De La Jornada
Su estatura moral llega a incomodar incluso a quienes dicen seguir su ejemplo: Recasens
Prolongados aplausos de adiós al líder comunista Martínez Verdugo
Dirigentes históricos de la izquierda lo despiden con cantos y poesía en el Museo de la Ciudad
Arturo Jiménez
Periódico La Jornada
Domingo 26 de mayo de 2013, p. 5
Ante la probable incomodidad de algunos de los
dirigentes de izquierda que acudieron al homenaje de cuerpo presente a
Arnoldo Martínez Verdugo, líder histórico del comunismo mexicano, Martha
Recasens dijo de su compañero de más de tres décadas, quien falleció
este viernes:
es un hombre de principios; tiene una estatura moral que llega a incomodar a muchos, incluso a algunos que dicen seguir su ejemplo...
Luego de hablar de la tolerancia del dirigente al
narcisismo exacerbado de quienes se dicen ser hermanos, aunque han demostrado no serlo, y de alertar sobre
los embates del pragmatismo y del pensamiento superfluo, Recasens también planteó a los cientos de asistentes al Museo de la Ciudad de México, de cuyos balcones internos colgaban reproducciones de carteles de la campaña presidencial de Martínez Verdugo en 1982:
No le gustaban los reflectores
A Arnoldo no le gustan los reflectores, nunca le han gustado, porque ante todo reconoce y valora profundamente que las acciones que efectivamente trascienden son resultado de un esfuerzo colectivo, de la suma de capacidades y cualidades de muchos más. Pero también ha demostrado tener el don de conducir el esfuerzo colectivo y potenciar la factibilidad de que éste arribe a buen puerto.
Martha Recasens hablaba en presente porque leía un texto inédito escrito por ella
hace unos seis u ocho años, y que ahora había sacado del cajón para compartirlo en el homenaje luctuoso.
Ahí estaban el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, y los
dirigentes nacional y del Distrito Federal de ese partido, Jesús
Zambrano y Raúl Flores, respectivamente, así como otras figuras
perredistas y de la izquierda de diversas generaciones, como Porfirio
Muñoz Ledo, Alejandro Encinas, Pablo Gómez, Salvador Martínez della
Rocca, Javier González Garza, Mara Robles, Inti Muñoz, Ifigenia
Martínez, Alfonso Suárez del Real y Raúl Álvarez Garín.
También estaban el periodista Carlos Payán, director fundador de La Jornada;
los historiadores Adolfo Gilly, Enrique Semo y Elvira Concheiro; el ex
líder comunista Iván García Solís; el muralista Arturo García Bustos,
alumno de Frida Kahlo, y Esperanza García, viuda del dirigente obrero
Valentín Campa. Asistieron además militantes comunistas, como el
octogenario Luis Sosa Pérez, ferrocarrilero yucateco.
Fue una ceremonia emotiva, que comenzó alrededor de las 12:30 horas,
cuando al museo llegó el féretro con los restos del ex dirigente del
Partido Comunista Mexicano (PCM), quien fue pieza clave de la transición
democrática y de la unidad de la izquierda.
Una despedida de largos aplausos, de vivas a Arnoldo, del himno del PCM, de La Internacional, de Te quiero (Benedetti), de No nos moverán
(Joan Báez), cantados por casi todos los presentes con el puño
izquierdo en alto. Y también de música del trío Arco y Lira Clásica y
del poema Oh, capitán, mi capitán, del escritor estadunidense Walt Whitman, leído por Martha Recasens.
Oh capitán, mi capitán:/ nuestro espantoso viaje ha terminado./ La nave ha salvado todos los escollos./ Hemos ganado el anhelado premio.
Un grupo de militantes ondeaba una bandera roja con la hoz y el martillo.
¡Camarada Arnoldo Martínez Verdugo, presente!, gritaban.
Venimos del Partido Comunista y somos militantes de Morena, dijo uno de ellos, quien portaba una cachucha blanca de ese movimiento lopezobradorista.
Aunque luego los dejaron pasar, al principio habían dosificado la
entrada y varios militantes y simpatizantes no podían ingresar al museo,
como doña Bertha Beatriz Guerrero, de San Vicente Chicoloapan, estado
de México, quien acudía
para despedirme de mi líder. O el maestro jubilado Miguel Bustos, quien apenas supo de la muerte de Martínez Verdugo viajó desde el puerto de Veracruz.
