domingo, mayo 17, 2015

Se le sale Mancera del Huacal a AMLO

AMLO vs Mancera, la batalla por la ciudad de méxico
AMLO vs Mancera, la batalla por la ciudad de méxico
Mancera y López Obrador juntos en un evento en la capital antes de ser rivales.

La izquierda se fragmenta en su bastión histórico. La Ciudad se disputa en un duelo de estructuras, con miras al 2018.
Andro Aguilar
Agencia Reforma

Es martes 5 de mayo, 9:20 de la mañana. En la explanada de la delegación Iztapalapa, el PRD celebra 26 años de vida. En el templete sobresalen los líderes locales Raúl Flores y Enrique Vargas. Junto a ellos, sonrientes y apretujados, están los candidatos a diputados de Iztapalapa y otras cinco demarcaciones.

Detrás, en una lona amarilla, se lee una leyenda, pintada con letras negras, que celebra la presencia perredista en la capital del país: "26 años construyendo la ciudad de todos".

La candidata a jefa delegacional de Iztapalapa, Dione Anguiano, lee un discurso en el que explica el festejo. Celebran, afirma, que la mayoría de sus hombres y mujeres no se han ido del partido. Y para respaldar tal afirmación, abraza a Ifigenia Martínez, una de las fundadoras, una de las pocas que no han renunciado a la organización.

Ifigenia Martínez esconde sus ojos tras unas gafas oscuras y enseña una amplia sonrisa. No habla, no está programado, pero dice "victoria" con sus dedos índice y medio de la mano izquierda. El PRD busca proyectar unidad, pero es evidente la ausencia de los que ya se fueron. Todos sus ex jefes de Gobierno en la Ciudad han renunciado al partido: Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas y Marcelo Ebrard.

La explanada de la delegación Iztapalapa, uno de los principales bastiones perredistas --con 21.4 por ciento de los electores del DF: un millón 577 mil-- no luce ni a la mitad de su capacidad.

"Así estaba calculado", justifica unos minutos después el dirigente local, Raúl Flores, "no tendríamos ningún problema en llenar ésta y muchas plazas, pero estamos cuidando el tope de gastos".

A la fiesta del PRD no llega tampoco el dirigente nacional Carlos Navarrete, líder en turno de la corriente de Los Chuchos, quien prefirió irse a hacer campaña a Campeche.

Los que sí llegan son los nuevos convidados del PRD en la Ciudad: un par de militantes de Nueva Alianza están ahí, vestidos con camisas blancas bordadas con el distintivo turquesa. El sol azteca se alió con el partido fundado por Elba Esther Gordillo para competir en Iztapalapa, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, con la esperanza de que le aporte entre 3 y 4 por ciento de la votación.

A un costado del templete, un hombre de pelo cano ondea una bandera roja del Partido del Trabajo, el único partido de izquierda con el que el PRD capitalino pudo pactar --de última hora-- una coalición para estos comicios.

Lejos quedaron los tiempos en los que PRD, PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) conformaban un bloque que arrasaba en la capital.

La división

Desde 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Jefatura de Gobierno en las primeras elecciones en la Ciudad, el PRD había logrado mantenerse unido, gracias a un tenso equilibrio entre sus corrientes.

Así fue hasta 2012, cuando Los Chuchos rompieron con López Obrador y éste convirtió el Movimiento de Regeneración Nacional en un nuevo partido político.

Por primera vez desde hace 18 años, la izquierda llega fragmentada a la batalla electoral por la capital: algunos de los cuadros formados en el perredismo hoy son candidatos de Morena. Movimiento Ciudadano, con Marcelo Ebrard como candidato emblemático al Congreso, da la batalla con candidatos propios en las 16 delegaciones. Y el PRD, además de la pérdida de militantes, dirigentes y estructuras, lidia con la fragmentación de quienes se quedaron en el partido.

La elección de candidatos, en febrero, evidenció la pugna entre tres principales grupos: la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), de René Bejarano, obtuvo tres candidaturas a delegados y seis nominaciones a diputados locales. Nueva Izquierda, de ++Los Chuchos++, logró seis candidaturas a delegados y 12 a diputados locales. Mientras que Vanguardia Progresista (VP), ligada al secretario de Gobierno Héctor Serrano, consiguió tres candidaturas a jefe delegacional y 10 a la ALDF.

