De El Sendero de Fecal
Realidades de Nayarit - Se hunde Peña en 5 estados
Periódico Realidades de Nayarit - Se hunde Peña en 5 estados:
*Se encienden focos rojos para el PRI en Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Morelos
2012 / 05 / 16
Lo anterior fue el resultado de las encuestas realizadas por 3 despachos diferentes y que fueron ordenadas por el propio partido.
“¡Imposible!”, exclamaron los asesores peñistas, tras detectar que una de esas entidades era precisamente Oaxaca, seguida de Veracruz, Tabasco, Morelos y Chiapas. No daban crédito a lo que les revelaban los datos duros, menos todavía cuando una semana antes Peña Nieto había estado en Veracruz donde, según observó, todo iba bien.
Pero la empatía entre Peña Nieto y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se alteró en las siguientes semanas a causa de la forma poco hábil del mandatario para controlar la creciente violencia, pero sobre todo, por el asesinato de Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso en esa entidad, la madrugada del 28 de abril en la ciudad de Xalapa.
“Lo de Regina le va a pegar fuerte a Peña y están preocupados”, comentó a este semanario un integrante del equipo de campaña del mexiquense. En esos momentos aún no se sabía de la ejecución de tres fotorreporteros veracruzanos y la empleada administrativa de un diario local.
En Veracruz son varios los hombres de negocios que de manera velada o abierta han expresado su descontento con la forma de gobernar de Duarte, correligionario del candidato presidencial.
Quienes manejan los recursos de la campaña determinaron que del millón 120 mil pesos que le tocan a cada candidato a diputado federal, sólo se le entreguen 600 mil pesos repartidos en tres ministraciones; el resto, 520 mil pesos, se destinará a la campaña presidencial, aseguran fuentes. Y en cuanto a los senadores, el primer círculo de Peña Nieto determinó que cedan 30% de su tiempo en medios electrónicos al candidato presidencial.
Tabasco en picada
En Tabasco, uno de los bastiones históricos del PRI, sucede lo mismo que en Veracruz. La designación de Jesús Alí como candidato priísta a la gubernatura, fracturó la relación con los otros precandidatos y con el mandatario saliente Andrés Granier, quien apoyó a su secretario de Salud, Luis Felipe Graham, para ser el abanderado del PRI.
La rispidez entre la militancia local fue evidente durante la gira de Peña Nieto, el 26 de abril. A diferencia de otros mandatarios, Granier estuvo ausente en los actos públicos del mexiquense, con el que sólo tuvo una reunión privada.
EPN se hunde en Oaxaca y Morelos
Oaxaca es otra de las entidades donde las fracturas priístas fueron evidentes. Durante su visita, Peña Nieto marginó de todos sus actos públicos al ex gobernador Ulises Ruiz; José Murat, quien participa en el equipo presidencial de campaña como operador en determinadas entidades, optó por cumplir un papel discreto en el único evento que organizó para el aspirante presidencial del PRI: su visita a San Pablo Guelatao, la cuna de Benito Juárez.
Las inconformidades y fracturas al interior del priísmo de Morelos también afectan la campaña de Peña Nieto, lo que prendió los focos rojos en el CEN priísta.
Las disputas entre los simpatizantes del candidato a la gubernatura, Amado Orihuela Torres y Manuel Martínez Garrigós, quien perdió la contienda interna y hoy está al frente de la lista de diputados plurinominales, hizo que Peña Nieto cancelara su primera visita a la Plaza de Armas de Cuernavaca, el 10 de abril, fecha del aniversario luctuoso de Emiliano Zapata.
Estructura paralela
El 11 de enero Enrique Peña Nieto anunció la conformación de su equipo de campaña. A Luis Videgaray se le designó encargado de vinculación con sectores empresariales, de evaluación, coordinadores de circunscripción y de comunicación social.
En ese grupo formal incluyó a políticos cercanos a Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes y al defenestrado Humberto Moreira. Sin embargo, la verdadera conducción de la campaña es la “estructura paralela” que trae el candidato del PRI.
Su gente de confianza es la que dispone la forma en que debe distribuirse el dinero, quién recolecta apoyos entre gobernadores, qué lineamientos de defensa se esgrimen ante el IFE y quién evalúa verdaderamente la campaña.
Se asegura, acorde a militantes del PRI , que los verdaderos asesores de Peña Nieto son el ex gobernador Alfredo del Mazo, quien además es su tío, y Juan Antonio González Fernández, ex dirigente priísta y secretario del Trabajo durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Y en el equipo compacto participan “tres luises”: Luis Videgaray, coordinador general de la campaña; Luis Miranda Nava, encargado de la recolección de fondos y de la elaboración de las listas de los candidatos al Congreso, y Luis Vega Aguilar, quien aparece formalmente como secretario de administración del CEN del PRI pero en realidad se encarga de la distribución de los recursos. También está Estefan Chidiac, el tesorero formal del PRI, quien sólo se dedica a cuadrar los gastos ante el IFE.
En la parte política operan el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y Miguel Ángel Osorio Chong, quien ocupa la Secretaría de Organización. Los conflictos entre el ex gobernador de Hidalgo y Videgaray se han agudizado por las ambiciones adelantadas de ambos.
Benito Neme es el que ordena cómo, cuándo y de qué manera debe defender al partido y a su candidato ante el IFE en materia electoral. Felipe Solís Acero, experto en temas electorales y allegado del senador Manlio Fabio Beltrones, opera “lo que Neme ordena”; lo mismo hace Sebastián Lerdo de Tejada, representante oficial del PRI ante el IFE.
Otro ejemplo de estructura paralela es Jorge Carlos Ramírez Marín, gente de Beatriz Paredes que oficialmente es vicecoordinador general de la campaña y se encarga del área de comunicación social. Sin embargo, quien pone en marcha toda la estrategia es el joven Aurelio Nuño, egresado de la Universidad Iberoamericana.
El dinero
Luis Vega Aguilar, secretario de administración del PRI, se encarga de controlar los recursos del partido. Priístas entrevistados sobre la forma en que Peña Nieto pretende “darle la vuelta” a los gastos de campaña en el IFE detallan que Vega Aguilar diseñó una estrategia consistente en que parte de los recursos programados para las campañas al Congreso se desvíen a la de Peña Nieto, aunque certificados “como si hubiesen sido para diputados y senadores”.
En lo que respecta al hecho de que a los candidatos a diputados federales sólo se les entregaran 600 mil pesos del millón 120 mil que les corresponden para sus campañas, una de las fuentes priístas explica: “si multiplicas los 520 mil pesos (restantes) por los 300 candidatos a diputados, tienes un remanente de 156 millones para la campaña del candidato presidencial. Por eso se ven tantos anuncios y dicen en la dirigencia que no se rebasarán los topes de campaña. Lo que no aclaran es que están redistribuyendo el mismo dinero restándole a los diputados casi 50% de lo que les corresponde”.
La fuente comenta que en el caso de los 128 aspirantes al Senado sucede lo mismo, pero indica que como el IFE fijó un tope a partir del número de votantes por entidad, ahí no se puede sacar una media del dinero que se desviará hacia la campaña de Peña Nieto.
*Se encienden focos rojos para el PRI en Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Morelos
2012 / 05 / 16
Ciudad de México; Martes 15 de Mayo de 2012.- Verdadero pánico es lo que prevalece en los altos mandos del equipo de campaña del candidato priísta Enrqiue Peña Nieto, ya que en los estados de Oaxaca, Morelos, Veracruz, Tabasco y Chiapas, se encendieron los focos rojos en el partido tricolor, es decir, corren el riesgo de perder el voto en dichas entidades...
Lo anterior fue el resultado de las encuestas realizadas por 3 despachos diferentes y que fueron ordenadas por el propio partido.
“¡Imposible!”, exclamaron los asesores peñistas, tras detectar que una de esas entidades era precisamente Oaxaca, seguida de Veracruz, Tabasco, Morelos y Chiapas. No daban crédito a lo que les revelaban los datos duros, menos todavía cuando una semana antes Peña Nieto había estado en Veracruz donde, según observó, todo iba bien.
Pero la empatía entre Peña Nieto y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se alteró en las siguientes semanas a causa de la forma poco hábil del mandatario para controlar la creciente violencia, pero sobre todo, por el asesinato de Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso en esa entidad, la madrugada del 28 de abril en la ciudad de Xalapa.
“Lo de Regina le va a pegar fuerte a Peña y están preocupados”, comentó a este semanario un integrante del equipo de campaña del mexiquense. En esos momentos aún no se sabía de la ejecución de tres fotorreporteros veracruzanos y la empleada administrativa de un diario local.
En Veracruz son varios los hombres de negocios que de manera velada o abierta han expresado su descontento con la forma de gobernar de Duarte, correligionario del candidato presidencial.
Quienes manejan los recursos de la campaña determinaron que del millón 120 mil pesos que le tocan a cada candidato a diputado federal, sólo se le entreguen 600 mil pesos repartidos en tres ministraciones; el resto, 520 mil pesos, se destinará a la campaña presidencial, aseguran fuentes. Y en cuanto a los senadores, el primer círculo de Peña Nieto determinó que cedan 30% de su tiempo en medios electrónicos al candidato presidencial.
Tabasco en picada
En Tabasco, uno de los bastiones históricos del PRI, sucede lo mismo que en Veracruz. La designación de Jesús Alí como candidato priísta a la gubernatura, fracturó la relación con los otros precandidatos y con el mandatario saliente Andrés Granier, quien apoyó a su secretario de Salud, Luis Felipe Graham, para ser el abanderado del PRI.
La rispidez entre la militancia local fue evidente durante la gira de Peña Nieto, el 26 de abril. A diferencia de otros mandatarios, Granier estuvo ausente en los actos públicos del mexiquense, con el que sólo tuvo una reunión privada.
EPN se hunde en Oaxaca y Morelos
Oaxaca es otra de las entidades donde las fracturas priístas fueron evidentes. Durante su visita, Peña Nieto marginó de todos sus actos públicos al ex gobernador Ulises Ruiz; José Murat, quien participa en el equipo presidencial de campaña como operador en determinadas entidades, optó por cumplir un papel discreto en el único evento que organizó para el aspirante presidencial del PRI: su visita a San Pablo Guelatao, la cuna de Benito Juárez.
Las inconformidades y fracturas al interior del priísmo de Morelos también afectan la campaña de Peña Nieto, lo que prendió los focos rojos en el CEN priísta.
Las disputas entre los simpatizantes del candidato a la gubernatura, Amado Orihuela Torres y Manuel Martínez Garrigós, quien perdió la contienda interna y hoy está al frente de la lista de diputados plurinominales, hizo que Peña Nieto cancelara su primera visita a la Plaza de Armas de Cuernavaca, el 10 de abril, fecha del aniversario luctuoso de Emiliano Zapata.
Estructura paralela
El 11 de enero Enrique Peña Nieto anunció la conformación de su equipo de campaña. A Luis Videgaray se le designó encargado de vinculación con sectores empresariales, de evaluación, coordinadores de circunscripción y de comunicación social.
En ese grupo formal incluyó a políticos cercanos a Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes y al defenestrado Humberto Moreira. Sin embargo, la verdadera conducción de la campaña es la “estructura paralela” que trae el candidato del PRI.
Su gente de confianza es la que dispone la forma en que debe distribuirse el dinero, quién recolecta apoyos entre gobernadores, qué lineamientos de defensa se esgrimen ante el IFE y quién evalúa verdaderamente la campaña.
Se asegura, acorde a militantes del PRI , que los verdaderos asesores de Peña Nieto son el ex gobernador Alfredo del Mazo, quien además es su tío, y Juan Antonio González Fernández, ex dirigente priísta y secretario del Trabajo durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Y en el equipo compacto participan “tres luises”: Luis Videgaray, coordinador general de la campaña; Luis Miranda Nava, encargado de la recolección de fondos y de la elaboración de las listas de los candidatos al Congreso, y Luis Vega Aguilar, quien aparece formalmente como secretario de administración del CEN del PRI pero en realidad se encarga de la distribución de los recursos. También está Estefan Chidiac, el tesorero formal del PRI, quien sólo se dedica a cuadrar los gastos ante el IFE.
En la parte política operan el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y Miguel Ángel Osorio Chong, quien ocupa la Secretaría de Organización. Los conflictos entre el ex gobernador de Hidalgo y Videgaray se han agudizado por las ambiciones adelantadas de ambos.
Benito Neme es el que ordena cómo, cuándo y de qué manera debe defender al partido y a su candidato ante el IFE en materia electoral. Felipe Solís Acero, experto en temas electorales y allegado del senador Manlio Fabio Beltrones, opera “lo que Neme ordena”; lo mismo hace Sebastián Lerdo de Tejada, representante oficial del PRI ante el IFE.
Otro ejemplo de estructura paralela es Jorge Carlos Ramírez Marín, gente de Beatriz Paredes que oficialmente es vicecoordinador general de la campaña y se encarga del área de comunicación social. Sin embargo, quien pone en marcha toda la estrategia es el joven Aurelio Nuño, egresado de la Universidad Iberoamericana.
El dinero
Luis Vega Aguilar, secretario de administración del PRI, se encarga de controlar los recursos del partido. Priístas entrevistados sobre la forma en que Peña Nieto pretende “darle la vuelta” a los gastos de campaña en el IFE detallan que Vega Aguilar diseñó una estrategia consistente en que parte de los recursos programados para las campañas al Congreso se desvíen a la de Peña Nieto, aunque certificados “como si hubiesen sido para diputados y senadores”.
En lo que respecta al hecho de que a los candidatos a diputados federales sólo se les entregaran 600 mil pesos del millón 120 mil que les corresponden para sus campañas, una de las fuentes priístas explica: “si multiplicas los 520 mil pesos (restantes) por los 300 candidatos a diputados, tienes un remanente de 156 millones para la campaña del candidato presidencial. Por eso se ven tantos anuncios y dicen en la dirigencia que no se rebasarán los topes de campaña. Lo que no aclaran es que están redistribuyendo el mismo dinero restándole a los diputados casi 50% de lo que les corresponde”.
La fuente comenta que en el caso de los 128 aspirantes al Senado sucede lo mismo, pero indica que como el IFE fijó un tope a partir del número de votantes por entidad, ahí no se puede sacar una media del dinero que se desviará hacia la campaña de Peña Nieto.
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