domingo, diciembre 25, 2022

Con Manlio Fabio, “los demonios andan sueltos”*.

Jorge Salazar García.
El año pasado “Los periodistas” ** comentaron el relanzamiento público de Diego Fernández de Ceballos en las redes sociales. Al preguntarle la causa, la ardilla (por frecuentar los “Pinos”), contestó que sólo quería ser “útil y servicial” a la Patria. Por supuesto, la causa era otra. Salinas le necesitaba para impedir que MORENA conservara la mayoría legislativa en 2021. Don Carlos logró su propósito apoyándose en el grupo Atlacomulco, al cual le quiere evitar pierda la gubernatura del Estado de México el próximo año. Tan delicada misión requiere de alguien leal, discreto, miembro del primer círculo de poder, conocedor de los crímenes políticos neoliberales. Dicho perfil lo reúne Manlio Fabio Beltrones (MFB), por esas razones este “bombero” político se le ha visto “buscando” la unidad del desquebrajado PRI.
MFB es un operador político de la vieja guardia; disciplinado, silencioso, sin escrúpulos, pero, sobre todo eficaz. Sus inicios en la política los tuvo con Fernando Gutiérrez Barrios, en la subsecretaria de gobernación en 1975. Forma parte del selecto grupo integrado por exgobernadores, expresidentes del partido y del país que viven en la total impunidad. Este dinosaurio presidió la Cámara de diputados durante el desafuero de AMLO y en 2006 coló por la puerta trasera del congreso a Calderón. Actualmente, Salinas, refugiado en España, satisfecho de haber detenido la reforma electoral con el auxilio de Beltrones, vuelve a requerirlo para operar desde allá la elección “madre” con la que sustituirán a Alfredo del Mazo.
Beltrones ha acumulado tanta fortuna como puestos públicos desempeñados. Conocida es su habilidad tejiendo alianzas y cumpliendo encargos. Tanto como diputado, senador o gobernador de Sonora se ha destacado por cumplir al pie de la letra lo que le ordene Salinas. Indudablemente sabe mucho sobre los crímenes ocurridos desde que su jefe el capitán Fernando Gutiérrez Barrios (FGB), presunto agente de la CIA, estructuró la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Debe conocer, por ejemplo, las razones por las que fue ejecutado en 1984 el periodista Manuel Buendía. El autor del libro la “La CÍA en México” había denunciado nexos de políticos con el narcotráfico. Su asesino material, Rafael Moro, agente de la DFS, recibió la orden de su director, Antonio Zorrilla, subordinado de Manuel Bartlett, secretario de gobernación quien le había prometido la gubernatura de Hidalgo cuando aquel fuera presidente. Salinas fue el elegido y Zorrilla fue encarcelado en 1989.
Al año siguiente (1985), es secuestrado, torturado y asesinado, Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA que estaba a punto de revelar en EUA los nexos narcos-políticos-CIA. Existe la versión de que Manuel Bartlett participó en una reunión donde se planeó callar a Camarena. Probablemente este asesinato sirvió a EUA para imponer a Miguel de la Madrid el Consenso de Washington, enviar como gobernador a Veracruz a FGB (1986-1988), e imponer en la presidencia a Salinas. Bartlett, además de perder la candidatura presidencial acató sumiso legalizar el fraude electoral de 1988. Pero se cobró con creces enriqueciéndose sin medida al grado de, presuntamente, haber financiado a AMLO. Anabel Hernández en su libro “Los señores del Narco” afirma que en aquel entonces se pagaba al gobierno 60 dólares por cada kilo de droga: 20 para el jefe de la zona militar, 20 a la  Policía Judicial Federal y 20 para DFS (que dependía de Manuel Bartlett) y que se enviaba otra maleta hasta los pinos. MFB ya era ligado al narcotráfico.
