lunes, abril 03, 2023

¡Atrévase a conocer su cuerpo!

Jorge Salazar García.
Con el propósito de entender la conectividad de sus partes, su funcionamiento y su cuidado, al cuerpo se le ha comparado generalmente con una ciudad o una máquina. Por supuesto el complejo organismo humano tiene maravillosas características incomparables, eso sin olvidar, que a diferencia de la máquina tiene el poder de auto regenerarse.
Muy pocos negarían que un cuerpo adecuadamente alimentado y ejercitado es fuente de bienestar. La calidad de una vida, consecuentemente, depende de cuánto se cuide y conozca el cuerpo sin olvidar que dichos cuidados deben ser racionales, amorosos, sin caer en el narcicismo o hipocondrías. Los excesos y carencia extremas rompen el equilibrio de las partes con el todo, dando pie al surgimiento de lo que se trata de evitar: las enfermedades. El reto entonces consiste en detectar el punto de inflexión escuchando al organismo. ¿Es el mismo para todos?, ¿Cómo nos avisa el cuerpo? Evidentemente cada quien, dependiendo de sus condiciones materiales, sociales y genéticas, tiene sus propios límites. No obstante, siendo el origen y desarrollo del organismo igual en todos los seres humanos, es posible aprender a escuchar al cuerpo. Lo único que se requiere es ¡atreverse a conocerlo¡.
 