A pesar del reparto, las diferencias entre las tribus persisten: Raúl Flores ha denunciado a integrantes de IDN de apoyar al PAN en Cuajimalpa y al PRI en Magdalena Contreras.

René Bejarano, líder de IDN y otrora operador electoral estrella del perredismo, ha responsabilizado a Nueva Izquierda y a Vanguardia Progresista de la caída de su partido en la Ciudad.

Enrique Vargas, secretario del PRD capitalino --quien forma parte de IDN y compitió con Flores para dirigir el partido--, asegura que la participación de perredistas con otros partidos no es responsabilidad exclusiva de Bejarano.

"Se fue Polimnia (Romana) al PRI, se fue (Fernando) Zárate al PRI, eran aliados de Nueva Izquierda. Se fue gente de Nueva Izquierda a Movimiento Ciudadano, como Esthela Damián. En todas las delegaciones hay gente que se fue a otros partidos. No es responsabilidad de un dirigente como René; es responsabilidad de cómo se diseñó la definición de las candidaturas, del partido, cuando llegan los que no tienen alta presencia territorial. Yo espero que el costo no sea tan grande y que mantengamos la Ciudad en nuestras manos", expresa.

La diputada Aleida Alavez, también de la corriente IDN, admite que la división de la izquierda está afectando la campaña del PRD.

Alavez es candidata por el distrito 29, de Iztapalapa, la demarcación donde ocurrió el preámbulo del rompimiento entre el PRD y López Obrador en 2009, cuando Nueva Izquierda impugnó y logró que el Tribunal Electoral invalidara la candidatura de Clara Brugada y obligara al PRD a postular a Silvia Oliva, afín a Los Chuchos. Días antes de las elecciones, el tabasqueño pidió votar por el candidato del PT, Rafael Acosta, alias Juanito, quien se comprometió a renunciar para poner en su lugar a Brugada. La maniobra resultó, Brugada fue delegada, pero se sentó el precedente de la fractura.

Alavez forma parte del PRD desde antes de 1997, y nunca había visto a la gente tan confundida por la disputa electoral.

"No ubican bien qué es Morena, quién es quién. Eso nos ha permitido aclarar, platicar con la gente lo que hemos decidido quienes nos quedamos en el PRD, los que se fueron a otro partido y cómo ahora estamos en símbolos distintos", comenta, "pero es de las cosas más lamentables que pudieron pasar en la Ciudad, porque la división de la izquierda no creo que sea el camino más adecuado".

Las fricciones no hacen mella en el ánimo de Raúl Flores, quien presume que el PRD sigue siendo el partido con mayor capacidad de organización en la capital del país.

Morena

Es 5 de mayo. Son las 5:50 de la tarde en la Plaza de las Tres Culturas de Tlaltelolco. Los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional en la delegación Cuauhtémoc ya están sobre el templete que da la espalda a la Parroquia de Santiago. Pero falta por llegar el personaje más esperado por los asistentes al mitin, Andrés Manuel López Obrador.

El nivel de asistencia está lejos de parecerse al que provocó las lágrimas del tabasqueño en su segunda campaña presidencial de 2012. Pero los que están, van a verlo a él.

José Antonio Suárez, candidato a diputado local por el distrito 12, debe interrumpir su discurso cuando el sonido local anuncia la llegada de AMLO. La gente se alborota. De fondo se escuchan gritos y la canción que dio a conocer Morena en 2011.

López Obrador entra por un costado del templete, separado con una valla metálica de la gente que busca tocarlo, robarle unos segundos de atención o una ++selfie++.

AMLO sube al templete en medio de la algarabía. Da dos vueltas en el escenario para saludar a los asistentes. La lluvia arrecia mientras levanta el brazo de Ricardo Monreal, su ex jefe de campaña en 2012 y ahora candidato a jefe delegacional en Cuauhtémoc.

Esa tarde en Tlatelolco, todos los candidatos tienen la palabra, pero ninguno tanto tiempo como el tabasqueño. Todos reciben aplausos, nadie como AMLO. Los rostros de todos los aspirantes son replicados en propaganda, pero siempre en menor número que la foto del líder, que aparece con cada uno de ellos.

