martes, septiembre 08, 2020

Para los Partidos, el presupuesto es primero.

Jorge Salazar García.

El espectáculo brindado por los Partidos políticos durante las últimas dos semanas de agosto en la cámara de diputados, ha provocado un tsunami de consecuencias predecibles. La primera es la profundización de su  desprestigio y la segunda, aunque sea involuntariamente, provocar el debate político a nivel nacional. Los grillos, como en comal caliente y  sin ningún pudor, saltaron de una bancada a otra al elegir presidenta a una priista-salinista (Dulce María Sauri). Diferenciados sólo por el color y las siglas, demostraron no tener reparo en traicionar principios y sobre todo al pueblo que paga su regalada vida. Frente a tan cínica actuación disputándose un coto de poder, es válido preguntarse a quién sirven esos onerosos institutos. Porque con la rebatinga interna de votos ocurrida sólo confirmaron que su único interés es permanecer dentro del presupuesto. Pues saben que de no acatar las líneas de sus caudillos sus posibilidad de controlar alguno de los ¡21,368 cargos!, (15 gubernaturas, 500 diputaciones federales y 1063 locales y 1926 ayuntamientos, etc.) que estarán en juego en el 2021, quedarían anuladas.

Sin duda esta crisis del sistema partidista es endémica, y muy probablemente terminal. Ya pocos creen en ellos. Sin duda esta crisis del sistema de partidos es endémica, muy probablemente terminal. Ya pocos creen en ellos. Por esta, razón, antes de que el derrumbe sea estrepitoso urge una REFORMA POLÍTICA PROFUNDA que cambie el andamiaje legaloide sustento de esos elefantes blancos[2]. Cuando Peña Nieto afirmó que la corrupción era parte de nuestra cultura, quiso justificar su mundo, con el que creció y se formó. Jamás imaginó que millones de ciudadanos se ganan el sustento para sus familias trabajando honradamente, No jodiendo a México. Son ellos y su resistencia a ser corrompidos quienes, tarde o temprano pondrán límite a los abusos de esa costosísima burocracia estatal (7 mil millones de pesos).

En MORENA no es lo mismo, pero si igual. La canibalezca lucha para elegir a sus dirigentes ha relegado sin tapujos sus propósitos como movimiento, ya no más causas que impliquen la defensa de los derechos sociales. A pesar de que lo ocurrido en la cámara de diputados y el INE (elefante blanco mayor- 21 mil millones) dan la razón a quienes juzgan la política como una profesión de bandidos, traidores y mentirosos, no quiere decir que todos los hombres y mujeres militantes son corruptos. No obstante, es lamentable que, por acción u omisión, ningún comité ejecutivo se salve de la podredumbre. Las cúpulas cambiaron el rumbo de MORENA, la hicieron presa de los vicios contra los que luchaba. Al privilegiar el pragmatismo electoral y negociar con la mafia del poder, truncaron prematuramente la construcción de algo nuevo. El partido cayó en las garras de unos cuantos oportunistas que pervirtieron con nepotismo y simulación la vida estatutaria.

¿Tiene salvación MORENA? No mientras los militantes sigan reaccionando sólo en tiempos electorales y acatando acriticamente las disposiciones de los “profesionales” de partido. Incluso, de continuar el involucramiento (indebido) de funcionarios o tribus, el partido será convertido en un Frankenstein, formado con pedazos de cadáveres de los demás partidos. Si las bases no se REVELAN; MORENA no saldrá del bache actual y terminará haciendo lo mismo que los demás partidos: confundiendo y dividiendo al pueblo.

Afortunadamente, después de cada desfiguro, crece el número de morenistas que cuestionan lo que no les parece correcto; los mejor informados buscan junto al amigo, vecino o compañero de trabajo, nuevas formas de organización política.

Este lunes arrancó el proceso electoral y es seguro que los señores empresarios meterán dinero en las campañas; comprarán dirigentes, candidatos y cargos a través de sus infiltrados. Los partidos no pueden evitarlo y como si de una “OBSOLESCENCIA PROGRAMADA[3] se tratara caerán inevitablemente en las redes del capital. Así funcionan el sistema y sus leyes,  facilitan a las cúpulas realizar “acuerdos” y disponer de las prerrogativas sin rendir cuentas a nadie. Por esa razón  a ningún dirigente partidista le interesa sean capacitados sus militantes o que funcionen sus órganos de gobierno. Eso explica la ausencia de asambleas, consultas y legalidad.

Hoy se presenció un episodio chapulinezco más (los diputados cambian en cuestión de horas, sin ningún escrúpulo de Partido) fue exhibida la orfandad ideológica de muchos legisladores. Por este vacío de ideales y de principios, los diputados deberían proponer sea cambiada la frase de Vicente Guerrero inscrita en su recinto. En lugar de “La Patria es Primero” poner la que diga “El Presupuesto es Primero”, acompañada de aquella que reza: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”[4]. Ha, claro; eso sí, con letras recubiertas con papel oro, nada de oro de verdad o de plano con pintura dorada.

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