“La crítica a la estupidez y a la maldad de los caprichos imperialistas
se convierte en una demanda de la razón y la sobrevivencia moral” (C. Monsivais)
Jorge Salazar García.
Cuando el pánico provocado por la Pandemia haya disminuido; la otra crisis, la del capitalismo depredador, volverá a hacerse visible. Y; por supuesto, los medios de información controlados por el dinero, continuarán haciendo lo propio, minimizándola, para que los poderosos (trasnacionales militares, farmacéuticas, digitales, financieras y banqueros), sigan beneficiándose del modelo de mercado. Seguirán, por ejemplo, promoviendo y apoyando la escalada intervencionistas en países como Venezuela y Cuba, que se niegan a ser sometidos por el imperio en nombre de la libre empresa y la democracia del dinero. Por esa razón sus fallas y errores son, como dijera Eduardo Galeano, vigilados con una “lupa inmensa que magnifica todo lo que allí ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos”.
¿Odia E.U.A. a Cuba?
No. En realidad el imperio sólo tiene ambiciones materiales. La amistad le tiene sin cuidado. Ya Lo dijo John Foster Dulles (1953) la plutocracia gringa no tiene amigos; sólo tiene intereses. Eso explica porque E.U.A continuará asediando al régimen cubano mientras este mantenga sin privatizar los bienes y recursos nacionales. Los negocios, no el respeto por el derecho internacional, son su prioridad. Por ese motivo viola flagrantemente, por ejemplo, el articulo 20 de la OEA que prohíbe “aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de otro Estado…” Lo grave de ello es, tal como lo confirmó un estudio realizado en 2019 por el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas (CEPR, Washington DC) que esa medida impacta más en la población civil que en el gobierno. Biden también lo sabe y, a aún así, ha incrementado las restricciones impuestas a la Isla. Pareciera que los capitalistas odian a los civiles, pero en realidad estos no les importan, pero si estorban para acumular GANANCIAS entonces son prescindibles y pueden ser exterminados.
La prepotente plutocracia yanqui ha dejado muy claro en los más de 70 países intervenidos militarmente que la democracia, libertad y la justicia le importan un carajo. Pues en ningún libro serio sobre Historia mundial se registran mejoras sustanciales de los aspectos mencionados. Al contrario, empeoraron tanto que después de la destrucción y millones de víctimas civiles ocasionados, las rebeliones contra ese capitalismo salvaje que se impone con las armas, se multiplicaron.
El mundo sabe que el régimen socialista cubano, con todo y sus errores, NO mata a sangre fría a alguien sometido y esposado (George Floyd, 2020), NO invade países soberanos ni tampoco derroca gobiernos. Por esa razón Cuba es el adversario antípoda del gobierno Yanqui, política y moralmente hablando y, por tanto, inadmisible para su geopolítica de dominio.
Sin embargo, debe reconocerse que el gobierno de Biden no tiene otra salida que seguir aplicando las sanciones que le dictan los centros financieros. Si ordenara suspenderla, el pueblo estadunidense no tardaría mucho para descubrir la realidad cubana; y eso, de ningún modo sería conveniente para el modelo de mercado. La consecuencia directa es que el ciudadano se daría cuenta de que en la isla el desarrollo humano en los trabajadores es mejor al generado por el mercado.
Se comulgue o no con el régimen cubano, es moralmente incorrecto guardar silencio frente “al más INJUSTO, SEVERO y PROLONGADO bloqueo que se ha aplicado contra país alguno (ONU). El noble pueblo norteamericano debe saber que la comunidad internacional han condenado 29 veces el bloqueo económico que su gobierno impone unilateralmente a Cuba. Es hora de decirle a Biden: ¡fuera manos de Cuba!
¿Hay descontento en Cuba? ¿hay sufrimiento? ¿existen limitaciones a la libertad? ¿tiene problemas estructurales? La respuesta es AFIRMATIVA para todos los cuestionamientos anteriores. La mayoría de países los tienen, incluyendo a varios del primer mundo, pero en Cuba, la profundidad de sus desequilibrios es mucho menor. Quienes salieron a protestar el pasado 11 de julio, seguramente lo hicieron cansados de las restricciones que padecen. Parte de ellos, sin duda reprimidos en sus deseos de explotar al otro, quieren instaurar el modelo de libre mercado que el capitalismo les ha vendido como el paraíso donde los “sueños” se cumplen.
La oligarquía yanqui no puede tolerar que un pequeño país Socialista, este llevando bienestar social a su población, superando al coloso del norte en muchos aspectos. Vistos los devastadores resultados del neoliberalismo debe comprenderse la negativa Cubana de convertirse en zona libre para la sobre explotación o en un paraíso de narcotraficantes y de las compañías trasnacionales depredadoras.
Para terminar dejo algunos datos sobre los avances logrados bajo el régimen cubano reconocidos por organismos internacionales: ningún niño padece desnutrición, todos tienen asegurado techo, vestido, alimentación, recreación y educación; la tasa de mortalidad infantil es la más baja de América (4 por cada mil) En México es de 12 p/c 1000; no hay niños durmiendo en la calle; su sistema de salud es totalmente gratuito y de los mejores del mundo; es el país que mayor porcentaje del PIB destina a la Educación (13 %). ¡Ah! por supuesto, no aparece ningún isleño en la lista de FORBES ¡¡queee fracaso!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario