El excanciller anticipó que crearía una oficina para garantizar los objetivos del gobierno, pero López Beltrán le dijo que no a la "generosa oferta".
Cuartoscuro.
En su primer día de campaña para comandar la interna de Morena de cara a las elecciones de 2024, el excanciller Marcelo Ebrard lideró un acto en la CDMX donde buscó reforzar su alianza con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el partido guinda luego de las acusaciones que realizó por el método de elección de la boleta. En este sentido, propuso crear una Secretaría de la Cuarta Transformación durante su posible mandato y que Andrés Manuel López Beltrán la comande, pero el hijo del jefe de Estado rechazó la "generosa oferta".
Según expuso el exencargado de la relaciones exteriores de México, la oficina tendría como objetivos principales "consolidar y potenciar las grandes obras de infraestructura", entre las que mencionó la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; como así también "planear y ejecutar nuevas obras prioritarias a lo largo y ancho de México" con el objetivo de promocionar el desarrollo regional y bienestar para las personas".
Para esta tarea nombraría, anticipó, a Andrés Manuel López Beltrán, el segundo de los tres hijos que el Presidente tuvo con Rocío Beltrán, quien falleció en 2003. Durante su discurso lo calificó como un "joven muy destacado" y "brillante" y explicó que la oficina tendría rango de Secretaría "para que tenga autoridad legal y moral con el fin de garantizar que todas y cada una de las acciones del gobierno estén en sintonía con la visión de la 4T".
A pesar de sus intenciones, el hijo del jefe de Estado le dijo que no al ofrecimiento, al que calificó como una "generosa oferta", y adelantó que se mantendrá alejado de las disputas internas del partido para que su figura no sea utilizada "en favor o en contra" de alguna corcholata. "Como político tengo y tendré siempre la disciplina y la firme decisión de seguirlo en su lucha y seguir fiel a nuestro compromiso familiar de no intervenir o participar en política y mucho menos en el proceso de sucesión presidencial", agregó.
El objetivo de la corcholata presidencial no era sólo comenzar a diagramar un posible gobierno suyo; sino, también, reafirmar su lealtad a la 4T y al presidente, especialmente luego de las críticas que realizó contra la comandancia del partido y algunas figuras públicas que ya anticiparon sus apoyos para algunos de sus competidores.
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