La televisión puede darnos muchas cosas, salvo tiempo para pensar[1].
Jorge Salazar García
Pocos maestros podrían negar lo útil que puede ser la televisión en las aulas difundiendo el conocimiento. En México, a través de este recurso se ha logrado, por ejemplo, masificar la enseñanza secundaria ya que más del 90% de familias mexicanas disponen de un televisor, al menos. Su lado negativo se encuentra en que el control lo poseen MERCADERES neoliberales cuyo único interés es el lucro. Por esa razón extraña la decisión del presidente de contratarlos para iniciar la segunda etapa del programa “Aprende en Casa”. Aparentemente el convenio beneficiará a casi todos: los alumnos reciben clases, los empresarios ganan dinero y recuperan audiencia y AMLO logra iniciar el curso. Sin embargo, para esos señorones que sistemáticamente denostaron a lo maestros de México y a la Educación Pública además de los 450 millones, se ahorran publicidad, recuperan credibilidad y se revalúan sus acciones en el mercado de valores (+13%).
Sin duda el gobierno ha obrado cautelosamente al contratar a los dueños del duopolio televisivo pero el hecho de hacerlo para trasmitir contenidos educativos oficiales, prácticamente significa premiarlos y además, aunque sea temporalmente, SUSTITUIR a los maestros. Se entiende lo necesario de la medida, por la Pandemia, pero ¿Por qué poner al centro del quehacer educativo a quienes envenenan el alma y el cuerpo de los ciudadanos? ¿No había otras opciones? Como sea, esta inédita situación demandará de la comunidad escolar ignorada por el secretario de Educación esfuerzos extraordinarios.
Para saber qué piensan algunos los maestros, se entrevistó a Angelina de la Luz López García, Lic. en Educación Preescolar con 19 años de servicio. Estas son sus palabras:
¿Qué le parece la llamada escuela híbrida?
-Antipedagógica. Aunque la modernidad requiere estar actualizados en el uso, conocimiento y manejo de las tics (Tecnologías de la Comunicación y la Información), en un país como el nuestro eso no sucede así. Aparte de las tecnologías, Influyen el nivel cultural, educativo y el contexto socio económico de padres y alumnos. En el nivel preescolar tenemos niños de 3 a 5 años, los cuales deben desarrollar lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y conocimiento del mundo natural y social, artes, educación física, y primordialmente educación socioemocional ¿Cómo trabajar esta última a distancia? Recordemos que, para muchos pequeños, el jardín de niños es la primera separación de su familia y el primer acercamiento a la escuela. Insisto, es antipedagógico.
¿Consultaron su opinión sobre algún aspecto de esa educación teledirigida?
-Por supuesto que no.
¿Qué resultados se esperan?
-Mucho tiene que ver el contexto laboral. He platicado con maestras que comentan sobre gratas experiencias a través de zoom o classroom, que dicen ser exitosas. Desde mi perspectiva y centro de trabajo urbano marginado, no es funcional. Muchas familias no cuentan con televisión, internet, celular y mucho menos una computadora. Por ejemplo, para cerrar el ciclo pasado trabajé por whast app y sólo obtuve respuesta del 40 % de los alumnos. Además, trabajar a distancia con niños de 3 a 5 años requieren de un acompañante adulto en todo momento lo que no es posible para la mayoría porque tienen que salir a trabajar. Otra situación importante que se ha perdido de vista es que en este nivel no evaluamos productos sino los procesos que cada alumno realiza al resolver la situación que se le presenta. Algunos padres envian fotografías del producto terminado, eso no me dice nada pues desconozco cómo su hijo elaboró el trabajo, cuánta ayuda recibió y qué indicaciones le dieron.
¿Cómo ve el nuevo proceso de aprendizaje teledirigido?
-Considero que los alumnos de las nuevas generaciones, con posibilidades materiales, se adaptarán mas rápido que los adultos. Pero en preescolar eso no bastará. Para su formación integral son esenciales el desarrollo social, emocional y afectivo dentro de la escuela. Los niños necesitan aprender con sus pares, así se interrelacionan y obtienen conocimientos, cosa que no sucederá con una televisión o una computadora.
¿Cómo evaluará al educando?
