
Reyes-Aguascalientes-Guadalajara, Tula-Villa de Reyes, Tula-Villa de
Reyes, La Laguna-Aguascalientes y Tuxpan-Tula, según datos a noviembre
de 2018. TransCanada admitió problemas a finales del año pasado para
continuar con la construcción de los tramos en Hidalgo y Puebla.
La CFE no ofreció detalles sobre la reestructura que busca en los acuerdos con estas compañías.
Adrián Duhalt, asociado del centro de estudios Baker
Institute, afirma que las compañías privadas también han fallado en
dimensionar los problemas sociales que se han tenido en algunas de estas
construcciones, lo que ha impactado el desarrollo de esta red. “Creo
que les falló a las empresas el reconocer los posibles actores a nivel
local, y no sólo las comunidades locales, como grupos de trabajadores”.
Los 17 tramos de ductos promovidos por la CFE han supuesto
inversiones de 17,000 millones de dólares (mdd), con la participación de
13 compañías que ganaron los contratos a través de licitaciones
internacionales.
Esta red ha impulsado las importaciones de gas natural desde Estados Unidos, que, gracias al fuerte desarrollo de sus recursos de shale gas
, ofrece los precios más bajos a nivel mundial de este energético. Pero
la falta de cumplimiento de los plazos para el despliegue de los ductos
ha generado distorsiones y alzas en los precios de la electricidad para la industria, dice José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico.
Las tarifas de luz a los industriales se incrementaron con
fuerza el año pasado, debido en parte a que la CFE tuvo que generar
electricidad con combustibles más caros por la falta de gas natural en
ciertas regiones del país. “Lo que acabó siendo una tendencia a la baja
en tarifas entre 2012 a 2013, se fue revirtiendo y luego encareció. La
brecha de precios puede ir de 20% a 25% con respecto a la industria del sur de Estados Unidos , y puede ser mayor o menor dependiente de la época del año”, explica De la Cruz.
Las importaciones de gas natural desde Estados Unidos a
México se han disparado de 658,000 millones a 1.5 billones de pies
cúbicos al año entre 2013 y 2017, según datos de la Agencia de
Información Energética de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés).
El actual gobierno mexicano ha mostrado su descontento con
esta situación de dependencia con Estados Unidos. En la presentación del
director general de CFE, se criticaron los pagos de 86,500 millones de
dólares que deberá realizar la Comisión, por 25 años, por el transporte
de gas natural a través de ductos, aunque sobre este punto no se brindó
más información sobre los planes de la eléctrica nacional.
Los consumidores de gas natural distintos a Pemex dependen
casi en su totalidad del gas natural que viene desde Estados Unidos,
debido a que el extraído por la petrolera nacional se emplea para su
propio consumo.
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