De Zócalo Saltillo
Astillero
El desdoblamiento de personalidad del Gobierno veracruzano respecto al
ejercicio periodístico tuvo como referentes a la conductora de radio y
televisión nacionales, Adela Micha, y al ex corresponsal de La Jornada
en esa entidad, Andrés Timoteo. En el primer caso fue una mención
alegre, elogiosa y solidaria, al entregarle a la periodista de Televisa
un polémico doctorado honoris causa.
Según el comunicado 3984 de la oficina de comunicación social del Gobierno estatal (http://bit.ly/UczTpj),
Buganza dijo que“ en esta etapa de relanzada prosperidad de Veracruz,
con el gobierno de Javier Duarte, el papel de la prensa crítica es de
alianza para mantener libertades y derechos”. Dos citas más: “La prensa
libre es los ojos y la voz del pueblo, como contrapeso a las decisiones
del poder público” y “con periodistas como Adela Micha haciendo su
trabajo, podemos estar seguros de que habrá voces de alerta ante el
mínimo desvío de la ruta que deben llevar los asuntos públicos”.
Los efluvios sabatinos de Buganza (voz de su implacable jefe, el
gobernador Duarte) se convirtieron en rayos y centellas el lunes 1 del
presente mes, cuando Andrés Timoteo, ex corresponsal de La Jornada en
Veracruz y autor de la columna denominada Texto irreverente, en Notiver,
dio a conocer las razones por las cuales se ha refugiado en Francia:
“Mi salida de México obedeció al contexto de inseguridad que se vive,
especialmente en Veracruz que está convertido en tierra inhóspita para
el libre ejercicio periodístico”.
Al reanudar desde el extranjero la publicación de su columna, y luego de
agradecer a El buen tono, Notiver y La Jornada “el respaldo que me
brindaron para salvaguardar mi integridad”, Timoteo señala, en algunos
párrafos que aquí se reproducirán íntegros: “Son treinta periodistas que
ya dejaron el estado y de ellos, cinco estamos en el extranjero. El
resto anda disperso -y prácticamente huyendo- por diversos estados del
país. El contacto con los otros colegas es escaso pero aun así se han
conocido historias de necesidad y abandono en muchos de ellos.
“Algunos huyeron a sugerencia - casi orden- de funcionarios estatales
que les advirtieron sobre un inminente riesgo de ser asesinados y les
ofrecieron, a nombre del gobernador Javier Duarte de Ochoa, un puñado de
monedas para que ‘se tomaran una vacaciones lejos de Veracruz’. Como
muestra de la ‘buena voluntad’ de Duarte de Ochoa, les ofrecieron
‘traslado con vigilancia’ hacia otra entidad.
“A bordo de una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública los
llevaron hasta la central de autobuses de la ciudad de Puebla y ahí los
dejan a su suerte para que aborden un camión a cualquier destino. Pero,
¿quién puede sentirse seguro bajo el resguardo de policías veracruzanos?
Lo lamentable es que en muchos casos la famosa Comisión Estatal para la
Protección de Periodistas es la gestora de las dádivas monetarias para
costear las ‘vacaciones fuera de Veracruz’ de reporteros incómodos o de
aquellos que puedan ser agredidos en un futuro y que le puedan
significar otro escándalo mediático al gobernante en turno.
“La paquiderma comisión en lugar de pugnar para que las autoridades se
hagan responsables de ofrecer garantías para el ejercicio periodístico,
terminó convertida en una agencia de traslados forzados. Para ellos la
solución es sacar del estado a los comunicadores cuyas futuras
agresiones puedan abonar el desprestigio que ya tiene el gobierno
duartista.
“Sin embargo, lo más ominoso es que el propio gobernador Javier Duarte
ha presionado a los dueños y directivos de medios para que obliguen a
determinados reporteros a irse de Veracruz, sobre todo a los que cubren
la nota policiaca y en algunos casos ha exigido el despido de los mismos
para que un eventual ataque en su contra no ‘contamine’ de escándalo
ni a la empresa periodística ni a su administración. A ese grado ha
llegado la irresponsabilidad gubernamental en Veracruz” (columna
completa: http://bit.ly/O0zdQj).
Sin mencionar a Timoteo ni sus señalamientos, el secretario general de
Gobierno, Buganza Salmerón, se quejó ese mismo lunes 1 de que hay medios
y comunicadores “que informan, analizan, cuestionan, señalan e incluso a
veces acusan hasta con lenguaje hostil y virulento, pero entendemos que
todo forma parte del mismo paisaje, de los colores diferentes de la
naturaleza periodística”. Frente el rojo sangre de ese “paisaje”, el
funcionario ya no vio aliados ni hizo defensa discursiva: “Tener las
garantías para el ejercicio libre y seguro del periodismo es una tarea
que compete no sólo al gobierno, sino también a los medios de
información y a los propios comunicadores”.
Peor aún: “escuchamos de manera frecuente acusaciones y cuestionamientos
a la autoridad, pero no hemos conocido de propuestas concretas que
busquen resolver la problemática que se acusa; oímos descalificaciones a
veces absurdas, pero no sabemos de ideas o aportaciones realistas que
lleven a superar este desafío” (Corresponsabilidad con medios y
comunicadores: http://bit.ly/QXWVdv).
Buganza Salmerón, por cierto, es un ingeniero panista que fue candidato a
gobernador en 2004 frente al priísta Fidel Herrera, quien bajo sombra
de fraude se impuso por 35 mil votos, es decir, 1.3% de diferencia. En
2010 renunció al PAN en protesta por la postulación de Miguel Ángel
Yunes y acabó como segundo en el organigrama de Javier Duarte. Él sí
sabe de alianzas y fidelidades.
Y, mientras los candidatos venezolanos se decían, luego de votar,
dispuestos a dar ejemplo de respeto a los resultados electorales y a la
democracia en general, ¡hasta mañana, con Pedro Joaquín Coldwell
llamando a reformar al PRI! (fin)
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