Origen
Todo comienza  en esa unidad mínima de vida llamada célula, la cual surge de otra célula preexistente. Fue Robert Hooke el primero en decir (1660) que estábamos formados por “células” permitiendo, posteriormente, la elaboración de la Teoría Celular actual que sigue evolucionando. Las células se agrupan por especialidad para conformar los tejidos, con estos se construyen los órganos, los cuales al interactuar con otros forman los sistemas (digestivo, nervioso, inmunológico, etc.) que coordinados hacen posible la vida humana. Es lógico entonces pensar que estudiando la “semilla” (célula) puede conocerse el desarrollo de la planta (cuerpo), descubrir sus límites y,  consecuentemente, saber cuidar mejor de ella. Naturalmente su fantástica complejidad rebasa infinitamente los alcances de unas cuartillas, sin embargo, considerando que es válido sintetizar conocimiento científico utilizando el sentido común, la lógica y respetando fuentes se puede abordar dignamente el tema.
Estructura
El Dr. Clarence Cook (1888-1971) comparó el funcionamiento de la célula con el de una gran ciudad diciendo: “realiza los procesos más complicados y extraordinarios de fabricación, almacenamiento, reparación, comunicación, transporte, vigilancia, eliminación de residuos, administración, producción de alimentos, y regulación de temperatura”.  Su estructura básica consiste en una membrana, un núcleo y el citoplasma donde suceden centenas de trasformaciones químicas (metabolismo celular) para mantenerse viva y cumplir sus funciones. La membrana regula salida y entrada de sustancias de y hacia el citoplasma que es un líquido gelatinoso gobernante de la respiración, crecimiento y eliminación de residuos celulares. El núcleo determina la estructura replicante de la célula. Recuerde que la célula se compone de moléculas, ver https://insurgenciamagisterial.com/recuperar-la-soberania-sobre-nuestro-cuerpo-%ef%bf%bc/?swcfpc=1 .
La primera célula del cuerpo, llamada cigoto, se crea mediante la unión de un óvulo y un espermatozoide que son las células sexuales femenina y masculina, respectivamente. Cada cual aporta 23 cromosomas (material con información genética) para  completar los 46 cromosomas que toda célula viva debe tener. A partir de aquí sólo requiere de un espacio (útero) y nutrientes para continuar el proceso programado en su ADN (proteína básica de la vida), sustancia donde se encuentra toda la información (genes) necesaria para el desarrollo del organismo entero. Aún hoy, cada célula contiene minúsculas partículas de materia del primer hombre en la tierra, pero sobre todo de nuestros padres, por eso somos diferentes como individuos e iguales como especie.
Hay 4 tipos de células: epiteliales, nerviosas, conjuntivas y musculares. Las primeras cubren el cuerpo,  los intestinos, etc.. Las células nervisosas se encargan de la comunicación intercelular. Las conjuntivas unen y sostienen las diferentes partes del cuerpo que es movido por las células musculares. No hay un espacio de nuestro cuerpo donde no estén estas incansables y maravillosas trabajadoras.
Tres semanas después de la gestación, empieza el proceso de generación de las neuronas (neurogénesis) encargadas de coordinar el desarrollo de los demás órganos (corazón, cerebro, hígado, etc.). Entre la 15ava y 20ava semanas de vida se generan entre 50 mil a 100 mil neuronas por segundo. Ya estando los órganos completos, estos conformarán los sistemas (nerviosos, digestivo, inmunológico, etcétera) cuya  coordinación hará posible la función orgánica corporal completa, cuando nazca el bebé.
Funcionamiento celular
Fundamentalmente las células tiene dos funciones: servirse a si misma y a las demás. Mantenerse funcionando requiere de combustible, igual que una máquina. La célula se activa mediante una chispa (energía) producida espontáneamente según la ciencia; o de Dios, de acuerdo a la religión. Como sea, lo importante es que ya activadas (máquina y célula) requieren ser alimentadas y que dependiendo del tipo de combustible consumidos será su rendimiento. Y como toda acción metabólica o de combustión necesita de oxígeno proveniente del agua y el aire estos son insumos imprescindibles para la Vida. Lo anterior significa que el estado, la duración y  el funcionamiento del cuerpo dependen de la calidad y cantidad de combustibles (nutrientes) suministrados.
Las proteínas
La estructura celular esta recambiándose cíclicamente mediante flujos e intercambios de proteínas, sodio, glucosa, etcétera, con el exterior. Es fundamental que en estos intercambios no haya ganancia ni pérdida so pena de inducir el desorden; el cual, de no corregirse a tiempo alterará la salud de la célula. Dichos intercambios dependen de la permeabilidad de la membrana celular, sus fuerzas, potencial electroquímico y eléctrico, porque estas repelen o atraen las sustancias hacia la célula. Las proteínas (cadenas de aminoácidos pilares de la Vida) componentes de la membrana, constantemente se UNEN a las proteínas del citoplasma y a sustancias externas formando nuevas estructuras con las células vecinas. Este aspecto clarifica porqué  la calidad y cantidad de proteínas es fundamental para ayudar a las células a hacer bien su trabajo.
Para cerrar esta primera parte del tema, le cuento por qué la sustancia base de la vida se llama proteína. El nombre proviene del hijo de Poseidón (Dios griego de los mares) llamado Proteo dotado de las facultades de mutar de forma y conocer el futuro. Debido a su poder profético era asediado por los mortales; para evitarlos cambiaba de forma constantemente. Precisamente esta característica de mutabilidad descubierta en los aminoácidos, los cuales cambian de acuerdo con los métodos empleados y las fuentes de las que se extraen, justificó el nombre de proteínas. Proteo es considerado símbolo de la materia primordial, chispa en la alquimia relacionado con el inconsciente. En el poema de José Enrique Rodó, titulado “los Motivos de Proteo”, se describe a este como la vida que resurge y se amplía mediante la expresión de nuevas formas. De aquí deriva también usar el sustantivo “Proteo” peyorativamente asignándose a quien  cambia frecuentemente de opiniones y actitudes.
Retomando el funcionamiento y la analogía célula-ciudad imaginemos, por ejemplo, el colapso de un almacén. En tal caso ya no podría recibir ni despachar mercancías, el truncamiento de su función afectará al transporte, producción, suministro, distribución, etcétera; es decir, a otras funciones de la ciudad. La administración, auxiliada por otros departamentos, intentará resolver el problema para evitar un colapso mayor en la metrópoli. Pues bien, igual que la ciudad tiene departamentos especializados, hay células encargadas de localizar, reparar y vigilar anomalías. ¿Cómo lo hacen?, ¿Podemos influir en ellas?, ¿Se puede inhibir, por ejemplo, la producción de células defectuosas? Estás y otras dudas se intentarán responder en la próxima colaboración. Mientras tanto, tome agua simple y realice ejercicios de respiración temprano por la mañana, expóngase un poco a sol antes de que se acumule el humo tóxico sobre la ciudad.


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