De La Jornada
Susana González G.
Periódico La Jornada
Viernes 14 de febrero de 2020, p. 5
Viernes 14 de febrero de 2020, p. 5
Yo no soy piloto, fue lo que contestó, sonriente, Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), cuando se le preguntó si participará en la
rifadel avión presidencial.
El empresario no asistió a la cena de tamales de chipilín y chocolate que la noche del miércoles ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador para invitar a los dueños de los corporativos más importantes del país, así como a dirigentes de organismos empresariales a participar.
Diez Morodo confirmó que sí fue invitado a la cena, pero justificó su ausencia a que estaba de viaje y regresó a la Ciudad de México la misma noche del miércoles.
Todo lo que sea por el bien del país lo haremos, nada más que cada quien va a seguir el conducto que considere más adecuado, puntualizó el empresario, quien también ha sido miembro del consejo de administración de varias de las empresas más importantes que operan en México, como Grupo Modelo, que fue vendida en 2013 a la cervecera belga Anheuser-Busch InBev, así como Banamex o la empresa Kimberly Clark.
–Pero, ¿va a participar en la rifa? –insistieron los reporteros.
–Vamos a ver –respondió el empresario, entrevistado en la Secretaría
de Economía tras presidir la entrega del Premio Nacional de Exportación
2019.
A su vez, José Zozaya, presidente de Kansas City Southern y de la
Asociación Mexicana de Ferrocarriles, sostuvo en una entrevista
radiofónica que el mandatario federal fue muy claro en decirles a los
empresarios que quien quisiera participar en la rifa podía hacerlo.
No fue un sablazo, porque fue una invitación y no era forzoso para nadie firmar ni aceptar, ni mucho menos... Aquellos (empresarios) que quisieran marcar de una vez los montos establecidos podían hacerlo de una vez o más adelante, así se dijo y así quedó abierta la invitación, a la libertad y la posibilidad de aquel que pudiera y quisiera apoyar. El Presidente fue muy claro de que era una invitación, puntualizó.
Así que muchos se salieron con la carta campromiso, como fue su caso,
porque, dijo, va a consultar en su empresa cuánto pueden aportar y
consideró que aunque sea menor a los 20 millones de pesos que estaban
marcadas como monto mínimo, será bien aceptado por el gobierno.
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