De Zócalo Saltillo
Indicador Político
En este sentido, el debate podría perderse en la demagogia: El problema
no radica en la limitación de uso de una sola arma sino en el tráfico
interno y exportación. Y el origen del conflicto radica en el hecho de
que los EU son una nación de conquista armada.
De ahí que la segunda enmienda constitucional seguirá intocable: “Siendo
necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado
libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas no será
infringido”.
Una lista de datos podría ilustrar la dimensión del conflicto de lar amas en los EU:
-Mientras en Washington D.C. está limitada la posesión de armas para
ciudadanos, los senadores demócratas Chuck Schumer y Edward Kennedy
tenían autorización para tener guardaespaldas armados dentro del
Congreso.
-El 25 de febrero de 2009, menos de dos meses de haber tomado posesión,
el presidente Obama instruyó al procurador Eric Holder a restablecer la
prohibición de armas de asalto que expiró en 2004. Sobre la coyuntura de
la masacre en Newtown, Connecticut, en diciembre, Obama desempolvó en
2012 su promesa incumplida de 2009.
-La venta de armas en los EU no tiene relación directa con presuntos
aspirantes a autores de masacres sino al miedo derivado de tres hechos:
El terrorismo, el aumento de la delincuencia y la seguridad en los
hogares. Sólo en diciembre el FBI recibió casi 3 millones de solicitudes
de datos de personas que acudieron a comprar armas.
-La muerte de personas por actos violentos es infinitamente inferior a
los civiles asesinados por tropas estadunidenses en Irak y Afganistán
con rifles de asalto.
-En los EU los ciudadanos tienen en propiedad 106 millones de pistolas,
105 millones de rifles -entre ellos de asalto que se venden libremente
en tiendas y por internet- y 83 millones de escopetas. La población
total en los EU es de 310 millones de habitantes.
-El New York Post publicó testimonios de ladrones que celebraron que las
autoridades hubieran publicado un mapa de poseedores de armas porque
serían los hogares no visitados por los ladrones. Por tanto, la fórmula
“más armas igual a menos crimen” tendría una lógica.
-La restricción en el uso de armas en los EU podría dejar a ciudadanos a
merced de los delincuentes. John R. Lott Jr., autor del libro More
guns, less crimen (más armas, menos crímenes), reveló que aumentaron las
masacres en las escuelas después de la ley de Escuelas como Zonas
Libres de Armas por la sencilla razón de que los ciudadanos cumplen las
leyes pero los delincuentes no. “En lugar de hacer las escuelas lugares
más seguras, las convirtieron en blanco fácil”. En esta lógica se
localiza la decisión de permitir maestros armados o guardias armados en
escuelas. Es decir, las armas malas se combaten con armas buenas. Hay
datos: los crímenes son 23% más altos en estados con restricciones de
armas que en las que existen amplias libertades.
-Los juegos de video más vendidos en los EU y usados por adolescentes
son los que tienen armas que disparan ráfagas para matar adversarios.
Las películas más taquilleras son las que promueven la violencia. El
asesino de Colorado que disparó en un cine abrevó en la lógica de la
serie de Batman del director Christopher Nolan porque presenta a la
delincuencia victoriosa sobre las leyes.
-El 63% de la venta de armas en el mundo está acaparado por empresas
estadunidenses, el 29% de europeas y el 2% de Rusia. El 80% del aumento
del gasto militar en el mundo fue de los EU. El 34% de la exportación
mundial de armas es de los EU. En el 2011 los EU exportaron 66 mil
millones de dólares en armas, el 77% del total mundial.
-Los EU se convirtieron en potencia dominante por las armas y la
penetración dominante del armamentismo en las instituciones. En su
discurso de despedida de finales de 1960 el presidente Eisenhower
anunció la aparición del complejo militar-industrial: “nos hemos visto
obligados a crear una industria de armamentos permanente, de grandes
proporciones. Añadido a esto, tres millones y medio de hombres y mujeres
están directamente implicados en el sistema de defensa. Gastamos
anualmente en seguridad militar más que los ingresos netos de todas las
empresas de Estados Unidos.
Esta conjunción de un inmenso sistema militar y una gran industria
armamentística es algo nuevo para la experiencia norteamericana. Su
influencia total (económica, política, incluso espiritual) es palpable
en cada ciudad, cada parlamento estatal, cada departamento del gobierno
federal. Reconocemos la necesidad imperativa de esta nueva evolución de
las cosas. Pero debemos estar bien seguros de que comprendemos sus
graves consecuencias. Nuestros esfuerzos, nuestros recursos y nuestros
trabajos están implicados en ella; también la estructura misma de
nuestra sociedad.
En los consejos de gobierno, debemos estar alerta contra el desarrollo
de influencias indebidas, sean buscadas o no, del complejo
militar-industrial.
Existe y existirán circunstancias que harán posible que surjan poderes en lugares indebidos, con efectos desastrosos.
…Sólo una ciudadanía entendida y alerta puede obligar a que se produzca
una correcta imbricación entre la inmensa maquinaria defensiva
industrial y militar, y nuestros métodos y objetivos pacíficos, de modo
que la seguridad y la libertad puedan prosperar juntas.
Al final, queda la sabiduría popular: “las armas las carga el diablo pero las disparan los pendejos”.
carlosramirezh@hotmail.com
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