Enmedio de vivas y cantos, la carroza y el cortejo fúnebre partieron
casi en punto de las 2 de la tarde hacia la agencia funeraria donde
cremarían los restos del líder político, cuyas cenizas aún no se sabe
dónde serán depositadas.
Reconstrucción de la izquierda y no olvidar su enseñanza, el mejor homenaje, coinciden sus amigos
Guardia de honor ante el féretro de Arnoldo Martínez. Al frente,
Esperanza García, viuda de Valentín Campa, y Carlos Payán, director
fundador deLa JornadaFoto Francisco Olvera
Ángel Bolaños Sánchez y Gabriela Romero Sánchez
Unificador de la izquierda, honesto, congruente y gran solidez de
convicciones se volvieron frases comunes para referirse al legado de
Arnoldo Martínez Verdugo, último dirigente del Partido Comunista
Mexicano (PCM), entre quienes asistieron ayer al homenaje de cuerpo
presente que el Gobierno del Distrito Federal y la delegación Tlalpan le
rindieron en el Museo de la Ciudad de México.
Porfirio Muñoz Ledo, de los primeros en llegar, previo al arribo del
féretro comentó que el mejor homenaje que se puede hacer a Martínez
Verdugo es
la reconstrucción de la izquierda, y en esto coincidió el presidente del PRD-DF, Raúl Flores García, quien dijo que planteó al dirigente nacional del partido, Jesús Zambrano, empezar, a manera de homenaje, una ruta de reflexión y debate acerca de la izquierda, en lo que ha devenido y en cómo retomar el camino.
Maricela Contreras Julián, delegada de Tlalpan –quien montó una
muestra fotográfica del líder comunista–, refirió que en enero pasado se
hizo un homenaje al líder comunista en esa demarcación, y de su mensaje
yo rescataría su llamado a la unidad de la izquierda. Me parece que vienen tiempos que creíamos idos y hoy más que nunca se requiere organizarnos, dirimir las diferencias de la izquierda para poder salir adelante.
Cuauhtémoc Cárdenas convino en que la unidad de los grupos progresistas y
de todos los mexicanos que queremos un México igualitario y justoes algo por lo que hay que continuar la lucha,
teniendo como guía el ejemplo de Arnoldo. Buscar la igualdad es la base de las ideas que hemos compartido con él.
Para Juan Luis Concheiro, militante del extinto PCM,
hay que recordar a Arnoldo reconociendo que hay diferencias entre las distintas fuerzas de la izquierda, pero con la convicción de que tenemos que marchar unidos.
Entre quienes se sucedían en las guardias de honor ante el féretro de
Martínez Verdugo, los senadores Mario Delgado y Alejandro Encinas
comentaron que organizarán también un homenaje en el Congreso, como
legislador que fue, y el secretario general del PRD-DF, Enrique Vargas
Anaya, planteó honrarle mediante una serie de festivales en la ciudad
que permitan difundir su obra a las nuevas generaciones.
Carlos Payán Velver, director fundador de La Jornada, afirmó también que
el mejor homenaje es no olvidarlo; no olvidar sus enseñanzas, su honradez, su posición, y evocarlo como un comunista, político y hombre de primera.
Mara Robles Villaseñor, secretaría de Educación del DF, con un
impreso en mano del 13 congreso del PCM de 1960 –que había entregado el
militante del desaparecido PCM Gerardo Unzueta Lorenzana– refirió que
Arnoldo y su viuda, Martha Recasens, son parte de sus recuerdos de
infancia, de la Unión Nacional Infantil que ella fundó, donde
muchos nos formamos de niños en la solidaridad internacional y la lucha por la felicidad de los niños, recorriendo los países donde los menores eran tratados de manera privilegiada, como los campamentos de Cuba, la Unión Soviética y Bulgaria.
También lleva gratos recuerdos del dirigente comunista el promotor
cultural Anthor López, quien llegó con Margarita Cruz para despedirlo
interpretando la Canción al Partido Comunista.
Recuerda que su disco: Canciones y compañeros de vida contiene un
texto de Arnoldo reconociendo su aportación en los Festivales de
Oposición que organizaban los periódicos comunistas como L’unité, de Italia, L’Humanité, de Francia y el de México, que se llamaba así, Oposición.
Hicimos cuatro o cinco extraordinarios, gracias a que Arnoldo entendía la importancia del arte y de los artistas en la construcción de una fuerza política de izquierda.
Legado de ética y congruencia
El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa,
lamentó el deceso de Martínez Vergudo, quien –dijo– fue precursor de la
apertura democrática en México y deja un profundo legado de ética y
congruencia en la política nacional.
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