De Aristegui Noticias
Cables revelan que al
escritor mexicano le negaron en diferentes ocasiones la visa y cuando se
la otorgaron, para dar clases en Harvard, señalan que fue por ser un
“destacado autor mexicano del siglo XX”.
El escritor mexicano Carlos Fuentes fue espiado por el FBI y el Departamento de Estado al menos durante dos décadas, según los archivos que divulgó la agencia en su página web.
El intelectual, fallecido el año pasado a los 83 años fue calificado por funcionarios estadounidenses como un “destacado escritor comunista” con una larga historia “de relaciones subversivas”.
Fuentes solicitó visas para entrar en Estados Unidos
en varias ocasiones pero hubo instrucciones de retrasar las respuestas;
uno de los motivos por los que se le negó la entrada a ese país fue por
haber pertenecido al Partido Comunista Mexicano.
En un cable, fechado el 3 de abril de 1962, se señala que hasta ese
día Fuentes no había solicitado visa en la embajada estadunidense en
México, pero añade que hay “instrucciones de Washington para retrasar
(la respuesta) si presenta la solicitud y esperar más instrucciones”.
El documento indica que rechazaron peticiones de visa del escritor en 1962 y 1969.
Fuentes sí ingresó a Estados Unidos aunque siempre en periodos cortos
de tiempo. Cuando le autorizaron dar clases en universidades, el FBI
estuvo al tanto de que tuvo una visa diplomática y un pasaporte oficial
mexicano.
En un documento dirigido al director del FBI en 1970 se recomienda
establecer informantes para conocer cualquier “información pertinente sobre las actividades del sujeto“.
En esa época el mexicano impartía clases de literatura en Nueva York y
Columbia. “Debido a la importancia de Fuentes como escritor, la
publicidad que han recibido las negativas de visa previas y su relación
con dos universidades de Nueva York, no es deseable una investigación
activa en este momento”.
El autor de Aura y La muerte de Artemio Cruz fue muy
crítico con la política estadounidense y en sus inicios apoyó la
revolución castrista en Cuba y la sandinista en Nicaragua.
En México, antes de morir, consideró que Enrique Peña Nieto no debía
ser presidente de México; estas declaraciones ocurrieron luego de que el
priista confundiera a este reconocido escritor, autor de La Silla del
Águila, con Enrique Krauze.
Este es uno de los cables recientemente revelados:
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