Jorge Salazar García
En la fisiología existe una rama que se encarga de estudiar los “excrementos y fluídos que salen de nuestro cuerpo” llamada Escatología; su segunda acepción es entendida como el conjunto de creencias y doctrinas religiosas referentes a la vida de ultratumba (Gran Tratado de la caca, Martín Piñol). De ahí que cuando se habla de cadáveres, desperdicios, muerte, el diálogo pueda adjetivarse de escatológico. Por extensión, en el ámbito social, se califican de escatológicas las expresiones groseras, soeces e indecentes, hecho-situación repugnante, vicios, delitos, cosa de mala calidad, mal estado físico o moral, persona despreciable, inútil o molesta. De eso trata este artículo, el cual recomiendo leer en un ambiente y postura apropiados: sentado en la taza del baño, para que todo “salga” bien. Así que desabróchese el cinturón que comenzamos. Ah, y no se espante, pues ya sabe que ni el Papa ni la mujer más guapa, de hacer caca, ninguno escapa.Comenzando con lo serio, sepa usted que la Coprología se encarga de analizar químicamente los excrementos con el objetivo de diagnosticar la salud. Y la Escatoterapia (del Gr, skatós, excremento) considerada parte de la medicina alternativa contempla los tratamientos con fines curativos y regenerativos empleando la orina (Orinoterapia) y los excrementos (Coproterapia).
A la primera defecación humana se le llama MECONIO, es una sustancia viscosa, verde oscuro y negra. El tono oscuro proviene de la células muertas del estómago y las secreciones hepáticas, guardadas por el bebé mientras permanece en el vientre materno. Después de esa primicia, defecamos sólo los desperdicios de lo ingerido. Al respecto se ha calculado que pasamos entre 1 y 3 años de nuestra existencia sentados en el váter y que un adulto defeca entre 300 a 500 gramos diariamente a la velocidad aproximada de 2 centímetros por segundo. Básicamente se hace en dos clases de inodoros: el oriental, situado a ras de piso, que es el ideal (cuclillas) y el occidental que dificulta la expulsión de esa masa compuesta con el 10% de bacterias muertas, 5% vivas; 75 % de agua; el resto (10%) de carbohidratos, fibras, proteínas, grasas y células epiteliales muertas no digeridas. La taza de baño fue inventado en 1556 ¡por un poeta! (allí se inspiraba) John Harington. La reina Isabel I lo popularizó al pedir uno para ella.
Si multiplicamos el promedio de caca expulsada diariamente (400) por 365 resultan 146 kilogramos anuales. Y considerando que la esperanza de vida actual es de 75 años, una persona aporta casi 10 toneladas de heces antes de partir de este mundo, que son entre 7 o 10 veces menos cantidad que la producida por un cerdo. La ventaja del estiércol humano es que con este puede tratarse la diarrea aguda y la enfermedad de Crohn mediante trasplantes fecales. Además de estos beneficios terapéuticos los excrementos pueden ser utilizada en la producción de pinturas, materiales de construcción, abonos y de energía. Todo el planeta está impregnado con partículas de popó; incluso en su órbita y satélite natural pues los astronautas y acompañantes ya han desparramados sus residuos fecales en esos lugares. Nuestro destino es “cagarla” donde nos encontremos. Otro detalle más; generalmente la caca del hombre es más hedionda que el de la mujer.
Ojalá pudiéramos ser tan ecológico como el oso perezoso que defeca una vez por semana y cubre con tierra sus desechos depositados en el hoyo que previamente cava de manera muy peculiar. Brinca sobre el lugar escogido realizando lo que se llama el “baile de la caca”; con el movimiento hace el agujero y baja el excremento de sus intestinos. Es parecido a pegarse en las rodillas para facilitar el vaciado intestinal.
El 90% de las aguas residuales de los países en desarrollo se vacían en los océanos, lagos y ríos, poniendo en riesgo la disponibilidad de agua limpia. En la actualidad cerca de 2000 millones de personas consumen agua contaminada con material fecal
Forma, consistencia y color.
En 1997 la Revista Escandinava de Gastroenterología publicó la escala de SJ Heaton y KW Lewis elaborada en la universidad de Bristol (Inglaterra). En ella se clasifican las heces según su consistencia y forma. La siguiente tabla muestra los resultados, así como su interpretación.
FORMA INTERPRETACIÓN
Mojón DURO Estreñimiento
SALCHICHA sólida compuesta de fragmentos. Estreñimiento ligero
Forma de MORCILLA agrietada en la superficie NORMAL
Como SERPIENTE; lisa y blanda NORMAL (Ideal)
TROZOS pastosos con bordes definidos, defecados fácilmente Falta de fibra
FRAGMENTOS blandos, esponjosos y pastosos con bordes irregulares Diarrea ligera
Excremento ACUOSO, sin pedazos sólidos, totalmente líquido Diarrea preocupante
Los casos de estreñimiento indican que se consume muy poca AGUA, verduras y frutas. En los dos últimos (diarrea), se recomienda consultar al médico porque podría causar deshidratación aguda o alteraciones en la salud más graves.
El color, que en parte depende del alimento consumido, ayuda a detectar irregularidades en el sistema digestivo. Tal vez recuerde la película “El Ultimo Emperador”, en ella se muestra a un grupo de sabios (doctores) que atienden la salud del niño emperador; una de sus actividades es revisar la cantidad, olor, forma y consistencia de la cagada infantil. Quizás, en ocasiones, también la probaban.
