De Zocalo Saltillo
Campos Elíseos
Katia D'Artigues
Como sociedad nos enfrentamos a un reto: que comprendamos que todos y
todas tenemos derecho a un debido proceso, por más mal que nos pueda
caer alguien. Y me refiero, sí, a Elba Esther Gordillo.
Lo discutimos en el caso Florence Cassez: salió libre precisamente por
eso. Y así debe ser. Y nunca sabremos si es culpable o inocente. Sin
embargo a muchas personas en México no les gustó y les pareció, incluso,
una ofensa o hasta el resultado de un compló (como muchas cosas en
México se piensan que lo son, sea o no verdad). De ahí la importancia de
cuidar muy bien el proceso en contra de Elba Esther Gordillo, quien es
aún presunta culpable, es decir, inocente, hasta que en un proceso
jurídico (no se vale lo que opinemos usted o yo) se juzgue lo
contrario.
Es vital que goce de todos sus derechos. Todos, hasta los que tendría
por ser una adulta mayor de 68 años (nació en 1945) y estar enferma (10
padecimientos, como relató su médico personal, entre ellos insuficiencia
renal, hepatitis C, hipertensión, aneurismas).
Usted —o quizá alguien que conoce— seguramente ha dicho o escuchado
decir: “¡Prestadora de servicios auxiliares en la cocina, adulta en
plenitud! Que permanezca sin cuestionamiento alguno en el centro de
readaptación social hasta su muerte y posterior descomposición física”. O
lo que es más probable, su versión no políticamente correcta que es:
“¡Pinche vieja! Que se pudra en la cárcel.” A que sí.
Pero por más que Gordillo le pueda caer a usted o a quien quiera en la
punta del hígado y que pensemos terribles cosas de ella, su persona, y
de la corrupción que se le podría comprobar, es a lo que tiene derecho y
es a lo que todos tenemos derecho… Pero no sólo eso: es una medida
inteligente de parte de este gobierno —en comparación con el anterior y
los montajes a lo García Luna—, pues se comprobó que el método de violar
los derechos humanos a lo largo sólo los hace quedar en ridículo. Y ahí
está Cassez como caso más notorio, pero también muchos más.
Así que si sale de la cárcel en dos años para purgarla en su millonaria
casa por tener 70 años, ni modo. Si por motivos de salud pasa su
detención en un hospital, también. Si el argumento del respeto a los
derechos humanos —amparo que presuntamente promovió el abogado de ella;
pero que por la tarde de ayer fue desechado por el juez debido a que
Gordillo desconoció este recurso— no lo convence, sólo piense que la
familia Gordillo tiene recursos económicos para litigar al infinito y
más allá y sacarla si es que hay algún error o violación a sus derechos
humanos.
Y también la familia tiene derecho a eso. Como todos lo tenemos en
papel, pero que también depende de que tengamos dinero para hacerlo.
Por cierto, el que definitivamente quedó en ridículo fue Ernesto
Cordero. El ahora presidente del Senado, ex secretario de Desarrollo
Social y de Hacienda, ex precandidato presidencial y una de las personas
más cercanas al ex presidente Calderón acaba de decir: “No encontramos
ninguna irregularidad (en el sexenio de Calderón sobre Gordillo), y como
lo dijo el procurador con mucha claridad: lo que detonó toda esta
investigación fue una observación relevante como se denomina en la
regulación bancaria en diciembre de 2012 y de ahí se inicia la
investigación”.
Mmm, una de tres.
—Gordillo se habría enriquecido en dos meses (poco probable)
—Cordero debe ir al oftalmólogo porque debe tener miopía, astigmatismo e hipermetropía juntos
—O nos dice la verdad, aunque les duela: “No hicimos nada porque era
nuestra socia, por ella, en parte, ganamos la Presidencia”. Y hasta algo
que hablaría “bien” de ellos: llegaron a un acuerdo, aunque fuera
presuntamente solapar o desviar a la mirada de la corrupción, y ellos
cumplen su palabra.
Independientemente de la seriedad del caso Gordillo, ya sabe cómo somos
en México. Todo es motivo de broma. Por estos días han circulado en
redes sociales dos muy buenos. Se los paso al costo.
Una oración que leí en Facebook, de la autoría de Gabriela Aguilar:
“Oremos: ‘San Louis Vuitton, que su captura mejore la educación; San
Saks, que el PRI no se eche para atrás; San Neiman Marcus, te
agradecemos los que estamos hartus; Santa Prada, que en el bote no se
haga otra cirujeada; Santa Carolina Herrera; que por fin asuma no ser
güera; San Dior; que ya no robe sin pudor; Santa Chanel, que su celda no
parezca un cuarto de hotel...’” Amén.
O está el comentario en Twitter, que vi citado por muchos usuarios: “Las
tres Elbas en crisis: Elba Esther Gordillo. Elba rcelona. Elva ticano”.
Bueno, hasta la aerolínea de bajo costo “VivaAerobus” ya sacó su
promoción “Al maestro con cariño”: No son vuelos privados, pero sí a muy
buen precio. En su cuenta de Twitter postearon: Querido maestro, que no
te atrapen en vuelo privado, mejor vuela en VivaAerobus. Vuela desde
$458 pesos.
Desde ayer a las 20 horas, tiempo de Roma, Papa no habemus. Benedicto
XVI dejó de serlo. ¿Qué viene ahora? Se lo comento en la edición online
de esta columna, además de los alarmantes ataques a El Siglo de Torreón.
Además, ¿quiere ser consejero electoral? Le doy la convocatoria.
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