Jorge Salazar García.
Todo escrito implica una intención, el de esta nota es motivar la reflexión acerca de la enconada lucha que un sector patronal ha emprendido en contra del gobierno actual. Independientemente de que usted haya votado o no por AMLO, seguramente las políticas de la llamada 4T, le afectarán en algún sentido y tarde o temprano la vorágine de acontecimientos futuros le conducirán a indagar la verdad sobre ellos.
Un compromiso central de AMLO se refería a “separar el poder político del económico”. Propósito que coincide con la postura del Papa, quién en su última encíclica (Hermanos Todos) conmina a que «la política NO debe someterse a la economía” (P. 47). No obstante, esa postura no es compartida por los santurrones magnates mexicanos quienes persisten en mantener la política bajo su dominio para enriquecerse más a costa de ella. Naturalmente, jamás reconocerán de manera abierta tal objetivo; la verdad los desnudaría por completo, mostrando su infinita CODICIA ante la población. Por tal motivo deben MENTIR; pero hacerlo abiertamente no es negocio; consecuentemente tienen que renunciar a cualquier escrúpulo ético y encubrir las falsedades con técnicas psicológicas. Las más socorridas son las originadas en la Alemania nazi, rediseñadas en los imperios militares actuales. Es a Joseph Goebbels jefe de la propaganda hitleriana a quién se le atribuye aquello de que una mentira, repetida incesantemente, puede venderse como algo CIERTO. Esa enseñanza dejó el 6º principio de la propaganda nazi cuyos métodos contribuyeron a dirigir la estupidez humana hacia el fanatismo criminal conocido.
Los patrocinadores de FRENA, incapaces de ganar por las buenas utilizan los medios de manipulación Goebeliana para deformar la realidad y sembrarles odio en sus seguidores. Les inducen el temor de que van a perder la libertad, su negocio, trabajo y seguridad, si continúa en el poder un “dictador”, dejando en claro que el objetivo es derrocarlo; por medio de un golpe blando, si no renuncia antes.
Si alguien aun duda de la existencia de ese grupo conspirador, le recordamos las palabras de Plácido Garza (vocero empresarial). El 8 de abril pasado, expresó: (AMLO) es un ser enfermo de poder, con razonamientos fuera de la realidad y con una tozudez enfermiza, debemos ´arrinconar´ al señor para que,…, se doblegue a base de presiones descomunales que pongan en riesgo la estabilidad del régimen. Paralelamente, desde el año pasado se han ido conformando grupos financiados por la derecha, tales como “Pensando México”, “Plan de Emergencia”, “Frente Nacional Antiamlo” (FRENA) y “Unidos por México”. El plantón en el zócalo, la carta de los 650 intelectuales y la conformación del grupo de 15 gobernadores (Unidos por México) son ajonjolíes del mismo mole.
Desde nuestra perspectiva el Presidente, al gobernar con las mismas leyes, militares y mafiosos que combatió durante su campaña, dejó crecer al enemigo; peor aún, sin un movimiento sólidamente estructurado para defender el proyecto político votado por la gente se puso piedras asimismo dificultándose enormemente redistribuir la riqueza y separar la política del dinero. Naturalmente, el presidente juega sus cartas y pareciera que como un judoka intenta utilizar la fuerza del adversario para inmovilizarlo. Eso pudiera deducirse de las DOS CONDICIONES que puso para renunciar: una manifestación de 100 mil personas y que las encuestas ya no le favorezcan. Debe tener ases bajo la manga, de otro modo sería inconcebible aceptar que ignora la máxima empresarial que dice: “Todo lo que cueste dinero, sale barato”. Consecuentemente, tales condiciones podrían ser fácilmente superadas por los conspiradores, porque si algo poseen en abundancia es DINERO.
Haciendo algunos cálculos y aproximaciones, el acarreo costaría a lo sumo 55 millones de pesos (100 pesos x comida, 25 millones por 2500 autobuses y 20 millones por pagar 200 por individuo); el gasto por comprar encuestadoras que manipulen los resultados (96 según el INE), la publicidad y logística, pudiera girar alrededor de los 500 millones; es decir, la renuncia de AMLO, les costaría 555 millones de pesos. Cantidad irrisoria para quienes han robado sin medida. No obstante, conociendo su codicia, seguramente intentarán trasladar parte del costo a la población, tal como lo indica aquella regla básica del poder patronal que dice “convence a “otros (para que) hagan el trabajo sucio por tí”
¿Avanzan los conspiradores mexicanos?
Revisando el activismo de la Derecha, es sencillo descubrir que aplican el manual de estrategias gringas para derrocar gobiernos. Gene Sharp las resume en 5 etapas . Son acciones contempladas en la guerra no convencional agrupadas de la manera siguiente:
1) DEBILITAR: consiste en promocionar un clima de malestar, señalando fallas y generando intrigas.
2) DESLEGITIMAR: son campañas en defensa de la LIBERTAD DE PRENSA, Derechos Humanos, acusando al presidente de totalitario o comunista.
3) CALENTAR la calle: infiltran en las movilizaciones de reivindicaciones políticas y sociales a personas violentas que amenazan a las instituciones.
4) COMBINAR formas de lucha: utilizan operaciones psicológicas para desestabilizar y crear ingobernabilidad, organizar rezos, oraciones, misas.
5) FRACTURAR las instituciones: se pide la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras. Si la resistencia popular es fuerte y organizada, se prepara la asonada militar y promueven la guerra civil prolongada y el aislamiento internacional del país.
En todas la etapas anteriores las corporaciones informativas desempeñan un papel crucial difundiendo noticias, distorsionando y magnificando las contradicciones del régimen. Desde cualquier ámbito de comunicación condenan las políticas con dimensión comunitaria afirmando de que con ellas se atenta contra las empresas, la riqueza, la propiedad privada y el libre mercado.
Por el momento la conspiración avanza, los fanáticos ya están permanentemente en las calles y en los medios, nacionales y extranjeros. Desde el púlpito mediático continuarán magnificando los errores de AMLO culpándolo de lo que ellos son causa principal: crisis social, económica y política nacional.
Que el presidente se equivoca a veces, indudablemente; pero la campaña de odio que se esparce y divide no la inició él. Evidentemente, al exhibir la sevicia, el racismo y la corrupción de algunos poderosos como nunca antes se hizo, aviva la rabia de los despojados .
Lo más grave en este panorama es el hecho de que las corporaciones mediáticas continuarán vomitando diariamente tsunamis de infundios encaminados a sembrar confusión e incertidumbre en una población que no cuenta con los espacios ni recursos para contrarrestar la colosal manipulación en marcha.
¿Despertarán al tigre?
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