lunes, mayo 10, 2021

NO AL VOTO MASIVO IRRACIONAL

 


Jorge Salazar García. 10/05/2021

En la década de los cincuenta Salomón E. Asch (1907-1996), polaco nacionalizado estadunidense, pionero de los estudios de Psicología Social, realizó experimentos que demostraron la influencia que la presión de grupo ejerce en la opinión individual. En los años  noventa, la Universidad de Sevilla desarrolló actividades confirmando la hipótesis de ASCH sobre el fenómeno llamado CONFORMISMO. Parte de los resultados de esta investigación, publicada en línea en 2014, se cita en esta nota por su relación con el actual proceso electoral, saturado de propaganda destinada a inducir el voto masivo con técnicas de manipulación colectiva. Por el mismo motivo se revisan, someramente, 2 artículos donde la Ley tipifica ese tipo de inducción como delito electoral. 

El estudio se aplicó a 40 estudiantes divididos en dos grupos de 20: uno de presión y otro experimental. A los del grupo de presión, elegidos aleatoriamente, se les asignó una tarea dándoles el sentido de solución de la misma. Después, estos fueron juntados con los otros 20 del grupo experimental. Ya reunidos se les asignó la misma tarea indicándoles la resolviera en “libertad”. Sólo que, durante el proceso, los primeros 20 ejercieron presión para que los segundos eligieran la misma decisión que ellos habían asumido antes. Resultando que 13 de los 20 sujetos experimentales adoptaron la misma decisión del grupo de presión. En entrevista posterior, 12 de esos 13 mostraron claros indicios de reorganización cognitiva. Es decir, modificaron sus percepciones, actitudes, juicios y opiniones como producto de la INFLUENCIA del grupo de presión. El 65% censuró su propio pensamiento. De acuerdo con el Psicólogo Lamberth, J. (Psicología Social; Madrid, Pirámide) esta reorganización cognitiva genera tres tipos de fenómenos sociales: la sumisión, la obediencia y la CONFORMIDAD.

Cualquiera sabe que dichos fenómenos son muy convenientes al PODER político, económico, religioso y militar pues facilita el control de la población. De tal modo que cuando, por ejemplo,  el político o el empresario quieren imponer un candidato o producto, respectivamente, no tienen reparos en utilizar inescrupulosamente las técnicas de inducción y manipulación psicológica para lograr sus objetivos. Tanto el comerciante como el político, con el propósito de inducir la decisión que les favorezca, ofrecen al votante o cliente un falso bienestar. Sin exagerar pero yendo al fondo del asunto, ambos violan los derechos humanos fundamentales, porque ya con el poder en sus manos (dinero acumulado) cometen toda clase de atrocidades. Específicamente, los partidos protegidos por autoridades electorales corrompidas (INE, TEPJF y FEPADE) violan la Ley General en Materia de Delitos Electorales, transgrediendo la Fracción XVI del Art. 7 atentando contra la LIBERTAD del sufragio y el Artículo 11, cuando provocan temor en el electorado o lo coaccionan para que vote o se abstenga de hacerlo por un partido o COALICIÓN determinada.

El término “CONFORMIDAD”, entendido como el cambio de comportamiento que realizan los miembros de un grupo para encajar con la opinión grupal, adquiere sentido en los supuestos anteriores porque por medio de presiones se busca IMPONER el juicio (decisión) de una parte sobre la otra. Los poderes fácticos saben que las personas, ya sea por ignorancia, confort, ambición o temor, son fáciles de CONFORMAR. Ya que la conformidad (Moore, H. T. (1921) generalmente es recompensada mientras que la rebeldía (no-conformidad) frecuentemente recibe un castigo.

La transcripción del siguiente experimento, extraído del ensayo de Fernando Calera de la Pava y Pedro Gómez titulado “De la Luz y de las Sombras; La otra mirada” (2010), seguramente ayudará a  esclarecer lo anterior: 
"Un grupo de científicos encerraron a cinco monos en una jaula, en cuyo centro pusieron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos. 
Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo el recién llegado fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron (aun sin haber recibido el chorro de agua). Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto, y finalmente el último de los veteranos fue sustituido. 
Los científicos se quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando NUNCA recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas. 
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así..." Conformismo total.

Regresando al primer experimento, en este pudo comprobarse que los individuos que NO se CONFORMARON presentaron un nivel de actividad fisiológica (y psicológica) SUPERIOR a la de los CONFORMADOS. Naturalmente, los rebeldes fueron objeto de rechazo por ser considerados peligrosos por el estatus quo.

Al inventar o exagerar cualidades a sus candidatos, los partidos desvirtúan sus fines afectando irremediablemente su legitimidad cayendo en un tobogán de descomposición. Por decreto todos demandan la UNIDAD en torno a una DECISIÓN cupular ya tomada por un grupo dirigente (de presión) rechazando de facto la crítica de sus convocados de quienes sólo se demanda su obediencia.
Por supuesto, cada quién es libre de decidir quién le representa sus intereses y eso significa votar por una de los dos clases existentes: la que vive del trabajo propio o la que se enriquece con el ajeno.

 Usted que lee esta nota de seguro pertenece a la primera y, ante tanta presión (legal e ilegal) para sufragar por quién carece de honorabilidad por el sólo hecho de ser candidato del partido de su simpatía, puede ser que le induzcan ansiedad y angustia. Si vota por su corriente, al menos organícese para EXIGIR el cumplimiento de lo prometido, no lo haga por CONFORMIDAD. Tenga en cuenta que NO es bueno para la salud mental. Votar irracionalmente, sin importar la trayectoria del candidato, así pertenezca al Olimpo, nos coloca al nivel de los monos, o de los borregos. Finalmente, si lo que usted quiere es ser racionalmente solidario con su CLASE, no se equivoque, los empresarios vendepatrias no lo representarán jamás. 



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