Las fronteras
Provocar temor y titulares, objetivo del magnate
Trump busca eliminar el derecho de asilo en la frontera con México
En los hechos, se le obliga a actuar como tercer país seguro, sostiene abogada de Amnistía Internacional
▲ En la foto –captada el 6 de mayo–, José, de 27 años, es revisado por
un miembro de la Patrulla Fronteriza mientras observa su hijo José
Daniel, de seis años.Foto Afp
▲ Las tiendas de campaña se apilan en el refugio para migrantes Juventud
2000 instalado en Tijuana, Baja California. Los solicitantes de asilo
están saturando los centros de refugio en México mientras esperan la
respuesta de Estados Unidos a su petición.Foto Afp
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 16 de julio de 2019, p. 2
Martes 16 de julio de 2019, p. 2
Nueva York. El régimen de Donald Trump emitió órdenes
para anular efectivamente el derecho de asilo para la gran mayoría de
solicitantes que intentan ingresar al país por su frontera sur e imponer
de manera unilateral su política sobre refugiados a México, en una
maniobra calificada de ilegal por expertos en derechos de migración que
será inmediatamente impugnada ante tribunales.
La regla, presentada conjuntamente por los departamentos de Seguridad
Interna y de Justicia y que hoy entra en vigor, establece que migrantes
que no soliciten asilo en los países por los que transitan para llegar a
Estados Unidos serán inelegibles para ese derecho en Estados Unidos.
La regla ejecutiva también será aplicada a menores de edad no
acompañados, y aunque está dirigida en esta coyuntura en particular a
centroamericanos, es aplicable a todos aquellos que llegan a la frontera
entre Estados Unidos y México, es decir, africanos, caribeños,
sudamericanos y más.
La nueva norma tiene algunas excepciones, incluyendo víctimas de
tráfico humano y a quienes se les ha negado protección en otro país.
El procurador general William Barr justificó la medida afirmando que Estados Unidos es
un país generoso pero que está completamente abrumadopor los cientos de miles que están llegando a solicitar asilo. Agregó que la regla frenará el abuso del sistema de asilo por aquellos que sólo buscan usarlo para lograr ingresar al país.
El anuncio sobre la medida, junto con las redadas contra familias
indocumentadas, argumentan observadores y opositores, es parte de la
estrategia electoral de Trump, y poco tiene que ver con resolver el tema
migratorio.
Abogados especializados en el tema indicaron que esperan que esta
medida sea congelada ante los tribunales. Lee Gelernt, subdirector del
Proyecto de Derechos de Inmigrantes de la Unión Estadunidense por las
Libertades Civiles (ACLU), quien ha encabezado algunas de las
impugnaciones más efectivas ante los tribunales federales contra las
políticas del presidente estadunidense, declaró ayer que
la administración Trump está intentando revertir unilateralmente el compromiso legal y moral de nuestro país para proteger a aquellos (que están) huyendo del peligro. Esta nueva regla es ilegal y demandaremos (ante tribunales) rápidamente.
La disputa legal podría congelar la aplicación de la medida. Abogados
insisten en que viola tanto las leyes nacionales como internacionales.
Señalan que la Ley de Inmigración y Nacionalidad permite que todo
refugiado solicite asilo al llegar a Estados Unidos, algo que también
establecen las convenciones internacionales sobre el asunto, sin
condicionar cómo ni por dónde llegó. Pero hay excepciones, incluyendo si
llegan a través de país considerado
seguro, o que tiene un acuerdo bilateral o multilateral que establece un tercer país seguro.
Tercer país seguro de facto
Las implicaciones para el país, si eso procede, podrían
ser severas. Eleanor Acer, directora de Protección de Refugiados en
Human Rights First, comenta a La Jornada que con esta regla el gobierno de Trump
intenta imponer de manera unilateral la denominación de tercer país seguro sobre México, a pesar de que éste
no cumple con los requisitos para tal calificación, y menos otros como Guatemala.
Charanya Krishnaswami, directora de Abogacía para las Américas de
Amnistía Internacional, agregó que aunque México ha reiterado su
oposición a formar un acuerdo de tercer país seguro, con el programa de
Protocolos de Protección de Migrantes, o
permanece en México, Estados Unidos está enviando al país vecino unos 20 mil solicitantes de asilo para esperar que sus casos sean atendidos por las autoridades estadunidenses, algo que se prolonga por meses y hasta años (los tribunales tienen registrados casi un millón de casos sin resolver).
Eso es, en los hechos, un intento de meter por la puerta trasera lo que sería un acuerdo de tercer país seguro, comentó.
El gobierno de Trump ha intentado negociar durante meses un acuerdo
para obligar a refugiados de otros países que proceden por tierra hacia
la frontera estadunidense a solicitar primero asilo en México en lo que
se llama un acuerdo de tercer país seguro (existe uno entre Estados
Unidos y Canadá). Pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha
rechazado pública y tajantemente tal acuerdo, aun durante las intensas
negociaciones bilaterales sobre migración bajo amenaza de aranceles hace
unas semanas.
El gobierno de Trump también estaba por firmar un acuerdo de tercer
país seguro con Guatemala durante una visita oficial del presidente
guatemalteco, Jimmy Morales, programada para este lunes, la cual fue
cancelada a último momento por el centroamericano ante la masiva
oposición política en su país a esa iniciativa (ahora jura que nunca
estuvo sobre la mesa).
Mientras tanto, persiste la amenaza de las redadas prometidas a lo
largo del país para expulsar a familias inmigrantes indocumentadas, pero
aún no hay informes de acciones mayores. Pero como señala Frank Sharry,
de America’s Voice,
la meta suprema del operativo era y es provocar temor y titulares. Recordó que todas estas maniobras antimigrantes son parte de la estrategia electoral de Trump de “nutrir el odio al otro… el latido del corazón del trumpismo siempre ha sido el racismo y la xenofobia”.
David Leopold, ex presidente de la Asociación Estadunidense de
Abogados de Inmigración, comentó ayer que espera que los tribunales le
recuerden al presidente que
no es un dictador con el poder de descartar la ley de asilo estadunidense por decreto. ¿Qué sigue? ¿Trump despachará a agentes de ICE (migración) a Nueva York para quitarle la antorcha a la Estatua de la Libertad y arrestarla por estar en el puerto sin papeles?
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