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LPO
AMLO confirma que ya hay Plan de Negocios para Pemex: sostienen Dos Bocas y abren contratos para privados
Lo
había adelantado LPO. Herrera logró la inclusión del sector privado.
Será bajo los viejos contratos de servicios. No habrá asociaciones tipo
farmout. El proyecto de Dos Bocas sigue intacto. ¿Bajarán la nota?
La revelación de LPO, que ventiló la reunión urgente en la Torre Pemex,
aceleró los tiempos. Andrés Manuel López Obrador discutió ayer por la
tarde con Arturo Herrera los detalles del plan que horas más temprano
había aprobado el Consejo de Administración de la petrolera. Y esta
mañana de martes, ya se hizo público.
Romero dijo que
todavía no presentarán el documento final, que contiene más de 200
páginas. ¿Habrá acordado Herrera algún cambio que deberá incluirse de
forma urgente? ¿Deberá sesionar de forma exprés el Consejo para aprobar
esos cambios? Dudas que le meten más incertidumbre a un plan esperado
por calificadoras, petroleras privados e inversionistas.
Este
medio relató la nueva estrategia del Secretario de Hacienda, que
prefirió esquivar cualquier tipo de confrontación con Rocío Nahle, y en
cambio, lograr una negociación mano a mano con el Presidente, a puertas
cerradas en Palacio Nacional. Quizás el mayor de sus aprendizajes tras
la reciente experiencia de su profesor, Carlos Urzúa.
Herrera
tenía dos críticas centrales, que son básicamente los elementos que
generan nerviosismo en los mercados. Por un lado, la concentración de
tantos recursos en la construcción de la refinería de Dos Bocas, cuando
Pemex necesita invertir el máximo posible en producción de crudo, la
garantía final de pago de su deuda.
Por
otra parte, Herrera comparte la preocupación por la decisión de Nahle
de bloquear cualquier tipo de participación del sector privado. La
titular de la Secretaría de Energía quiere demostrar que Pemex puede con
todo. "El problema no es si participan o no, sino bajo qué esquema",
repetía Carlos Urzúa antes sus colaboradores.
La mañana de este
martes, López Obrador confirmó el adelanto de LPO: en ausencia de
Herrera, el Consejo de Administración de Pemex aprobó por unanimidad el
Plan de Negocios. Y su director, Octavio Romero Oropeza, brindó los
primeros detalles del documento, que sigue en estricta confidencialidad.
Romero
arrancó con una suerte de diagnóstico de la empresa. Recordó que en los
últimos 14 años hubo una constante caída de producción de crudo por
falta de inversión. Acaso una solicitud de memoria para las
calificadoras, a quienes en la 4T reclaman por no haber presionado en
las gestiones anteriores.
"Más de un 1.8 millones de barriles
diarios se cayó la producción en esos 14 años. Sólo en los últimos 5
años, hubo una caída de 600 mil barriles de promedio diarios", detalló
el funcionario. En efecto, a enero de 2019, se producían 1.6 millones de
barriles diarios. "Ya se estabilizó y se logró un pequeño repunte",
celebró Romero.
Según su reporte, en el sexenio de Peña Nieto, el
45% de los recursos de exploración se orientó en aguas profundas, "sin
que a la fecha se haya producido un solo barril". En ese sentido, habría
un cambio total: "Nosotros nos concentraremos en tierra y aguas
someras, entonces duplicaremos la actividad exploratoria con los mismos
recursos".
Uno de los temas más delicados, sin embargo, es la
deuda. Entre 2013 y 2016, esa deuda se duplicó. Pasó de $1,051 millones a
$2,267 millones. "El resultado de todo lo anterior es que durante los
últimos 10 años, Pemex registró déficits financieros", dijo el director
de Pemex.
El
tercer punto sensible de sus finanzas, y acaso lo más delicado, es la
fuertísima presión fiscal. De los dos billones de ingresos totales que
produce Pemex por año, paga casi un billón en impuestos. "Si medimos su
EBITDA, y la comparamos con otras empresas internacionales, Pemex está
por encima del promedio de la industria", señaló Romero.
En
resumen, según la 4T, hay tres grandes temas para abordar: la elevada
carga impositiva, la pesada deuda y la baja inversión. "La esencia de
este plan es proponer soluciones a estos problemas históricos", agregó
el servidor público.
Para el problema fiscal, el Gobierno ya había
tomado una primera medida en 2019: amplió el beneficio en el pago de
derechos de producción de petróleo, que significaron unos 30 mil
millones de pesos para este año.
El gobierno tiene previsto
presentar una propuesta de reforma a la ley de ingresos sobre
hidrocarburos para reducir la Tasa de Derecho por la Utilidad Compartida
(DUC), que bajaría de 65% a 58% en 2020 y finalmente a una tasa de 54%
en 2021. Según los cálculos de Hacienda, los primeros 7 puntos
porcentuales significarían un beneficio de 58,000 millones de pesos para
la compañía.
En cuanto a la mejora de inversión, se están
proponiendo dos vías. Por un lado, en una etapa de transición de tres
años, se están considerando aportaciones de capital a fin de
complementar los requerimientos de inversión. Se trata de $141,000
millones que aportaría el Gobierno: 66,000 en 2020, 38,000 en 2021 y
37,000 en 2022.
Pero además, y acaso esta haya sido la gran
victoria de Arturo Herrera, se contempla el ingreso de empresas
privadas, ya no a través de asociaciones tipo farmouts, sino a través de los antiguos contratos de servicios de largo placo (CSIEE).
Los
contratos que propone la 4T implican que a las empresas se les pagaría
por barril recuperado o producido. Y no en una cantidad fija, sino que
dependerá de la actividad y del riesgo de cada operación. "Eso da mucha
flexibilidad y confianza, estimula a que inviertan. Esa es la intención
en la nueva etapa", dijo Romero.
Quedó muy claro en la
presentación que el proyecto de Dos Bocas sigue en calidad de
innegociable. Se trata de uno de los aspectos que más preocupan a las
calificadoras, que ya vienen desde hace semanas amenazando con una baja
en la nota crediticia de la petrolera, que podría encarecer mucho el
costo de financiación de su pesada deuda.
Con estas medidas,
la estimación que hace la 4T es que para 2021 se conseguiría el
equilibrio financiero, siempre apalancado en un aumento paulatino de su
producción. "Para lograrlo es clave la reducción de la carga fiscal y la
clara apertura a esquemas de negocios con el sector privado, bajo un
estricto cuidado de sus intereses, con acuerdos justos y transparentes",
concluyó Romero Oropeza.
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