-El criterio principal en la educación preescolar es la observación directa de los procesos y su registro a través de la elaboración de un diario de trabajo y/u observaciones. Por consiguiente, no será posible evaluarlos de la manera en que esta modalidad lo exige ¿De qué nos sirve tener los elementos teóricos y técnico pedagógicos para evaluar si no contamos con los insumos correspondientes al nivel de desarrollo evolutivo y cronológico de los alumnos? Es decir, al carecer del contacto directo para observar a cada uno de ellos, la evaluación deja de ser directa, personal e individual.
¿Le capacitaron para acompañar a sus alumnos en este proceso?
-El taller que se da previo al CTE (Consejo Técnico Escolar) iniciará esta semana. Espero que de verdad esa capacitación nos haga servir mejor. Aunque también podemos tomar infinidad de cursos nada es comparable con la realidad educativa que vivimos en el centro escolar.
¿Qué opina respecto a que las televisoras se hagan cargo de las clases?
-No lo descalifico, pues las telesecundarias lo han llevado a cabo pero siempre en compañía de un profesor. La televisión es un medio, un buen apoyo; siempre y cuando los programas que presenten sean acordes a lo que los niños necesitan aprender. Pareciera haberse olvidado que los alumnos en edad preescolar realizan actividades que duran entre 5 a 20 min, deben moverse, interactuar, construir y aprender; eso la televisión, no lo da. En cuanto a las televisoras, en lo personal, hace aproximadamente 10 años están vetadas en mi casa, pues considero sus programas absurdos y vacíos. Así que deja mucho que decir que las televisoras estén a cargo de la educación de nuestros niños.
¿Si no puede enseñar ni evaluar como antes, entonces cómo lo hará?
-Sigo enseñando y evaluando sólo que, de acuerdo a la situación, tengo que reorientar mi práctica educativa. Lo trabajado de marzo a julio pasado, fue exhaustivo y maratónico. Incluía, dar continuidad a lo realizado en el aula hasta ese momento, mi planeación, las planeaciones de los maestros (artes, biblioteca, educación física), mas la adecuación de “aprende en casa” a los necesidades de mi grupo, de tal manera que los padres no se vieran presionados con el trabajo que se realiza diariamente. Así que continuaré elaborando mis planeaciones, registrando observaciones relevantes, explicando a los padres lo que deben hacer y cómo hacerlo (asesorías), revisando las actividades que los niños hagan en casa y adaptarme a la situación personal de cada uno. En definitiva, mi función deberá ser re-adaptada, atendiendo las nuevas necesidades especiales de los alumno y la familia.
¿Cómo se siente al respecto?
-Estresada por la pesada carga administrativa que nos imponen, casi ajenas a la realidad de nuestra práctica educativa. La exigencia de evidencias no contextualizadas, la nula flexibilidad de la autoridad educativa al reportar la nueva realidad que atendemos nos genera una situación agotadora.
Frustrada porque la situación social y económica de los padres no siempre ayuda a mis alumnos, puesto que la mayoría tiene que atender sus necesidades básicas para sobrevivir restando tiempo para apoyar a sus hijos. Y los pocos que tienen la oportunidad de apoyarlos, no saben hacerlo.
Preocupada por no haber sido convocada a participar en la creación de esta nueva modalidad de atención educativa. No obstante ser nosotros, los maestros de grupo, el primer frente que atiende la realidad de nuestro país, una vez, más fuimos los últimos en ser tomados en cuenta. Por lo tanto, el discurso del Srio de Educación al decir que el maestro es insustituible es demagogia de puro estilo neoliberal. A pesar de lo anterior me sigo sintiendo Orgullosa de mi profesión, porque me doy cuenta que los maestros, aunque intenten menoscabar nuestra labor, somos verdaderos agentes de cambio.
¿Algún mensaje a los padres de familia y colegas.
-A los padres les pido paciencia y confíanza, nosotros daremos lo mejor de nuestra formación y preparación para enseñar a sus hijos las habilidades y aprendizajes necesarios para ser personas de bien.
A mis compañeros, les pido ánimo para no permitir que nuestra labor sea demeritada; que tomemos la batuta y dirección desde casa, exigiendo al secretario de educación (sí verdaderamente cree en la insustituibilidad del maestro) sea tomada en cuenta nuestra experiencia. El docente no debe ser excluido en la creación de cualquier modelo educativo ni limitarlo a ser reproductor autómata. Por lo pronto, los invito a compartir una sonrisa con los padres de familia y sobre todo con los pequeños que no comprenden la situación. Siendo empáticos y dando lo mejor de cada uno de nosotros cumpliremos con nuestro deber.
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