López Obrador es el último en hablar. Con su discurso finaliza el mitin, mientras en la plaza los brigadistas de Ricardo Monreal reparten copias del documental que Luis Mandoki filmó sobre el ex candidato presidencial.

AMLO busca llegar a su automóvil entre empujones y gritos de simpatizantes, esos a los que pide en sus spots que, si confían en él, voten por los candidatos de Morena.

El nuevo partido postula a figuras con peso político propio a las jefaturas delegacionales: Claudia Sheinbaum, en Tlalpan; Bertha Luján, en Coyoacán; Clara Brugada, en Iztapalapa; Ricardo Monreal, en Cuauhtémoc; José González Schmall, en Benito Juárez; Héctor Vasconcelos, en Miguel Hidalgo; Patricia Ruiz Anchondo, en Venustiano Carranza; Jeny Saltiel, en Cuajimalpa. Pero López Obrador aparece en la propaganda de todos.

Es la primera elección de Morena, con la que intenta conservar el registro, pero Martí Batres, su dirigente nacional, asegura que ya son la primera fuerza política de la Ciudad. Evita dar un número preciso, pero afirma que tienen posibilidades en las 16 delegaciones.

Batres asegura que las irregularidades en esta campaña se ejecutan desde el GDF. "La campaña que hace el PRD hoy en la Ciudad se parece a la del PRI en 1988: una combinación de compra de votos, uso de recursos públicos y uso de la fuerza para intimidar".

Para el dirigente, no existe una lucha entre izquierdas en el DF, pues Morena es el único partido de izquierda.

"No basta con lo que cada quien diga. Hay que serlo en los hechos. No es de izquierda comprar votos ni el uso de la fuerza", afirma.

El partido de AMLO rompió comunicación con el GDF desde el 6 de abril, cuando en una reunión en el Palacio del Ayuntamiento, Batres y los candidatos a jefes delegacionales descalificaron al secretario de Gobierno, Héctor Serrano, como interlocutor. Lo acusaron de actuar más como dirigente del PRD que como funcionario público.

"Desde la Secretaría de Gobierno se han estado articulando diversos factores para combatir a nuestros candidatos. Si vemos en los medios que tal dirigente visita al secretario de Gobierno y que de tal plática se deriva que le van a dar una candidatura en el PRD, en tal delegación o tal distrito, entonces lo que vemos es que la articulación del PRD se encuentra en al Secretaría de Gobierno. La presidencia del PRD, lo dijimos ese día en la reunión, se encuentra en la Secretaría de Gobierno", señala Batres.

Mancera-Serrano

Morena y el PAN han colocado a Serrano en la mira. Lo acusan de tener metidas las manos en las campañas electorales a través de la asignación de programas sociales y la operación de los cuerpos policiacos para impedir el trabajo de brigadistas.

Y Serrano, aseguran, no actúa por cuenta propia, sino por órdenes de su jefe, Miguel Ángel Mancera, quien ha estrechado su relación con ++Los Chuchos++ en la campaña en curso, y ha sido destapado por dirigentes de esa corriente como su candidato presidencial para el 2018.

Raúl Flores niega que el Gobierno del DF esté metido en la contienda, deslinda a Mancera y a Serrano de la operación política y la definición de candidaturas en el partido. Pero admite su cercanía.

"Es una relación respetuosa. Somos amigos. Sería imposible que negara mi amistad con el jefe de Gobierno, mi cercanía. Con Héctor Serrano, somos compañeros de muchas luchas, fuimos jefes delegacionales sustitutos juntos. Nos conocemos de hace muchos años. A Héctor le tengo un cariño y una amistad especial, pero cada quien hace su trabajo", afirma.

Los 'jefes'

Un dato revela quiénes operan las elecciones en el DF: 12 de los 16 jefes delegacionales pidieron licencia y hoy son candidatos a diputados federales o locales. Dejaron a sus empleados en el cargo e impulsaron a colaboradores o miembros de la misma corriente para ser candidatos a la jefatura delegacional.

