lunes, septiembre 06, 2021

Afganistán y México ante su Litio.

Jorge Salazar García. 6/09/2021
Ocho días después del golpe de Estado perpetrado en Bolivia  (2019) contra el presidente que nacionalizó el Litio, Evo Morales, este medio periodístico digital dio cabida al artículo que probablemente fue el primero en relacionar su caída con ese estratégico metal. Hoy que los Talibanes les patearon el trasero a los gringos y que precisamente las tierras de Afganistán, sumadas a las de Sonora, México, poseen las mayores reservas mundiales del sustituto del petróleo es pertinente insistir en el tema. Resulta lógico entonces que el Litio tenga alguna relación con el retorno de la tropas yanquis a casa y lo ocurrido en Bolivia y México en los últimos años (me refiero al operativo de México para rescatar con vida a Evo Morales y al congelamiento de la iniciativa de MORENA para nacionalizar el llamado oro blanco).  
La minera Bacanora informó que las reservas de ese mineral en México podrían alcanzar ¡243 millones de toneladas!,  mientras que al país asiático se le calculan entre 10 y 22 millones. Sin embargo, en 2019 el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), calculó las reservas mundiales en 80 millones de toneladas. Aunque las 243 millones estuvieran exageradas, la de 80, no cuadra. Obviamente E.U. mintió. China y México lo supieron siempre; los geólogos no pueden equivocarse con un margen del 200 por ciento, al menos que por cuestiones estratégicas se los pidan. Mantener en secrecía los datos reales sobre la existencia de recursos permite a las compañías mineras y gobiernos manipular los detalles de acuerdo a las circunstancias. Eso no es extraño en el sistema de mercado, sobre todo cuando algo tiene el potencial de convertirse en una mercancía con demanda global. 
La importancia del Litio radica básicamente en dos aspectos: es necesario para la transición energética e imprescindible para el desarrollo tecnológico. En el primer caso, debido a que los gobiernos pactaron reducir (París)* la emisión de gases efecto invernadero, están comprometidos a sustituir los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) por alternativas energéticas menos contaminantes. Como el Litio es el elemento principal de las baterías recargables en los coches eléctricos, los motores de combustión interna pueden ser remplazados a corto plazo. Las baterías ion-litio (BiL), además de no emitir gases, tienen dos ventajas:  su bajo costo unitario y su duración (7 a 10 años actualmente) que podría alcanzar 20 años y. Ahora (disminuyó 85% en una década) mismo su precio fluctúa entre 1000 y 3000 pesos. De acuerdo al Foro Económico Mundial, serán un mega negocio, pues pronosticó ingresos de 300 000 millones de dólares por la venta de baterías en el 2030. 
En la actualidad el 75% del litio extraído se destina a la producción de baterías, el 25% restante es para las industrias militar, farmacéutica, aéreo espacial, nuclear, electrónica y construcción. El llamado “Oro blanco” está presente en marcapasos, audífonos, celulares, computadoras, lentes, submarinos, relojes, vidrio, cerámica, cementos, esmaltes, lubricantes, secantes, barnices, grasas. ¡Es imprescindible para el desarrollo tecnológico y económico! Naturalmente, el incremento de la producción de baterías es directamente proporcional a la extracción del metal. En 9 años fue exponencial, pues de 141 000 BiL producidas en 2010 se elevó a 2.2 millones en 2019. Lo mismo ocurrió con el precio por tonelada pasando de 350 dólares en 2003 a los 8000 dólares actuales.
Respecto a México, tanto el régimen anterior como el actual sabían de la abundancia del mineral blanco en los Estados de Sonora, Baja California, Jalisco y Puebla. Los neoliberales ortodoxos trataron el asunto como GERENTES de las trasnacionales entregándoles concesiones para explotar el Litio hasta por 50 años, las cuales vencen entre 2060 y 2065. AMLO, en cambio, con un sentido visionariamente nacionalista y de capitalista prudente, ante la imposibilidad de nacionalizar el recurso, muy probablemente lo utilizó como una moneda de negociación en T-MEC. El ratifica su intención de respetar las concesiones, congela la iniciática del senador Alejandro Armenta y reserva 4 de los 11 nuevos yacimientos recientemente localizados en Puebla y Jalisco, principalmente y envía a gobernar a Sonora a su hombre de confianza Alfonso Durazo Montaño.
El retiro de la tropas Estadunidense de Afganistán, el retorno de Evo Morales a Bolivia y la confirmación de AMLO de respetar las concesiones mineras están conectadas con el Litio. Estados Unidos ya no tiene que buscarlo en Afganistán pues lo ha asegurado en México, a través de las compañías Bacanora Lithium, Pan American Lithium y Gangfeng Lithium. Por cierto, esta última es propiedad de Elon Musk, dueño de la principal productora (Tesla) de baterías y autos eléctricos, podría ser vendida a China. 
Este empresario (Musk) refiriéndose a la obtención del Litio twitteó el 25 de julio de 2020: “daremos un golpe de Estado a quien queramos …”. Eso da una idea sobre las presiones que el nuevo régimen recibe del país del Norte. El dueño de Tesla, para abastecer de Litio a su fábrica, prevé extraer en 2023, 17 mil 500 toneladas de los yacimientos mexicanos localizado en Bacadéhuachi, Son. Dicha trasnacional está ubicada a 400 kilómetros (Nevada) de ese yacimiento.
¿Es realmente el llamado oro blanco una alternativa energética viable? 
Lo es; como la solar, la eólica; incluso la nuclear. El problema es que mientras la producción sea manejada con criterios de mercado (obtener la máxima ganancia) se continuará destruyendo la biodiversidad. En la minería del Litio se utilizan enormes cantidades de agua que tarde o temprano contaminarán la de consumo humano haciéndola tóxica e inutilizable. Además, las baterías desechadas provenientes de los vehículo eléctricos son difíciles de reciclar. El cuerpo tolera concentraciones de 10 mg/L en sangre con síntomas de envenenamiento parcial; pero la ingesta de 18 mg/L  puede ser mortal.
Lamentablemente el tiempo para detener el cambio climático se agota, 2 de los 5 puntos de inflexión (derretimiento de los glaciares y concentración de gases en la atmósfera) han sido rebasados, y como se ve, la codicia no disminuirá. Corresponde a los pueblos y gobiernos luchar para salvar el único refugio que tenemos. La esperanza nunca debe perderse.
*El acuerdo fue mantener el aumento de la temperatura global promedio por debajo de los 2 °C, y limitarlo a 1.5 °, negociado durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP 21) firmado por 96 países y la Unión Europea. 
 


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