De Proceso
Neldy San Martín
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ni María del
Rosario Piedra Ibarra, ni José de Jesús Orozco Henríquez y tampoco
Arturo de Jesús Peimbert Calvo, alcanzaron la mayoría calificada
requerida en el Senado de la República para ocupar la presidencia de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por lo que el próximo 5
de noviembre se realizará una nueva votación.
Luego de dos rondas de votaciones por cédula en urna, durante la
sesión ordinaria de este miércoles, ninguno de los candidatos logró las
dos terceras partes de los votos de los presentes (78 de 119) para ser
electo como presidente de la CNDH para el periodo 2019-2024.
En una primera votación secreta, de un total de 119 votos, Rosario
Piedra obtuvo 59, seguida por Jesús Orozco, con 44, y Arturo Peimbert,
con 11 y cinco abstenciones.
En la segunda ronda, los votos de Orozco prácticamente fueron para
Peimbert, y los de Piedra Ibarra aumentaron ocho, con lo que registró 67
votos, mientras que Peimbert logró 48 y Orozco sólo tres y una
abstención.
Ese escenario orilló a los senadores y senadoras a aplazar la
elección del próximo titular de la CNDH para la siguiente sesión
ordinaria que se realizará el próximo 5 de noviembre, en una tercera
votación de la misma terna. En caso de que ninguno de los postulados
logre la mayoría calificada, la terna quedará desechada y las comisiones
de Derechos Humanos y de Justicia tendrán que mandar otra.
Por la mañana, Ricardo Monreal, líder de la mayoría en el Senado,
había adelantado que no se lograba la mayoría calificada requerida,
según el apartado b del artículo 102 de la Constitución y el artículo 10
de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En tribuna, Malú Micher, de Morena, anunció su voto a favor de
Rosario Piedra, como todos los oradores morenistas, y rechazó los
perfiles de José de Jesús Orozco Henríquez, por su papel en la elección
de 2006 como magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación, y de Arturo Peimbert, titular de la
Defensoría de Derechos Humanos de Oaxaca, por acusaciones de misoginia.
“Señor Orozco, mi voto no es personal, mi voto es en la conciencia de
no aceptar bajo ninguna circunstancia a ninguna persona que avaló el
fraude electoral. No lo voy a permitir”, afirmó la senadora, arrancando
algunos aplausos en el salón de plenos.
“Respecto del señor Peimbert, cartas y cartas y cartas y cartas en
contra de su perfil y de su trayectoria. No puedo votar, señor Peimbert,
por usted, y no puedo votar porque los movimientos y organizaciones que
me han emitido cartas en su contra son organizaciones con la que he
caminado en mi militancia feminista”, lanzó Micher.
“Discúlpenme, pero la misoginia se cobra caro”, añadió.
La panista Xóchitl Gálvez se manifestó en contra de Rosario Piedra
Ibarra –hija de la activista y fundadora del Comité ¡Eureka!, Rosario
Ibarra de Piedra– porque, dijo, es militante de Morena y fue secretaria
de Derechos Humanos del CEN de esa fuerza política.
“No tengo nada en contra de la señora Rosario, pero imagínense que
estuviera aquí inscrito el titular de derechos humanos del PAN, pues no,
no se vale. Por supuesto que su trayectoria es impecable, es una
luchadora social, pero si fuiste titular de derechos humanos de un
partido político no me parece ético”, señaló Gálvez.

Durante
la discusión, el senador sin grupo parlamentario Emilio Álvarez Icaza
pasó a tribuna y, con los expedientes de los 56 aspirantes en las manos,
aseguró que el proceso para elegir la terna no fue transparente y no
respondió a los principios de máxima publicidad.
“La gente no sabe por qué estas tres personas propuestas son mejores o
idóneas con respecto a las otras 53. ¿Qué los hizo distintos? ¿Tienen
un mejor plan de trabajo? ¿Tienen un mejor antecedente? ¿Tienen mejores
propuestas? ¿La entrevista fue muy buena? La verdad no lo sabemos. En
lugar de hacer una deliberación pública, como es el tiempo y momento de
México, llegó un acuerdo, otra vez bajo la fórmula de cuotas y cuates,
que arrolló el procedimiento”, señaló.

En
ese mismo sentido se manifestó el senador panista Gustavo Madero, quien
anunció su voto en contra de la terna por considerar que al final
surgió “por arte de magia”. Para reforzar su punto, Madero leyó un
comunicado en el que organizaciones de la sociedad civil, bajo el lema
#CNDH Autónoma, lamentan que, pese a que la convocatoria introdujo
importantes estándares para garantizar una evaluación objetiva, la terna
respondiera finalmente a acuerdos cupulares.
“Debemos dar la cara, de frente, y explicar el procedimiento a
cabalidad, que no parezca que se propone a una persona para salvar la
cara, pero con la convicción de que no va a pasar y va a quedar esta
otra. Se me haría patético, grotesco, una terrible decepción del rol del
Senado”, criticó el panista.
Mañana vence el plazo en la Cámara Alta para nombrar al próximo
presidente o presidenta de la CNDH, ya que la ley marca 10 días hábiles
antes de que termine su periodo el titular en funciones, y Luis Raúl
González Pérez concluye el próximo 15 de noviembre.
Monreal explicó que cuando no se logran consensos en torno a uno de
los candidatos, existen alternativas, y mientras el Senado decide, dijo,
asume las funciones de la presidencia el Primer Visitador de la CNDH.
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