De Zocalo Saltillo
La ruta de la confrontación verdadera no fue la electoral pero podría
ser la relacionada con los energéticos. Aún cuando Andrés Manuel López
Obrador pretende organizar alguna forma de repudio amplio a la toma de
posesión de Enrique Peña Nieto, el próximo 1 de diciembre, esa protesta
será simbólica, testimonial, sin la participación del PRD que desde
ahora está bien arreglado con el mexiquense y sin efervescencia fuerte
relacionada con los comicios, aceptada como fue desde un principio la
imposición del priísta, sin mayor resistencia real./
El peñanietismo ha hecho una lectura apresurada y equivocada de ese
allanamiento opositor ante el fraude de este año. Pareciera, a ojos de
la cúpula priísta, que la incapacidad de protesta de la izquierda social
y electoral ante la compra de la Presidencia de la República
significara una derrota total, y que en tales circunstancias los
“ganadores” deberían pisar el acelerador para sacar adelante algunas de
las principales propuestas del conservadurismo depredador del
calderonismo panista y el peña-salinismo priísta. Un primer paso fue el
de la reforma laboral, que está atorado por los coletazos del
dinosaurismo sindical. El siguiente es el de la mayor apertura de Pemex a
la inversión privada, nacional pero, sobre todo, transnacional./
Convertido en El vendedor más grande de México (Og Pemexino) aún sin
haber tomado posesión de su nuevo cargo, EPN pretende valerse del mismo
método utilizado para abrir camino a las modificaciones en materia de
trabajo, la iniciativa preferente que en un abrir y cerrar de ojos
colocará el tema de los energéticos ante la maquinaria legislativa que
de contar, como se supone, con los votos de PAN y PRI, podrá aprobar con
rapidez las nuevas normas legales, aunque el proceso se alargaría si
finalmente se optara por hacer cambios a la letra constitucional./
La venta de Pemex requiere de rapidez para evitar que se reconstituya
una fuerza opositora encabezada por AMLO. A la vez, dicha operación
comercial significa una oportunidad para que el movimiento de izquierda
social levante cabeza luego de la derrota electoral y de la doblegada
aceptación virtualmente silenciosa de esos resultados tramposos. A ese
momento está apostando el tabasqueño, convencido de que la dimensión del
atraco en curso hará coincidir a segmentos progresistas de todo el país
en la defensa de la principal riqueza del país, más allá de la forma de
explotación actual de ella, por encima de sindicalismo y contratismo
que hoy saquean a Pemex./
En el rediseño de país que empuja Peña Nieto a partir del diseño que le
han hecho los factores que le llevan al poder está también el tema de la
migración. Jorge Mújica Murias, un mexicano que desde Chicago escribe
la columna México del Norte (http://goo.gl/tXRcP)
ha advertido los riesgos de lo anunciado por Arnufo Valdivia,
coordinador de temas migratorios en el equipo de transición de EPN,
quien propone la creación de lo que Mújica denomina “La nueva
Meximigra”, una “patrulla fronteriza inteligente” que “ trataría de
dejar pasar por la frontera sur solamente a quienes garanticen que
pueden pasar por la frontera norte”./
Con ese nuevo esquema, México se convertiría en el policía de Estados
Unidos desde la frontera sur de nuestro país, ejerciendo criterios de
discriminación y represión que serían similares a lo que del lado gringo
pretenden justificar los opositores a la migración de mexicanos. Así lo
explicó el citado Valdivia: “En el tema fronterizo tenemos que velar
por tener una membrana inteligente, que detenga lo malo y deje pasar lo
bueno, incluido las personas, tenemos que tener un cuidado puntual de
los derechos, un gobierno humano para tener un tratamiento de las
fronteras, vamos a reforzar las políticas de la integración e
internación de los extranjeros”./
La línea divisoria entre “lo malo” y “lo bueno” ha sido borrada en los
acontecimientos de los días recientes en materia del narcotráfico y sus
reacomodos de fin de sexenio. El asesinato del máximo jefe de los
cruentos Zetas, Heriberto Lazcano, se convirtió en un lamentable
concurso público de tonterías y aberraciones, con los gobiernos federal y
coahuilense metidos en una espiral de errores que desacreditó
gravemente la versión oficial de los hechos, llegando al extremo del
ridículo en algunas ocasiones (por ejemplo: las diferentes medidas del
cadáver fugado, y cierta explicación oficial de que el cuerpo “habría
crecido” unos 20 centímetros de su juventud a la fecha)./
Fuese como venganza por el atrevimiento de haber ordenado o permitido
que mataran al hijo del ex gobernador Humberto Moreira, o porque en el
fondo es una manera de seguir debilitando al cártel adversario del
favorecido durante los doce años de panismo, pero lo cierto es que la
estructura de los Zetas ha sido golpeada sucesivamente en su estructura
de mando, lo que permitirá a la administración federal venidera negociar
en condiciones ventajosas o tratar de establecer acuerdos que mantengan
a flote lo sustancial del “negocio”, el mercadeo de drogas, pero
disminuyan actividades “paralelas” como el secuestro y la extorsión a
negocios./
Sin embargo y de manera sorpresiva sucedió el acribillamiento de Manuel
Torres, apodado el M1 o El ondeado, quien ejercía la jefatura de plaza
en la emblemática Culiacán, sede del hasta ahora casi intocado cártel de
Sinaloa. Ese “abatimiento” podría deberse a problemas internos de la
organización dirigida por Joaquín Guzmán, el Chapo, y por Ismael
Zambada, el Mayo, o por fortuitas o programadas acciones militares que
se toparon con Torres (hermano de Javier, el JT, preso en Estados
Unidos), o ser resultado de un proceso de ajuste de maquinarias en
preparación para el cambio de gerencia política nacional./
Y, mientras Margarita Zavala y Carlos Slim se sienten orgullosos de los
jóvenes mexicanos “en situación de calle” que en la Homeless World Cup
ganaron el campeonato, en la versión femenil, y llegaron a la final, en
la varonil (¡Oh, cuántas medallas si la política y el capital produjeran
más chavos así!), ¡hasta mañana! (fin).
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