Por: Redacción Revolución /
7 mayo, 2015
Ilustración: Pe Aguilar / @elesepe1
(07 de mayo, 2015).- No hay duda que
otro de los dolores de cabeza del mexiquense Enrique Peña Nieto son sus
reformas ya que, tras promocionarlas como una solución, sólo han traído
problemas y controversia. Y sobre eso la revista de investigación
mexicana Contralínea hace un interesante apunte: “Lleva el
peñismo en su haber 11 contrarreformas privatizadoras. La número 12 será
hundir más al sistema de salud, cuya cabeza de sector es, precisamente,
la Secretaría de Salud”.
En torno a esto Alvaro Cepeda Neri,
periodista, reveló que tanto en el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), como en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE), se llevan a cabo maniobras para acabar
por completo con la institucionalidad y de esa manera ponerlas a la
venta o como otra opción apostar por su pronta desaparición.
“Ya con sus 11 desmantelamientos a los
principios constitucionales, para ir estableciendo un gobierno contrario
a la ley suprema de la nación, es que el peñismo quiere rematar
llevando a cabo la clausura del muy deteriorado sistema de salud
pública, para que prevalezca la medicina privada”, asegura Cepeda Neri.
Agrega que posterior a la privatización
del petróleo, realizada también por Peña Nieto, se trataría de llevar a
cabo la contrarreforma 12 del peñismo promulgado con el Pacto por
México: privatizar la medicina pública del IMSS – ISSSTE – SSA y de esa
manera “destruir lo que aún queda del estado de bienestar (en salud
pública) para asegurar el poder de la clase capitalista, sobre todo de
su sector financiero”.
“Peña quiere dar ese paso, punto final
de su reformismo neoliberal de la globalización capitalista. Derogar
silenciosamente la Ley del Seguro Social de 1943 y la ley de 1959 del
ISSSTE, cuyas clínicas están rebasadas porque se les dejó de apoyar
desde el salinismo”, advierte Cepeda Neri.
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