MARRON: Es el color ideal de las heces, indica buena salud.
VERDE: Quiere decir que no se masticó adecuadamente (10 a 40 veces por bocado). La comida no fue digerida adecuadamente. Generalmente el que come rápido está propenso a engordar.
AMARILLA: Significa que hay un problema en la excreción de bilis y líquidos pancreáticos.
ROJA: Al menos que halla comido betabel, se está en presencia de sangrado.
NEGRA: Señala exceso de hierro o de sangre procedente del duodeno, intestino delgado o del tubo digestivo.
BLANCA: Es originado por la falta de bilis o mala absorción de grasas.
AZUL: Proviene del consumo excesivo de comida industrializada o chatarra.
EXCREMENTO Y CAPITALISMO
En los 60s se decía que la codicia del capitalista era tan incontrolable que si la mierda humana se vendiera y comprara la monopolizarían. Para empezar rico Mac Pato tendría una fosa séptica en lugar de alberca donde se chapucearía gustoso todos los días. Los patrones contratarían personas para producirla a destajo sentándolas en letrinas conectadas por bandas por donde se deslizaran la mierda hasta los depósitos. Mediante estudios de tiempos y movimientos, el ingeniero industrial maximizaría la explotación. Inventarían máquinas para introducir forzadamente alimentos al trabajador durante la jornada laboral. A los trabajadores subcontratados, les pondrían lavativas, dejándoles el mínimo de estiércol en su estómago para sobrevivir. Al producto final se le añadirían conservadores, colorantes y saborizantes, aunque algunos políticos, acostumbrados a ella, la consumirían al natural, fresca y sin conservadores. Los gordos serían los mejor pagados; al mas PRODUCTIVO se le nombraría empleado del mes y hasta podría salir en la revista Times como el cagón del año (Así pasó con Peña Nieto). Habría expertos fecales determinando la calidad del mojón y tal vez hasta un monumento recomendaran para el más grande y retorcido. El mojón muy endurecido representaría una economía estancada y el chorrillo al contrario, una inflación incontrolable. No existiría el desempleo, cada hogar sería una cooperativa de producción. Por las mañanas, carros cisternas recolectarían las deyecciones familiares a cambio de un crédito o abono a su tarjeta. Los agentes financieros de Wall Stret de madrugada fijarían el valor del mojón como lo hacen con el dólar.
Los Dorigan, lorets de Mola y similares harían infocomerciales probando muestras como lo hacía Chabelo con la comida chatarra que enfermó a generaciones enteras. Las televisoras comerciales competirían por esparcir la mayor cantidad de mierda. Ser enviado a la mierda o apestar a ella, sería un sello de distinción fifí. Se licitaría la explotación de pañales, legislaturas y políticos para extraerles su abundante contenido de popó. Los hombres de negocios crearían empresas recolectoras de excrementos defecados en calles, jardines, plazas, lagos y ríos, dejándolos rechinando de limpios. Los edificios, parabrisas, ESTATUAS y monumentos quedarían libres de la dañina excreción de las aves. Las gárgolas cambiarían su cara de fuchi por otra sonriente al quedar sin rastro de caca de pichones, ratas y Batman.
Mierda y riqueza.
Refiriéndose al excremento, algunos pueblos prehispánicos (Nahuas y Quichés, Cuicatecos y Chinantecos) creían que “Cargamos en nuestro cuerpo una forma de muerte”. Alfredo López Austín, en la presentación (2009) del libro Una vieja historia de la mierda (1988), ilustrado con grabados de Francisco Toledo, leyó esta leyenda Popoluca: Se dice que antes todos los hombres eran iguales, pero Dios quiso hacerlos ricos y pobres, para lo cual invitó a una fiesta en la que embarró CACA de guajolote en el patio. Al llegar los invitados se sorprendieron, pero algunos se animaron a pisarla diciendo que no importaba si habrían de divertirse. “desde entonces hay ricos y pobres. Y desde entonces, los ricos, por más que se tallen, quedan pringados de cagada” (pág. 97). Lo mismo aplica para los malos gobernantes que gobierna ilegítimamente o los ricos que adquiere fortuna del mismo modo.
FÁBULA SOBRE LA MIERDA
Un pollito, huyendo de un zorro, llegó hasta donde pastaba una vaca para implorarle su ayuda:
-Vaquita, vaquita, escóndeme por favor porque el zorro malo me quiere comer.
-¿Y cómo puedo esconderte? -Preguntó la vaca.
-No lo sé, piensa en algo por favor, ¡ayúdame!. -Dijo apurado el pollito.
La vaca, conmovida se compadeció del animalito y le arrojó un montón de excremento cubriéndolo por completo. Un momento después llegó el zorro a donde estaba la vaca y le dijo:
-Ando buscando un pollito que está perdido para llevarlo con su mamá gallina, ¿lo has visto?.
-Yo no sé nada-. -Contestó la vaca.
A punto de irse el zorro, aquel pollito sacó su cabeza de la mierda expulsando un quejumbroso “PIO”, y decir además:
-El zorro miente, la verdad es que me quiere comer.
Ni tardo ni perezoso el zorro lo agarró, lo limpió, y se lo comió.
MORALEJAS:
Cuando estés hasta el cuello de caca, no digas ni pío.
No todo el que te arroja caca es tu enemigo.
No todo el que te saca de la caca es tu amigo.
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