De Zócalo Saltillo
Astillero
Julio Hernández López
Con la reforma laboral que hoy será aprobada en San Lázaro se fortalece
la conversión de México en depósito de mano de obra barata para
beneficio de los grandes grupos empresariales, nativos y trasnacionales,
y el encadenamiento de nuestro país, en calidad de subordinado pleno, a
los proyectos de reordenamiento económico diseñados en Washington .
Retirando candados históricos de protección mínima a los trabajadores y
consolidando el control mafioso de los caciques sindicales sobre la
colectividad trabajadora se inicia la segunda fase de reformas
neoliberales iniciadas en el primer salinismo a través del Tratado de
Libre Comercio: de lo neoliberal a lo neolaboral, como primer paso de la
pripanista estrategia de rediseño nacional que tratará de alcanzar los
rubros energético y fiscal.
El calderonismo mantuvo a raya la irritación popular causada primero por
el fraude electoral y luego por un Gobierno mediocre, frívolo y
corrupto, utilizando las fuerzas armadas (policías federales, soldados y
marinos) que a propósito de la “guerra” contra el narcotráfico
(reacomodo gerencial de altura; disputas en las élites por rutas,
mercados y ganancias) instauraron el terror institucional como método de
control social. Ahora, el peñanietismo pretende concentrar a los
mexicanos en la ruda batalla por la conservación del empleo, para que no
alcancen a protestar ni organizarse. El debilitamiento del esquema
laboral “revolucionario” irá más allá de las primeras medidas adoptadas
ahora. Además, las siguientes “reformas estructurales” (petróleo, IVA)
generaran tales turbulencias que los ciudadanos preferirán defenderse
individualmente, cuidando lo propio con la esperanza de que sean otros
los agraviados.
Frente a la muy cantada regresión laboral impulsada por el PAN y el PRI,
más sus aliados menores, no hubo organización social ni liderazgo que
pudiera presentar más que una resistencia testimonial. Andrés Manuel
López Obrador y Morena están más concentrados en la organización de un
nuevo partido político, a tal grado que no hubo una explicación puntual y
oportuna de los motivos por las cuales el ex candidato presidencial y
su movimiento no otorgaron un apoyo razonablemente aceptable a las
protestas y acciones contra la mencionada reforma laboral. El miércoles,
AMLO estuvo en el informe de Iztapalapa, con Clara Brugada a la que
algunos suponen ya como predestinada integrante de la dirección
partidista de Morena. En ese acto, el tabasqueño desempolvó el concepto
(que anduvo de vacaciones tácticas) de la “mafia del poder” que, a como
se ven las cosas, tiene muchas cosas por reformar, para seguir
beneficiándose, sin que haya una oposición eficaz.
Astillas: Al más puro estilo de aquella pareja cómico-política que en el
sexenio pasado hacía aparecer a un vocero ante los medios de
comunicación para explicar “lo que el presidente quiso decir”, ahora el
secretario de gobernación, Alejandro Poiré, ha considerado necesario
intentar una adecuación de las sonoras palabras que en la ONU había
pronunciado el actual ocupante de Los Pinos, llamando a que esa
organización mundial “haga una valoración profunda de los alcances y
límites del actual enfoque prohibicionista en materia de drogas”.
Calderón “no quiso decir” que esté contra ese “enfoque prohibicionista”
sino que está a favor de que se discuta y analice. Solemne e
inconmovible, Poiré aseguró que en la administración felipista no habrá
cambio de timón (pues no, en realidad lo que se les ha acabado es el
viaje)... El que no tuvo dudas ni requirió de intérpretes políticos fue
Yuri Fedotov, director de la oficina de la ONU para asuntos de drogas y
delitos. Respecto a la exigencia hecha por los representantes de
Colombia, Guatemala y México para que esa organización encabece la
búsqueda de alternativas contra el narcotráfico, el funcionario dijo que
esa tarea no le corresponde a Naciones Unidas. Recordó que el año
pasado se había ratificado el “ánimo” prohibicionista, y que no le
parecía “realista” pensar en la realización el año entrante de una
convención sobre el tema. Esos afanes, puntualizó, “se llevan tiempo”...
Seis años después, Javier Lozano Alarcón llega a su destino natural.
Experto en telecomunicaciones, parecía encaminado en 2006 a encargarse
de la secretaría de comunicaciones y transportes de la naciente
administración calderonista, pero en un lance que las especulaciones
atribuyeron a una suerte de veto de Televisa, acabó en la Secretaría del
Trabajo, donde desarrolló una de las gestiones más agresivas contra
asalariados y sindicatos, siempre al servicio de los empresarios pero,
sobre todo, de las envenenadas instrucciones de su jefe instalado en Los
Pinos.
Ahora, Lozano Alarcón ha sido instalado en la presidencia de la comisión
de comunicaciones y transportes del Senado, donde tendrá oportunidad de
maniobrar a favor de su antigua impugnadora, Televisa, y de las
empresas e intereses que convengan a la alianza pripanista en curso.
Fuera de esa comisión ha quedado (al menos hasta ayer) el panista
chihuahuense Javier Corral, quien ha denunciado con insistencia los
múltiples manejos irregulares con que las cámaras legislativas
benefician o intentan beneficiar a las televisoras, en especial a la
todopoderosa Televisa... El nombramiento del investigador emérito de la
UNAM, Francisco Bolívar Zapata, como encargado de ciencia, tecnología e
innovación en el equipo de transición de Peña Nieto fortalece las
aspiraciones y el crecimiento del grupo político que en esa universidad
encabeza José Narro. Es de suponerse que el anuncio hecho ayer
significará el arribo de FBZ a la titularidad del Conacyt. Se verá, sin
embargo, si hay alguna otra posición para ese grupo, ganador neto junto
con el priísmo, que mantiene la vista puesta en la SEP… ¡Feliz fin de
semana! (fin)
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