En 1993 es ejecutado José J. Posadas Ocampo, arzobispo de Guadalajara. Fue acribillado por “confusión” cuando se dirigía a reunirse con Jerónimo Prigione (protector de pederastas y amigo de narcos) para darle pruebas sobre los nexos del crimen organizado con políticos de alto nivel. No pudo, la confrontación (aeropuerto de Guadalajara) entre la mafia de chapo Guzmán y los hermanos Arellano Félix se lo impidió. Entre los políticos de alto nivel amafiados se mencionaba al gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones. En el mismo libro, la escritora menciona que un ex secretario de defensa estuvo presente en una reunión donde se orquestó el asesinato de Posadas Ocampo en la cual estuvieron también Córdoba Montoya (siniestro asesor de Salinas) y ¡Manlio Fabio Beltrones!, entre otros. 
Otra participación de Beltrones ocurrió en 1994, cuando asesinaron a Luis Donaldo Colosio. Él fue quien interrogó a Mario Aburto en la playa de Tijuana. Salinas declaró al respecto en 1996: “Me comuniqué con el gobernador de Sonora (Beltrones) para pedirle que, siendo el más cercano al lugar de los hechos, se trasladara a la ciudad de Tijuana, cosa que así hizo”. Él y su hermano Alcides Beltrones, director del aeropuerto de Tijuana, hablaron 30 minutos a solas con Aburto pidiéndole se declara culpable, de lo contrario  matarían a su familia. Ese era el trato con Salinas, le dijeron. A ambos, los gringos los ligaron con el narcotráfico en 1997. Con la eliminación de Colosio se conjuró la posibilidad de hacer lo que hoy está haciendo AMLO: “humanizar” el neoliberalismo. 
Después perpetraron el asesinato de Fco. Ruíz Massieu (1994) debido a que se oponía a algunas reformas estructurales ordenadas desde Washington. Su hermano Mario, encargado de investigar el caso, antes de “suicidarse” en 1999 declaró: “los demonios andan sueltos y han triunfado”. Raúl Salinas fue señalado autor intelectual pero posteriormente fue exculpado.
En 1995 Pablo Tostado Félix, lugarteniente de Jesús Esparragoza, el “Azul", es interrogado por abogados de la arquidiócesis de Guadalajara por el caso Posadas. Al obispo Sandoval Iñiguez le confiesa que gobierno y narco trabajan juntos y menciona que el Chapo Guzmán era intermediario de Raúl Salinas de Gortari a quien todos pagaban piso. Le dice que temía ser ejecutado ya que en 2004 agentes de la AFI, a cargo de Genaro García Luna, habían intentado desparecerlo. Tostado Félix terminó colgado en su celda en 2009.
Beltrones, leal a Salinas hasta la sumisión, esperaba ser presidente en 2012. El elegido fue Peña Nieto. Se disciplinó diciendo: “uno tiene que decidir entre aspirar a ser una figura importante o un hombre útil. No podemos permitirnos la división”. De consolación Beltrones es nombrado presidente del PRI en 2015. En 2016 se ampara contra una posible orden de aprensión por desvió de fondos públicos hacia las campañas (New York Times). También se le investigó el desfalco de 250 millones y por el uso indebido de recursos públicos en la elección de 2016. 
El beneficiario directo del magnicidio de Colosio, Ernesto Zedillo, prometió al testigo del segundo disparo, Jorge Amaral, hacer justicia “caiga quien caiga”. Lo que hizo fue intentar sobornarlo con 4 millones de pesos para que cambiara su versión. No lo doblegaron los tormentos, pero todo se archivó. El 2019, Amaral hizo llegar a AMLO su petición de que se investigue el asesinato de Colosio. Sigue sin respuesta.
La actual encomienda de MFB es conseguir la “unidad, democracia e inclusión” (Eruviel Ávila) en el PRI con los objetivos de recuperar el Estado de México en 2023 y ganar la mayoría del Congreso en 2024. Alguno de los dos logrará, tiene pleno apoyo de la derecha y de muchos infiltrados en la 4T. Claudia Plavlovich (protegida de Beltrones), es una de ellas. AMLO la nombró este año cónsul de Barcelona, España, lugar donde se han refugiado ¡Salinas, Calderón y Peña Nieto! El  grupo Atlacomulco recurrirá a todos los DEMONIOS que sean necesarios para conservar sus privilegios y,  sobre todo, continuar viviendo en completa IMPUNIDAD. 
Hoy la cúpula de MORENA cohabita con la del PRI, principalmente. Y eso no huele bien.
* Mario Ruiz Massieu
** https://www.youtube.com/watch?v=xPseG17EWHU&t=2015s. Alvaro Delgado y Alejandro Páez.



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