Víctor Hugo Romo pidió licencia en Miguel Hidalgo para ser diputado a la ALDF; dejó en el cargo a Humberto Morgan, quien fuera su director general de Seguridad, e impulsó como candidato a la delegación a su ex director de Gobierno, David Razú.

Mauricio Toledo solicitó licencia en Coyoacán para buscar una diputación local; dejó como encargado de despacho a Salvador Frausto Navarro, y colocó como candidato al diputado Valentín Maldonado.

El modelo de jefe delegacional convertido en candidato y virtual jefe de campaña se replica en Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Tláhuac, Tlalpan y hasta en las dos delegaciones que no son perredistas.

En Benito Juárez, el panista Jorge Romero dejó el cargo para buscar un asiento en la ALDF y colocó como candidato a un allegado suyo, Christian Von Roehrich.

El priista Adrián Rubalcava hizo lo mismo en Cuajimalpa: tramitó su licencia, puso como encargado de despacho a su director de Administración, Mario Valdés, y como candidato a su director Jurídico, Miguel Ángel Salazar.

En estas 12 delegaciones existen quejas y denuncias por reparto de despensas; uso de vehículos oficiales para colocar propaganda de candidatos afines, o retirar la de los rivales; distribución de tarjetas o monederos electrónicos, intimidación a militantes y candidatos, uso irregular de programas sociales y, en el caso de Cuajimalpa, enfrentamientos directos entre brigadistas.

Hasta el 13 de mayo, el IEDF había recibido 385 quejas por delitos electorales, e iniciado 128 procedimientos sancionadores.

Tras el choque entre perredistas y priistas ocurrido el 6 de mayo en Cuajimalpa, el IEDF promovió la firma de un pacto de civilidad para evitar nuevas agresiones, que fue rechazado por Morena, PAN y MC.

En este ambiente de desconfianza, el GDF anunció el jueves pasado la suspensión de los programas sociales en los últimos 23 días de campaña.

Otros actores

La disputa entre Morena de López Obrador y el PRD de ++Los Chuchos++, que ya destapó como su candidato presidencial a Mancera, tiene como horizonte el 2018. Los comicios del 7 de junio determinarán el peso con el que cada uno parte rumbo a los comicios presidenciales.

Pero la división de las izquierdas podría tener otros ganadores.

El presidente del PAN en el DF, Mauricio Tabe, ve una gran oportunidad en la fragmentación de la izquierda y en la decepción ciudadana hacia sus gobiernos.

"Después de dos décadas, un gobierno que se dice de izquierda debería de estar anunciando que ya no se necesitan más los programas sociales", argumenta.

Tabe, cuyo partido gobierna Benito Juárez desde el 2000 y tiene 13 de las 66 curules en la ALDF, asegura que hoy el PAN es la segunda fuerza en la Ciudad, y coloca a Morena en primer lugar.

"Vamos hacia arriba y el PRD hacia abajo. Si la elección fuera en diciembre, el PRD llegaría en tercer lugar. Vamos a ganar Benito Juárez, Miguel Hidalgo, sin duda alguna Cuajimalpa; estamos en la pelea en Coyoacán, Álvaro Obregón, Tlalpan y Azcapotzalco. La pelea está buena. En la Asamblea vamos a ser la segunda fuerza", vaticina.

Por su parte, Mauricio López, presidente del PRI-DF, señala dos polos que marcarán la decisión de los capitalinos: votar por la izquierda, ya sea por PRD, Morena, PT o MC; o votar por el PRI-PVEM.

López asegura que la alianza PRI-Verde conservará la delegación Cuajimalpa, y ganará Magdalena Contreras y otras tres delegaciones que prefirió no especificar. Afirma que el PRI conservará los nueve lugares que actualmente ocupa en la Asamblea.

Entre los candidatos del PRI-PVEM a las delegaciones, destacan ex militantes de otros partidos como Xiuh Tenorio, ex miembro del Panal, postulado en Benito Juárez; la ex panista Laura Ballesteros, en Miguel Hidalgo; la ex perredista Polimnia Romana, en Álvaro Obregón, y el ex perredista Emilio Serrano, en Iztacalco. De cuna priista son Alejandra Barrios, candidata en Cuauhtémoc y el dipuhooligan Cristian Vargas, en Gustavo A Madero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario