martes, junio 19, 2012

El poder del ‘cuchi cuchi’

De Zócalo Saltillo
El Retrato Incómodo
Guadalupe Loaeza 
Estaba furiosa, indignada, sumamente afectada, pobre Sofía no había manera de consolarla. Hablaba y hablaba sin que pudiera intervenir para consolarla. Opté entonces por escucharla con el objeto de que sacara todo lo que tenía en el corazón: “¿Te das cuenta lo que me dijo mi marido? Ahora sí me ofendió. Te lo juro que nunca imaginé su respuesta: ‘Ni aunque me prometieras....
 



Estaba furiosa, indignada, sumamente afectada, pobre Sofía no había manera de consolarla. Hablaba y hablaba sin que pudiera intervenir para consolarla. Opté entonces por escucharla con el objeto de que sacara todo lo que tenía en el corazón: “¿Te das cuenta lo que me dijo mi marido? Ahora sí me ofendió. Te lo juro que nunca imaginé su respuesta: ‘Ni aunque me prometieras tres meses de ‘cuchi cuchi’, votaría por Josefina’. Después me dijo que era una manipuladora, una chantajista y que lo que proponía la candidata del PAN era de lo más infantil. ‘¿Te imaginas a la Merkel, o a Segolene Royale, la ex candidata a la Presidencia en Francia, sugiriendo eso a su electorado? Además de cursi es totalmente retrógrada, nada más pregúntale a cualquier joven lo que piensa de esta declaración’. Estaba realmente muy sacado de onda. No me entendió.

A mí no me importa que vote o no vote por Josefina, lo que me interesa es tener más ‘cuchi cuchi’. Era como una indirecta, ¿sí me entiendes? Era como decirle: ‘últimamente te siento muy lejano, deberíamos de tener una vida sexual más activa’. Lo que sucede es que no me atrevo decírselo así de directo. Es tan susceptible... Fue por eso que tomé como pretexto la propuesta de Josefina. Te lo juro que no me parece tan descabellada su sugerencia. Es más, pienso que los tres candidatos (acuérdate que Quadri no existe para mí) deberían pedir exactamente lo mismo, para que millones de mexicanos salgamos a votar el 1o. de julio. ‘No salen a votar, no habrá ‘cuchi cuchi’ no en uno, sino en dos meses’, deberían de decir en su respectiva propaganda. Ese sería el último slogan de su campaña. Debería de estar escrito en todos los espectaculares de la ciudad, en volantes, en calcomanías y en todos los muros. Serían las elecciones más participativas de la historia mexicana. Claro que nueve meses después tendríamos problemas demográficos, pero ahora las mujeres se cuidan mucho más que antes. Créeme, no es una idea tan descabellada, sobre todo viniendo de una candidata panista, más bien conservadora. Al principio no me gustó que Josefina lo propusiera de esa manera. Es más, cuando me lo comentaron el fin de semana no lo podía creer. Me pareció de muy mal gusto, como que no era muy digno de una candidata seria y profesional. Decir ese tipo de cosas... son como las que decía Beto el Boticario en los 60 u 80. ¿Te acuerdas? Es el típico humor de los programas de Televisa de los sábados en la noche. En otras palabras, encontré la expresión súper anacrónica. Pero ya ves que hay mucha gente que se lo ha celebrado. Eso gusta en México. Te apuesto lo que quieras que esta expresión tan mexicana (quién sabe de dónde venga...) le hará subir unos puntitos... ¿Por qué no se podrá hablar de sexo en la política? ¿Por qué tendría que ser un tema tabú? Habría que analizar, junto con otros aspectos de su personalidad, la vida sexual de los candidatos y de las candidatas? ¿Qué tan plena y satisfactoria es? Habría que preguntárselo a sus parejas. ‘¿Cuántos ‘cuchi cuchi’s habrán tenido a lo largo de la campaña?’ ¿Tú crees que dependiendo del partido, será el tipo ‘cuchi cuchi’? Es decir, que el PRI cuchicuchea muy distinto al PAN y al PRD. ¿Habrá cuchicucheos conservadores y cuchicucheos liberales? Contéstame, por favor. No soporto cuando te quedas tanto tiempo callada...”.

En realidad no sabía qué decirle a mi amiga Sofía, siempre tan compulsiva respecto a situaciones totalmente obtusas. La verdad no me interesaban sus preocupaciones. Habiendo tantos problemas en el país... Preferí despedirme de ella. De la manera más sutil y amable, le pregunté: “Oye, ¿cuándo comemos?”. Finalmente nos pusimos de acuerdo para comer el viernes. Confieso que la conversación de Sofía me dejo muy intrigada. Prendí la computadora y comencé a buscar temas en relación con la política y el sexo, como no hay nada nuevo bajo el sol, me topé con la obra de teatro de Aristófanes, Lisístrata. Esta mujer ya estaba harta de que su marido se fuera a la guerra con cualquier pretexto. Decidió entonces arengar a todas las mujeres de su comunidad para que declararan “una huelga de piernas cruzadas”, de modo que cuando sus maridos regresaran de la guerra no hubiera ‘cuchi cuchi’.

¿Qué pensarán las feministas de la propuesta de Josefina? No hay duda de que en la actualidad el poder de la mujer no reside nada más en el sexo, lo que sí era una idea arraigada en algunas feministas de la antigüedad como es el caso de Lisístrata. No hace mucho se puso en práctica lo que Lisístrata proponía. En Bélgica, por ejemplo, en febrero del 2011, la senadora socialista flamenca, Marleen Temmerman, propuso la realización de una huelga de sexo, con el fin de formar, después de 241 días, un nuevo gobierno en Bélgica. En Filipinas, las mujeres de una cooperativa costurera impusieron una semana de huelga de sexo, para terminar la violencia entre dos pueblos. Pero la huelga más llamativa fue la que se dio en Colombia. Dice la Wikipedia, que en el 2006 decenas de esposas y novias de una banda de narcotraficantes de Pereira en Colombia, iniciaron una huelga de piernas cruzadas para frenar la violencia. “Según la portavoz Jennifer Bayer, el objetivo específico de la huelga era forzar a los miembros de pandillas a entregar sus armas en cumplimiento de la ley”. La huelga funcionó y el proyecto salió adelante con el apoyo del ministro de Transporte.

Habría que sugerirle a Josefina que no utilizara el sexo como premio, sino como castigo. Es siempre más efectivo...

gloaeza@yahoo.com

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