Del Diario Mx
Ciudad de México— El número de tomas clandestinas de gas Licuado de Petróleo (LP) alcanzó 516 casos en los primeros seis meses de 2019.
Lo anterior representa un aumento de 140 por ciento respecto de las
tomas registradas durante todo el 2018, cuando se contabilizaron 215
puntos de ordeña, de acuerdo con cifras oficiales de Petróleos Mexicanos
(Pemex).
Puebla y el Estado de México son los estados que encabezan el número
de tomas clandestinas. Les siguen Tlaxcala, Querétaro, Veracruz e
Hidalgo.
De acuerdo con personal de logística de Pemex, las tomas ilegales de
gas LP requieren de una instalación especializada que sólo puede
realizarse mientras el ducto no se encuentra en operación.
Para saber que las líneas están vacías, los criminales son informados
por "halcones" o trabajadores de Pemex que trabajan en complicidad.
Además los ordeñadores provocan estallidos y mientras los ductos son
paralizados para su reparación, ellos aprovechan para instalar sus
propios conexiones.
Una vez que se reinicia la operación del ducto, son alertados y las
tomas clandestinas comienzan a abastecer sus pipas o contenedores
ocultos en zonas despobladas.
El ducto Cactus-Guadalajara es el más importante en la distribución
del gas LP, pues representa 67 por ciento de la capacidad total de
transporte por este medio.
Ese sistema atraviesa los estados de Tabasco, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Querétaro y Jalisco.
Sólo el Estado de Puebla concentra 319 puntos de ordeña en el primer
semestre. El Municipio de Tepeaca encabeza las tomas clandestinas, le
siguen Amozoc, San Martín Texmelucan y Los Reyes de Juárez.
Apenas la última semana de julio personal de Seguridad Física de
Pemex y de la Guardia Nacional se enfrentó con presuntos huachicoleros
en Tepeaca, donde 13 personas fueron detenidas, entre ellas un líder de
la ordeña de gas LP en la región.
El Estado de México reportó 117 tomas clandestinas, principalmente en Tezoyuca, Nextlalpan y Tapetlaoxtoc.
'Hay un efecto cucaracha'
El problema del "gaschicoleo" es real y es abundante, pues hay un
efecto cucaracha de los criminales que pasaron de robar la gasolina al
gas LP, aseguró un distribuidor de gas LP de la zona del Altiplano.
El empresario, que solicitó el anonimato por temor a represalias,
explicó que aunque es más peligroso picar un ducto de este energético,
su uso se ha extendido y la tecnología no es tan sofisticada.
"El crecimiento de los piquetes es real y es exponencial", dijo.
"De alguna forma se está dando un efecto cucaracha: el combate al
huachicol hace que ahora se enfoquen más los criminales a robar gas LP",
agregó.
De acuerdo con el distribuidor, las pérdidas por este robo para los
empresarios se podrían ubicar en los miles de millones de pesos.
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